Cap.31 (Mia)

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Los meses pasaron muy rápidos y con ellos los años.

Hoy mi pequeño Neithan cumplía cuatro años, cuatro añitos desde que llego el amor de mi vida.

Estos cuatro años fueron de todos menos tranquilos, Abby decidió aplazar su boda ya que no queria casarse en medio de tiroteos y de guerras entre mafias, tanto que Abby nos juro que si alguien arruinaba su boda ella misma lo mataría.

Izan y yo recuperamos el contacto, y volvimos a retomar la amistad y confianza que teníamos aunque yo sin poder decirle que era tío.

Nick y Rebecca se mudaron a Seattle donde se encargaban de la empresa de automóviles que mis padres dejaron a mi nombre y donde me pasaban las ganancias y decisiones importantes sobre la misma.

Y mi vida en estos cuatro años ha sido de todo menos tranquila.

Neithan y yo nos mudamos a un barrio más bonito y seguro, nos mudamos a un apartamento con vistas al mar, piscina y un parque para los niños.

Todo pensado para que mi pequeño pudiese tener todo lo que yo siempre había querido para él, aunque la felicidad duro poco, cuando Neithan cumplió los dos añitos cayo enfermo.

Se pasaba los días doliendo el cuerpo, con fiebre, bajadas de peso..., nadie sabia que le pasaba hasta que aparecieron en su cuerpo unos hematomas, fue cuando los médicos del hospital me dijeron que Neithan tenia leucemia.

Desde ese día han pasado dos años, dos años en hospitales, dos años de recaídas y de constantes quimioterapias con la ilusión de que algún día desapareciera esta horrible enfermedad y mi niño pudiera volver al colegio, a jugar en parques...

Hoy es el cumpleaños de mi niño, otro cumpleaños mas que celebramos en el hospital, ya que no puede salir de lo débil que esta.

- Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz, te desea mama, cumpleaños feliz - le canto a Neithan mientras que aguanto con la mano una magdalena de chocolate con una pequeña vela en forma de cuatro.

- ¿y mi tarta? - me pregunta Neithan con la misma mirada cansada que lleva teniendo dos años.

- Cariño sabes que no puedes comer tarta, pero me han dado permiso para esta magdalena de chocolate - digo sentándome al lado suya.

- ¿Mama cuando me curare? -

- Pronto cariño, pronto te curaras te lo prometo -

La puerta de la habitación se abrió entrando la doctora Jennifer, ella lleva ocupándose del caso de Neithan desde el principio.

- ¿Como estas campeon? -

- Bien Jenni - le respondió mi hijo

- Me dejas a tu mama un momento -

Neithan respondió con un movimiento de cabeza.

La doctora Jennifer me acompaño fuera de la habitación de mi hijo y me condujo a su despacho.

- ¿Que pasa? - le pregunto sin rodeos

- Mira Mia, Nathaniel lleva dos largos años luchando contra la leucemia, y en estos últimos meses no ha mejorado nado es más, cada vez va a peor, cada vez esta más débil y tememos que su cuerpo no aguante más, tu transplante de medula ósea no ha funcionado y.... -

- Tendra que haber algo más, podemos probar otra vez con mi medula ósea lo mismo ahora si funciona... -

- Mia, tu hijo se muere y me temo que lo único que podría salvarlo es otra medula ósea de algún familiar directo, su padre, abuelos, tios... o que tu tuvieses a otro hijo, aunque la de tener otro niño es bastante arriesgada porque lo mismo Neithan no aguanta tanto. Lo siento -

- Mi hijo no se puede morir Jennifer, tiene solo cuatro años y una larga vida por delante - digo sollozando.

- Lo siento de verdad -

Me levanto de la silla y salgo de su despacho, no puedo más, tiene que haber una solución.

Mi hijo no se puede morir.

Enamorada de un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora