SE ME VIENE UN MARRÓN ENCIMA

capitulo 16: ahora se lo que es tener terror a perderos

capitulo 16: ahora se lo que es tener terror a perderos

Me levanto de la cama, y como no, me encuentro sola, desde hace una par de semanas, que vivo otra vez con James, por las mañanas me levanto sola, menos los fines de semana, que como no tiene que ir a la oficina, se queda con nosotras, así que me acerco a el lado de James, y noto como aun esta calentito, y además huele a él, y eso me encanta.

Me levanto de la cama, y cuando estoy a punto de entrar en el cuarto de baño, siento un dolor en mi barriga, pero en la parte baje, no le doy mucha importancia, cuando en seguida el dolor se va, entro, y hago mis necesidades, me lavo los dientes, y me doy una ducha.

Me pongo un vestido de color blanco, y bajo a la cocina, nada más entrar, huelo las tostadas, los huevos revueltos, y el tocino que a echo James para mí, y siento asco hacia la comida, asique cojo una poca de fruta, y un vaso de zumo, y voy hacia el salón, donde desayuno, y después me pongo a trabajar un poco.

Quiero quitarme faena de encima para que cuando nazcan los bebés dentro de un mes y medio, no tenga trabajo que hacer, y me pueda dedicar cien por cien a ellos, ahora mismo tengo el ordenador sobre mi barriga y un montón de papeles esparcidos por el sofá.

Cuando voy a levantarme para coger un vaso de agua, siento otra vez el dolor en mi vientre en la parte de bajo, solo que esta vez no se va tan fácilmente, como el otro, joder, este sí que duele, y duele mucho.

Entonces abro mis ojos con horror, en toda la mañana, los bebes no han dado ninguna patada, y tampoco se han movido, joder, algo no anda bien, así que como puedo cojo mi teléfono, y marco el número de James.

(Llamada telefónica)

-hola nena- me contesta James, y noto como su tono el alegre, todo lo contario al mío que me encuentro llorando como una tonta, joder, esto duele.

-James- le digo entre sollozos, porque me vuelve a dar otro pinchado en la barriga.

-¿nena, que pasa?, ¿estás bien?- me dice, noto la preocupación en su voz.

-no, James, algo anda mal, por favor, ven a por mí- le digo entre sollozos, y noto como el hombre al que quiero al otro lado de la línea, va corriendo.

A los minutos, lo que para mí son horas, oigo la puerta de casa abrirse, pero ya es tarde, no aguanto más los dolores, y lo último que veo , y siento es el suelo duro de la casa, y la mirada verde que me vuelve loca ,llena de preocupación.

***NAARA JAMES***

Voy conduciendo como un lunático, pero creo que mi mundo se paró cuando hace cinco minutos, me ha llamado Sofí, llorando, porque algo no andaba bien con los bebes, asique he salido corriendo de la reunión, y me he subido a el coche.

Aparco el coche en la entrada de la casa de mala manera, y entro a la casa, y lo que veo, me aterra como dios, Sofí está en el suelo, más pálida que una hoja de papel, me acerco a ella, y la tomo en mis brazos, y la llevo al coche, joder, esta se queja, pero no abre los ojos.

La dejo en el asiento de detrás estirada, y cierro la puerta me subo al coche, y lo arranco, vuelvo a conducir como un lunático, pero me importa una mierda, no quiero que nada le pase a ninguno de ellos.

Al llegar al hospital, cojo otra vez a Sofí en brazos, y entro a el hospital, en cuanto me ven entrar por la puerta, una enfermera se acerca a nosotros con una camilla, la dejo encima, y veo como está la estira bien, y le toca la barriga, y luego me mira a mí.

-¿qué ha pasado?- me dice esta, pero yo no puedo apartar la vista de Sofí, mientras la llevan a alguna lado.

-no lo sé, me ha llamado porque había algo más, estaba llorando, y cuando he llegado, estaba pálida, y se había desmayado- le digo a la enfermera y esta lo apunta todo rápido.