Cap.15 (Mia)

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Nathaniel me cogio de la mano tirando de mí hacia delante, estábamos en una especie de mansión en donde todo era demasiado elegante, las mujeres vestían con trajes de gala dignos de una alfombra roja, los hombres trajeados igual que Nate a mi lado, la única diferencia es que los demás hombres eran unos vejestorios comparados con Nate.

Nos acercamos a una pareja, ella era joven, demasiado joven para estar con semejante viejales.

Nate lo saludo cordialmente a él junto a su mujer , así la presento, por dios tendria como mucho los dieciocho recién cumplidos.

- No me vas a presentar a esta mujer tan hermosa que te acompaña - en ese instante levante la vista hacia el viejales.
Giré mi cabeza mirando a Nate pidiéndole con la mirada que porfavor nos fuésemos, que yo no estaba cómoda cuando escuché lo que contesto.

- Es mi mujer Johnson - ¿Que?

Le dijo mientras me pasaba su brazo por mi cintura y me acercaba más a él.

¿Como que su mujer? ¡Yo no soy la puñetera mujer de nadie!

- No sabía que estabas casado Nathaniel - dijo el que ahora ya le podíamos poner nombre, el señor Johnson

- Aun no estamos casados, pero lo estaremos verdad cielo - dijo Nathaniel mirándome con tanta intensidad y amenaza con sus ojos que prácticamente era capaz de matarme en ese instante.

- Si cariño, si todo va bien en un año seremos marido y mujer - dije intentando controlar el nerviosismo en mi voz.

- Enhorabuena Nathaniel, te has llevado a una diosa como novia, que pronto será tu esposa, me siento hasta celoso de ti - dijo riéndose y dándole una palmada amistosa en la espalda a Nathaniel.

Para luego añadir mirándome a mi

- Ojala te hubiese visto primero, te habría enseñado muchas cosas y te habría disfrutado muchísimo - dijo besando la Palma de mi mano y marchándose junto a su mujer.

Trague saliva con dificultad y apreté la mano de Nate.

Nate captó mi indirecta y me llevo a unos de los jardines laterales de la mansión.

-¿Que demonios haces? - le dije intenta controlar mi enfado.

Vi como Nathaniel se pasaba las manos por la cabeza  y me miraba preocupado.

- Si no le decía que estabas conmigo te habría buscado hasta dar contigo - dijo

- ¿Y que si daba conmigo? - le dije gritándole

- Que te hubiese obligado a estar con él o por las buenas o por las malas, te crees que su esposa como él dice está con él porque quiere, obvio que no Mía, seguro que la tendrá amenazada... - dijo mirándome a los ojos

- ¿A donde mierdas me has traído Nathaniel? - dije internado no gritarle

No le dio tiempo a responder, empezaron a sonar disparos por toda la casa, Nathaniel rápidamente me cogio de la mano tirando de mí para que nos moviésemos pero mis pies no respondían, estaba paralizada y aterrorizada.

Nate viendo que no me movía, se agacho y paso un brazo por debajo de mis piernas, levantándome de inmediato, yo me cogí por acto reflejo a su cuello mirando hacia a todos lados, intentando saber desde donde venían los disparos.

Nathaniel se movía con destreza por la mansión, la conocía, por como se orientaba sabía que no era la
Primera vez que venía aquí.

Sentí miedo, miedo de no conocer a Nathaniel de verdad, miedo de haberme metido en algo peligroso, miedo de que una bala me pudiese alcanzar.

Nathaniel andaba deprisa, intentando no encontrarse con nadie en mitad del camino, lo que nos faltaba era que nos metiesen un balazo.

Nos faltaba poco o eso decida Nathaniel para tranquilizarme, hasta que nos encontramos con un
Hombre trajeado que sostenía un arma apuntándonos.

Mierda

- Pero bueno si tenemos aquí al señor y la señora Black, nunca pensé que te casarías, es decir siempre has sido un mujeriego, pero parece que has sentado cabeza y con menuda mujer ni más ni menos, pedazo de rubia Nate.

- Ya vale, que coño quieres - dijo Nate poniéndome en el suelo y colocándome a su lado.

- Sabes, no puedo dejar que tengas un heredero, y que estés con ella implica que eso pueda pasar a si que vengo a erradicar el problema. - dijo esbozando una sonrisa

Nathaniel metio su mano en el pantalón sacando un arma y apuntándole el también.

Me quede estática, donde estaba ese Nathaniel cariñoso que me abraza por las noches hasta dormirme en su pecho, donde está el que me decía te quiero cada día, el que me susurraba que nunca me dejaría, el que me hacía sentir segura....

Porque desde luego que al que tengo al lado apuntando con un arma no es mi Nathaniel.

- A si que lo siento hermosa pero no puedo dejar que sigas en este mundo, eres un peligro, unas últimas palabras a tu esposo - dijo

Mire a Nathaniel a los ojos, se le veía asustado

- Parece ser que hasta aquí mi vida..., aunque después de años nos volviésemos a juntar, en la adolescencia te jure amor real, amor eterno, me enamoré de ti, de tu sencillez, de como me tratabas, me cuidabas, sencillamente fuiste el amor de mi
Vida Nathaniel. - lo seguí mirando a los ojos y gesticulé con la boca TE ODIO.

Y como si por acto reflejo fuese cuando sonó el disparo del arma Nathaniel se puso delante mia recibiendo el disparo el.

El hombre que le disparó salió corriendo y yo me quede arrodillada junto a Nathaniel

- Nathaniel por favor aguanta - dije tecleando nerviosamente y llamando a una ambulancia

Nathaniel me miro con esos ojos que siempre me habían enamorado desde el primer día en que los vi.

- Yo no te odio Mía, yo te Amo. -

Enamorada de un MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora