➤𝐄𝐏𝐈𝐒𝐎𝐃𝐈𝐎 𝟒.

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Jisung y Minho se habían arreglado en reunirse en la casa del más pequeño, por lo que Minho se encontraba vistiéndose

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Jisung y Minho se habían arreglado en reunirse en la casa del más pequeño, por lo que Minho se encontraba vistiéndose.

Estaba tomando las llaves para salir de casa cuando de pronto lo llamaban al teléfono. Sacó el aparato de su bolsillo, para mirar el nombre. Era Jisung.

—Hola, enano.— Dijo con tono burlón, escuchando como Jisung chasqueaba su lengua por la otra línea.

—Hola. Minho, ¿te importaría venir otro día?— Preguntó el menor, se escuchaba algo agobiado. Minho paró, quedándose en frente de la puerta.

—¿Pasó algo, Jisung?—

—Ah, no, no es nada. Solo que mi mamá me dejó a cargo de mi hermanito y tengo que cuidarlo. Puede que sea algo molesto...— Explicó, Minho soltó una risa enternecido.

—Eso no es problema, si quieres te puedo ayudar. Se me dan bien los niños.— Dijo, sonriendo orgulloso.

—¿De verdad? Enserio, podemos dejarlo para otro día.—

—No te preocupes tanto, Sunggie. Te veo ahora.—

Minho llegó a la casa de la dirección que Jisung le había pasado

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Minho llegó a la casa de la dirección que Jisung le había pasado. Parecía una casa pequeñita, de un solo piso, nada comparada a la suya.

Tocó la puerta, esta siendo abierta por un dulce omega de mejillas hinchaditas, con un pequeño bebé dormitando recostado sobre su hombro. Algo en el pecho del alfa latía con fuerza, más no le dió muchas vueltas a ese tema, y le restó importancia.

El aroma de esa casa era increíblemente embriagador. Tan acogedora y hogareña. Olía a las feromonas que soltaba Jisung, mezclado con olorcito suave de bebé, y a madera quemándose por la chimenea. Minho podía jurar que entró en un trance y se perdió por algunos segundos, disfrutando y aspirando ese aroma.

—Hola, Minho. Pasa.— Dijo el omega sonriente, echándose un lado para darle un espacio y así pasar.

—Hola, Jisunggie.— Le devolvió la sonrisa, haciendo una reverencia por entrar a casa ajena. Miró con ternura a aquel cachorrito durmiendo. —¿Este es tu hermanito?— Dijo hablando bajito, tratando de no molestar el sueño del pequeñito. El omega asintió con orgullo y se giró un poco para que el alfa pudiera observar bien el rostro del niño. Minho pasó un nudillo de su mano suavemente por el cachetito del cachorro. Sonrió.

𝐈 𝐮𝐬𝐞𝐝 𝐭𝐨 𝐡𝐚𝐭𝐞 𝐲𝐨𝐮.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora