CAPITULO 1: LAS PRESENTACIONES YA ESTÁN ECHAS

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CAPITULO 1 : LAS PRESENTACIONES YA ESTAN ECHAS 

-Amanda , ¿puedes coger a la niña?- le grite a la niñera de Sofia, yo estaba en mi despacho , mirando algunas cosas sobre la empresa que llevaba. Mi despacho esta justo al lado del cuarto de la niña para poder oirla cuando llorara, antes lo tenia en el primer piso ,pero desde que nacio Sofia, lo puse en el primer piso.

Amanda no responde, asi que cierro el portatil y me levanto de la mesa y salgo de mi despacho y entro a la habitacion y veo a mi niña en su cuna, llorando sin cesar y moviendo sus manitas y su piececitos. 

Nunca pense que una cosita tan bonita y tan pequeña, podria darme tanta felicidad, aun seguia triste por el abandono de su madre ,pero ella no tenia culpa de nada, que su madre fuera una mala persona no significaba que a nosotros nos afecte tanto.

Llegue a la habitacion y me acerque a la cuna, y la cogi entre mis brazos y la acomode entre mis brazos ,era demasido pequeña para mi cuerpo tan grande ,pero me daba igual, para mi era perfecta , la meci un poco, y su llanto ceso un poco, ahora solo sollozaba, la cargue en mi brazo y fui otra vez hacia el despacho, me acomode en la silla y puse la cabeza de la niña en mi hombro , y su cuerpecito en mi pecho, esta se movio un poco y se acomodo mejor y se quedo otra vez dormida , agarre algunos papeles y los revise, paso un rato hasta que alguien entro en la habitacion.

-lo siento señor Scott, pero no le habia oido- se disculpo Amanda, yo solo levante la cabeza y le sonrei

-no te preocupes Amanda, todo bien, ¿esta el biberon de la niña?- le pregunte, esta sintio y me devolvio una pequeña sonrisa, - pues ya puedes irte a casa por hoy , tienes que estar agotada- le dije

-pero aun me quedan cuatro horas de trabajo, no puedo irme- me dijo negando con la cabeza.

-da igual, vete a casa, anoche la niña estuvo llorando casi toda la noche, creo que por hoy puedo ocuparme yo de ella-le dije levantandome de la silla y cogiendo bien a la niña.

-¿esta seguro?- me pregunto Amanda, yo solo asenti , y la acompañe a la puerta de mi casa.

-hasta mañana , que descanse- le dije mientras la vi alejarse de casa.

-hasta mañana , señor Scott- me dijo, creo que le habia dicho cientos de veces que no me llamara asi, que asi se le llamaba a mi padre, pero a mi no , a mi se me llama James o J a su efecto, menos a la empresa, claro ,alli si que era el señor Scott.

Entre en la casa, y subi a la habitacion con la niña en los brazos ,la puse en su capazo, entre al cuarto de baño y llene la bañera, y dentro de la mia, puse una mas pequeña para mi niña, sali del baño ya desnudo y con una toalla alrededor de mi cintura, agarre a la niña y la desvesti, nos meti a los dos a la ducha y nos di un baño.

Salimos de la habitacion ya secos, bañados y vestidos con nuestros pijamas , baje a la cocina y mientras calente mi cena, que Amanda habia cocinado para mi, le di su biberon a mi hija, despues la puse en su capazo y entonces cene yo mientras revisaba algunos papeles de la empresa.

Desde que Anne nos habia dejado estaba mas apagado y mas decaido, apenas sonreia y cuando lo hacia era porque mi hija lo provocaba, no es que dejara de desconfiar en las mujeres, pero no estaba tan seguro que el amor fuera tan real como yo lo habia imaginado, sabia que existia , pero tenia el corazon tan destrozado en este momento que no podia creer en el.

Despues de cenar, frege y seque todas las cosas que habiamos utilizado y prepare un biberon por si la niña se despertaba por la noche, aunque lo dudaba , pocas noches lloraba , y las que lo hacia era porque estaba enferma.

Ya estaba tumbado en la habitacion , encima de la cama , estaba mi hija sobre mi pecho , y yo metido en la cama, esta noche dormiria conmigo , casi todas las noche lo hacia , la saque de mi pecho y la coloque en el lugar donde habia colocado una gran almohada, para que si ella giraba ,no se callera, la tape con su mantita, y yo con mi colcha, apage la luz y nos quedamos los dos durmiendo.

SE ME VIENE UN MARRÓN ENCIMADonde viven las historias. Descúbrelo ahora