Cap.25 (Nathaniel)

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Leí la carta con el corazón en un puño, sabía que no había echo las cosas bien con ella, lo había sabido desde el principio en que la vi en esta misma oficina.

Pero tenia la esperanza de que no se hubiese marchado como todos lo habían echo en mi vida.

Ella fue la única persona con la que realmente fui feliz y quiero pensar que si mi vida hubiese sido diferente si hubiese funcionado.

Solo me puedo quedar con los momentos que vivimos de niños, esas sonrisas cómplices, esos besos a escondidas, esas miradas que transmitían todo lo que nunca le había dicho.

Ella siempre será mi primera amor y la única dueña de mi corazón.

Mire la carta de nuevo y pase mis dedos por su fina caligrafía, me quede fijamente mirando la carta mientras sentía que mis ojos se iban aguando y alguna que otra lágrima se deslizaba por ellos.

Y en ese preciso momento en que él te das cuenta que has desperdiciado la última oportunidad de ser feliz con ella.

El día en que la vi sentada, nerviosa, hablando con mi hermano, debería haber hablado con ella, haberle aclarado mis sentimientos, haberle dicho que en todos estos años nadie ha podido igualarla, que ni si quiera le llegan a la punta de los pies.

Que es Preciosa, que los años que han pasado por ella la hacen verse como una jodida diosa.

Que fui un imbecil porque me obligaron a serlo, porque no quería que ella muriese o estuviese envuelta en algo que no le correspondía por mi culpa, quería verla cumplir todos sus sueños y si podía ser yo de su mano.

Quería consentirla, besarla cada mañana, recorrer el mundo juntos, casarme con ella y formar la familia que tanto anhelaba.

Y ser el padre y marido que ella y mis hijos se merecían.

Eso era lo que debería de haber echo pero en vez de eso volví a hacer lo mismo que hice años atrás, alejarla de mí para protegerla, enfadarme porque le dijese a su amiga lo que todos pensábamos, obligarla a casarse conmigo sin ni siquiera sentirlo, porque ella no lo sentía.

Mire de nuevo la carta sin saber qué hacer, no sabía si responderle o simplemente guardarla como el tesoro más preciado que podría llegar a tener.

Pero no me dio mucho tiempo a pensar ya que mi hermano y mi futura cuñada entraron en el despacho sin avisar.

- Sabéis que hay una puerta a la que se puede tocar y esas cosas... - dije fingiendo indiferencia

- Ya bueno lo se, pero si hubiese tocado me hubieses enviado a la mierda a si que... -

- Te noto apagado, es decir más apagado que de costumbre - dijo Abby mirándome fijamente

Enserio tanto se me notaba lo mal que estaba.

- ¿Como va la boda? - Digo cambiando de tema, odio que hablen de mi o de mis sentimientos.

- La verdad que decidimos contratar a una wedding planner, tenemos el lugar, una hermosa capilla improvisada que sea hara en la playa y luego hemos estado pensando en hacer un pequeño banquete, colocar una carpa y contratar un buen catering - Se notaba que Abby estaba feliz con esto, se la veía ilusionada.

- Supongo que estarás feliz de casarte con mi hermano... - le digo con un tono de voz más bajo.

- Lo estoy, se que del primeras puede parecer una locura y que mi primera intención no era casarme con el... - la miro fijamente y no puedo evitar la pregunta

- ¿Y cual era tu intención? ¿Que planes tenias con Mia? -

- Mia y yo habiamos planeado trabajar mucho, salir mucho de fiesta, conocer a mucha gente y divertirnos mucho hasta que alguien apareciera en nuestras vidas para cambiarlo todo, no queríamos desaprovechar el tiempo, por eso ella hizo la entrevista en tu empresa, penso que seria el trabajo ideal que le daría bastante dinero tanto para divertirse como para ahorrar para un futuro. - dijo Abby suspirando

- Mia siempre fue la mas previsora de las dos, solia decir que no iba a ver de nuevo como su vida se derrumbaba y se quedaba sin nada, luchaba todos los días por salir adelante y así lo hizo pero tu te cruzaste de nuevo en su camino y eso cambio todo de nuevo. -

- ¿Como que cambio todo? - estaba nervioso por la respuesta

- Ella siempre estuvo enamorada de ti, desde pequeños hasta ahora, ella nunca te pudo olvidar, para ella siempre fuiste su primer amor, de echo en todo ese tiempo nunca salió con nadie, no podía, siempre cuando se imaginaba con alguien tu aparecias por su mente para trastocarlo todo de nuevo.

- En fin volviendo a la pregunta, mi intención no era ni conocer a nadie ni nada, menos casarme, pero con todo este lio de Mia y tu conocí a tu hermano, y como no, me quede embobada viéndolo, al principio pensaba que era todo fisico pero luego cuando hablaba conmigo sentia que era algo más, cuando me pidió casarme con el quise mandarlo a tomar viento pero cuando me explico los motivos lo entendí, y a demás, ¿como demonios iba a decirle que no? - dijo riéndose mientras miraba a mi hermano como si no hubiese nadie mas en el mundo.

Así me miraban a mi, así me miraban hace años.

- Hermano deberias ir a buscarla - dijo mi hermano mientras rodeba a su prometida en un abrazo por la espalda.

- No, no deberias, no quiere que la presionen, déjale un tiempo para que aclare sus ideas - dijo Abby.

- No se, me comporte como un capullo pero el no saber de ella me esta matando, ¿y si le ha pasado algo?, si le ha pasado algo yo... - dejo la frase colgando porque un nudo comienza a formarse en mi garganta.

Mierda.

Nunca pense que lo diría pero, creo que estoy enamorado de ella es más, creo que nunca deje de estar enamorado de Mia

Enamorada de un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora