Cap.24 (Mia)

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Arrastre la maleta por todos los escalones hasta llegar a la quinta planta.

El ascensor estaba averiado a si que me tocó ir unos cuantos pisos con la maleta cogida y unos cuantos otros arrastrándola de lo que pesaba.

Solté un suspiro cansado al llegar a la puerta de mi nuevo piso, metí la llave en la cerradura y la abrí.

Era un piso pequeño pero bonito, un piso de una habitación con una cama de matrimonio, un armario en un lateral y un espejo de cuerpo entero.

El salón tenía un sofá, una televisión y en uno de los laterales un escritorio con una silla, la cocina era sencilla y el baño era pequeño, un espejo, una ducha y un inodoro, lo imprescindible.

Me dejé caer con aire bastante dramático sobre la cama y ahí me quede mirando el techo durante unos minutos, esta sería mi nueva vida.

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Parte Nathaniel Black

Llevaba dias cabreado con el mundo entero, primero por los inútiles de mis trabajadores, segundo porque la secretaria que había contratado para remplazar a Mía era una completa inútil y tercero porque Mía se había largado del piso.

Y claro de que me sorprendo, si le pedí que se largase de mi vida.

Ojalá hubiese podido lidiar mejor en ese momento con mi temperamento, pero no lo hice, él hecho de que no quisiese estar conmigo por como era pero que si solo hubiese conocido la faceta de empresario si hubiese querido salir conmigo me cabreo.

Me cabreo porque yo quería que me quisiese con todas mis virtudes y defectos y lo único que vi es que eso nunca podría ser.

Y aquí estoy ahora lamentándome sentado en mi escritorio viendo las vistas que me ofrece California.

Dos golpecitos en la puerta hizo que me girara hacia ella

- Adelante - mi nueva secretaria entró entregándome una carta que habían dejado en el buzón de mi casa

- ¿Que hace una carta que evidentemente tendría que haber llegado a mi casa aquí? - dije exasperandome

- Señor Black, habían dos direcciones para que se entregase la primera su casa pero supongo que al no haberla recogido la han enviado directamente aquí - dijo con voz temblorosa

- Bien, ya puedes irte - dije sin ni si quiera mirarla

Abrí la carta pero me quede de piedra al ver la letra, una caligrafía a mano, sin leerla ya sabía de quién era.

- Querido Nathaniel Black o como te solía llamar Nate.

No sé ni porque te estoy escribiendo esta carta, porque siendo realistas no te la mereces pero supongo que si voy a desaparecer de tu vida te mereces una explicación al menos.

Cuando éramos niños me enamoré del Nate cariñoso, amable y sobre todo respetuoso con el cual teníamos sueños y aspiraciones que se acabaron jodiendo.

Pase años sin poder seguir adelante, sin poder ni siquiera mirar a otro como te miraba a ti, porque solo te quería a ti, hasta que comprendí que nunca volverías y que nada volvería a ser como antes.

Decidí enderezar mi vida de una vez por todas y comenzar con lo más básico, buscar un trabajo de lo que tanto esfuerzo me había llevado en su momento.

Y cuando encuentro un trabajo me topo con que mi jefe eres tú, la persona que tantas veces me ha quitado el sueño, la persona por la que he llorado hasta quedarme dormida...

Por un momento sentí el impulso de decir a lo mejor esto ha pasado así porque algo dice que nos merecemos una segunda oportunidad pero cuando vi cómo tratabas a la gente y como me tratabas a mí y empecé a descubrir todo lo que llevabas a tus espaldas me di cuenta que no eras el mismo Nate.

Quise alejarme de ti y de todo porque sin que tú lo quisieses y yo me lo esperase me vi envuelta en tus mierdas.

A si que me marcho para escapar de una muerte segura, me marcho para empezar desde cero, porque si hay algo que tengo claro es que me lo merezco.

A si que ahora si supongo que será un adiós, un adiós para siempre.

Mía.

Enamorada de un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora