Cap.30 (Nathaniel)

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- Señor Black entendemos perfectamente la clase de negocios que quiere llevar con nosotros, y entienda usted también que nosotros también estamos interesados en ellos - dijo dando una vuelta por su gran despacho

- Aqui en Australia somos una de las empresas más fuertes, somos una de las cadenas de casinos más exitosas a nivel mundial, tenemos casinos por Las Vegas, Dubái, Nueva York... pero algo que nos faltaba y nuestros clientes siempre piden son esos polvitos o pastillitas de la felicidad, ya me entiendes

- Y ahí es donde entro yo ¿verdad? - le preguntó aunque ya se la respuesta

- En efecto señor Black -

- ¿Y que pasa si rechazo esta oferta Lincon? - digo mirándole fijamente

- Sabe señor Black, uno de mis dotes es que soy demasiado persuasivo y cuando no lo consigo por las buenas lo consigo por las malas, sé que ha estado buscando a esa niñita con la que usted estuvo como es que se llamaba Mari, Mina, Mia, se llamaba Mia - inconscienteme aprieto los dientes

- Mia está viviendo aquí en Sidney , y debo decirle que está de muy buen ver, con ese par de bolas y esa figura entiendo el porque cayó con ella y más sabiendo que es una de las mejores arquitectas claro está. -

- No lo juzgó yo también quise meterme entre sus piernas aunque no lo consegui, tiene mucho carácter la cabrona, aunque lo que me echo para atrás no fue eso. -

- ¿ Y que fue? - digo ya con un hilo de voz 

- Que tuviese un niño, yo ya no estoy para aguantar lloriqueos de nadie, yo soy más de un tiro y fuera.

Cuando terminó de decirlo se me heló la sangre, ¿como que un niño?, ¿que hace Mía aquí?, joder si me quería perder de vista yo me podría haber ido y haberle dejado mi casa y todo a ella, ahora el puñetero Lincon me tiene entre la espada y la pared porque sabe que Mía es mi debilidad y que no voy a dejar que le hagan nada.

- Sabes Lincon cuando conocí a Mía me quede prendado de ella, pensé Dios mío quien es esa chica tan guapa, claro que por esa época los dos estábamos en la universidad, ella era una de las mejores de su clase y se mataba estudiando para ser lo que es a día de hoy una de las mejores arquitectas. -

Mi hermano que estaba a un lado mío me miraba sin saber que cojones estaba haciendo

- Nunca quite mis ojos de encima de ella, me inventaba excusas para estar cerca de ella, para conocerla más, le pedía una y otra vez citas para salir con ella hasta que al fin me acertó una, ¿sabes como me sentía Lincon? Me sentía el tío más afortunado de este planeta. -

- Cuando fue mi novia, solo tenía ojos para ella, detallista, cariñoso, la ayudaba en todo, quería ser el mejor por ella, porque ella se merecía lo mejor pero sabes que paso que mi padre falleció y con ello el legado de la familia recayó en mi, tuve que renunciar a mi vida, a mi carrera pero sobretodo tuve que renunciar a ella porque sabía que no podía arrastrarla a este mundo a ella no. -

- Durante años la miraba desde lejos, apreciando cada uno de sus cambios, y viendo cómo otros tíos querían lo que un día fue mío, ¿sabes lo que sentía Lincon? Que estaba enamorado y a la vez cabreado por la vida de mierda que me había tocado. -

- Y cuando al fin pensaba que ella había pasado página y yo lo intentaba se me apareció en mi empresa para un puesto de trabajo - me levanté de la silla y empecé a dar vueltas por toda la oficina.

- En mi puta empresa Lincon, y las fuerzas me fallaron, todo lo que un dia escondí, volvió , y volvió con mas fuerza que nunca, pero aun amandola como lo hago no podía dejar que toda su vida se fuese a la mierda por la mia, un dia queria que estuviese a mi lado y al otro queria que se largase lo mas lejos posible para que no le pasase a ella nada.

- Y cuando siento que ella esta segura me vienes a decir esto, a amenazarme, a decirme que tiene un puto niño ¿de quien? - digo tirándome de los pelos de la cabeza

No ha podido pasar tan rapido de pagina, es imposible, ni si quiera yo he podido desprenderme de la unica blusa que se dejo en mi apartamento y con la que duermo abrazado pensando que es ella.

- Debo decir que me ha encantado tu historia de amor con la putita esa pero si pensabas que me iba a conmover ibas un poco equivocado - Dice Lincon levantado de su silla.

- Las cosas están así, tenéis buena mercancía, y yo tengo buenos clientes, ganamos los dos, ahora si te niegas tendran que perder mucha gente, como tu putita, como la putita de tu hermano..., seguro que sabes por donde voy. -

- No me puedo negar - digo afirmando lo obvio

- Evidentemente no te puedes negar - dice Lincon sonriendo

Esto lo hago por todos

Enamorada de un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora