Cap.34 (Nathaniel)

156 4 0
                                    






Me levanto de la cama como siempre, sudoroso, empapado en lágrimas, con el pelo revuelto y unas ojeras negras.

La idea de no encontrar a alguien con quien pasar el resto de mi vida, de que quieran hacerle daño a mi familia o que vayan a por la persona que no quiere verme ni en pintura me aterra a niveles alarmantes.

Camino hacia el baño arrastrando los pies a mi paso, me apoyó el el lavabo con la cabeza gacha antes de levantarla y mirar mi reflejo en el gran espejo que tengo colgado.

Me doy asco, estoy delgado, con unas barbas que en mi vida he tenido, con el pelo que crece sin medida, mis profundas ojeras negras, vuelvo a posar la vista en mi cuerpo, ese cuerpo que ya no tiene ni forma, del cual ni si quiera parece que me haya estado entrenando media vida en el gimnasio.

Bajo la mirada hacia mis manos que comienzan a estar temblorosas y pálidas como de costumbre, y sé que en cualquier momento me voy a echar a llorar.

Imagino mi vida sin nada de esto que me rodea, imagino una vida en el cual me gradúo de empresariales, monto mi propia empresa con mucho esfuerzo y constancia, conozco a los que serán mis mejores amigos durante toda mi vida, conozco a la persona de la que me enamoraría perdidamente y con la cual me casaría y y tendría hijos los cuales enseñarles lo bonito de la vida y de lo que los quieren papá y mamá.

Dejo mi cuerpo caer al frío suelo mientras escondo mi cara entre mis piernas sollozando por la triste realidad que me toca vivir.

Yo no quería esta vida, yo no quería matar, yo no quería ser narcotraficante, ni quería ser un mafioso, yo no quería seguir los pasos de mi padre, nunca quise.

Quería ser ese empresario de fama, volviéndome loco por estar demasiadas horas sacando números y que se me cayeran los ojos por estar horas y horas pegado a una pantalla del ordenador para que luego al llegar a casa me esperase mi pareja de la que tan enamorado estaba y contarle mi día de mierda.

Me seco las lagrimas con el dorso de la mano intentado contenerlas pero estas bajan sin pausa.

Hoy va a ser uno de esos días de mierda en los que no me aguanto ni yo y en los que en cualquier momento acabaré derrumbándome en la oficina como de costumbre.

Me levanto del frío suelo dispuesto a tomarme un café, vestirme con mi mejor traje y poner la cara de arrogante y capullo ya que parece ser que es lo único que se me da bien.

.................................................................................

Subo en mi coche y voy directo a la oficina en donde como siempre parece ser que es un caos de reuniones.

- Buenos días señor Black, hoy tiene una reunión a las diez con uno de los inversores, a las doce tiene otra reunión con los organizadores del evento benéfico que se hace cada año contra la pobreza, debería concertar una cita también con la empresa de vehículos para cubrir el evento y todo lo demás, y por último ¿como quiere hoy su cafe señor Black? - me dice Marián, mi secretaria.

- Un café con leche con dos cucharadas de azúcar, ¿mi hermano donde está?, podría él encargarse de las reuniones, hoy tengo muchas cosas que hacer y adelantar, y páseme toda la información detallada de la empresa de vehículos, para concertar una cita. -

Le digo sentándome en mi silla giratoria del despacho y girando hacia el ventanal gigante donde se puede apreciar toda la ciudad.

A veces desde aquí imagino que mi vida no es tan complicada, que soy como una de esas personas que se ve caminando en versión miniatura desde mi altura, en donde su única preocupación es saber que voy a comer hoy.

Dos golpes en la puerta me hacen salir de mi ensoñación.

Marián entra con el café y una carpeta en su brazo.

- Aquí le traigo su café y la carpeta con toda la documentación e información que ha solicitado sobre la empresa de vehículos, si necesita algo más hágamelo saber. - me dice mientras se retira en silencio.

Ojeo toda la documentación mientras bebo mi café con Suma tranquilidad, la empresa fue principalmente de un matrimonio que falleció en un accidente automovilístico hace años, la empresa quedó a la deriva ya que paso a una única propietaria y de ahí la resurgieron, a día de hoy la llevan una pareja por lo que aparece en el informe.

Y por lo que se ve les va muy bien, tienen buenas valoraciones y buenos ingresos, la han resurgido de las cenizas.

Marco el número de Marián y espero pacientemente a que conteste.

- Buenos días Señor Black, dígame que desea -

- Marián por favor, concierte una cita cuánto Antes con la empresa de automóviles, pero quiero que sea en su empresa, quiero ver las instalaciones.  -

- Por supuesto señor Black, cuente con ello -

Decido marcar a mi hermano para saber que tal las reuniones.

- ¿Qué tal las reuniones? - le digo sin rodeos

- Deberías haber ido tu, no yo, bastante liado estoy ya con el tema de la distribución de la droga de nuestro otro negocio que por cierto tenemos como para ahora también tener que ir a tus putas reuniones de la empresa -

- Tu también trabajas en la empresa -

- Y tú también eres un puto narcotraficante, de echo eres el que tomas las decisiones, el puto jefe, el que debería de encargarse de todo sabes, ¿y yo dónde quedo eh? también necesito tiempo para mí, necesito tiempo para dedicarle a mi jodida novia sabes. - y sabia perfectamente que llevaba razón.

- Lo se, lo siento, tengo la cabeza en otro lado... -

- Ya se que tienes la cabeza en otro lado pero o asimilas ya que ella no va a volver o te quedaras toda la vida pensando en ella mientras que ella se folla a otro. -

Y qué razón llevaba, no podía continuar así, no podía continuar como un alma en pena.

Ya no.


----------------------------------------------------------------------------------------------------

Primero que todo espero que os este gustando la historia y aunque se que no estoy subiendo capítulos muy de seguido estos últimos meses, se me complica bastante el compaginar todo, trabajo, estudios....

intento sacar tiempo para todo, y el tema de escribir se me queda colgado muchas veces por falta de tiempo, intento escribir todos los días un poco para ir completando capítulos y subiéndolos pero ahi veces que mi cabeza ni esta inspirada para continuar la historia, ni me sale nada bueno realmente o creativo para que siga la historia su curso.

Y siendo sinceros no quiero subir capítulos de relleno que no tengan absolutamente nada de interesante y con los que se dificulte leer un capitulo, por eso suelo tardar últimamente más.

Ya que tardo por lo menos que sea un capitulo de calidad, porque desde mi perspectiva prefiero calidad antes que cantidad.

Y por supuesto agradecemos enormemente el que sigáis dia tras dia, mes tras mes aquí leyendo y apostando por mí.

Estoy eternamente agradecida con todos vosotros.

Os adoro

Enamorada de un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora