Minho es el chico alfa repetidor que se pasa las clases de inglés durmiendo, y cuando habla es solo para decir cualquier ridiculez.
Su profesor, harto de sus estupideces, lo pone junto a Jisung, el omega más brillante en inglés con acento británico...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
La semana prontamente pasó, Jisung tenía la cabeza hecha un completo lío.
Estaba en clase, pero ni siquiera sabía qué estaba dando, no estaba ahí, estaba intentando que sus ojos no se cerrasen. No había dormido en días, la intranquilidad e inseguridad no lo ayudaban. Él solo quería descansar por dos minutos, solo dos minutos...
—Han, lee el siguiente párrafo, por favor.— Pidió el profesor Kim, mirando al estudiante por encima de sus gafas. El chico pareció no escucharle. —Jisung.— Repitió, haciendo que el chiquillo se sobresaltara.
—Sí, perdón.— Dijo tan rápido como reaccionó. Su libro no estaba abierto. —Lo siento, ¿por dónde vamos?— Preguntó algo avergonzado.
—Déjalo, Jisung. Kim Seon Woo, ¿puedes leerlo?— Dijo algo molesto.
Jisung echó la cabeza para abajo, negando con esta. Llevaba varios días así.
Minho miraba desde su sitio a Jisung, sabía que algo le pasaba. Jisung estaba muy raro. Y puede que se fue enfadado con él, pero eso no implica que no se preocupe por él. Iría a hablarle más tarde.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Al sonar el timbre, Minho vió como Jisung recogía sus cosas y sin hablar con nadie se iba del aula. Inmediatamente fue detrás de él. Veía como el chico miraba a todos sus lados como paranoico mientras andaba.
Después vió como el menor se iba solo hacia la biblioteca, donde tomó asiento en un sitio algo alejado de las pocas personas que habían allí.
Las manos del pelinaranja temblaban, el chico tragaba duramente. La frente del menor fue apoyada en la palma de su mano, cerrando sus ojos y suspirando. Una gotita brotó de sus ojos. Su respiración era más agitada. Tratando de desviarse, iba sacando algunos libros. Estaba tan agobiado, ni siquiera de daba cuenta de que alguien lo estaba observando.
El lobo de Minho aullaba. Y es que le dolía ver a Jisung así. Podía percibir ese aroma de feromonas tristes que liberaba el omega. Su alfa lloriqueaba. Quiso dejar el orgullo a un lado, y se sentó al lado del pelinaranja.
Jisung al verlo se limpió rápidamente las lágrimas, dejando esas zonas algo rojitas.
Lo rodeó con sus brazos, Jisung se aferraba a él, deseando que no lo soltara. Arrugaba la camiseta del mayor con sus puños, se deshizo en lágrimas. Algunos llantos se podían escuchar, Minho acariciaba la espalda del menor con suavidad.
—Cariño, ¿me puedes decir qué te está pasando?— Con su mano libre acunó uno de los cachetitos de Jisung, levantándolo gentilmente para que el pelinaranjo lo mirase.
—No estoy bien...— Mordió sus labios, acallando un pequeño quejido doloroso.
—¿Por qué, bebé?— Habló suavemente. Intentaba ignorar ese dolorcito en su pecho para poder darle toda su atención al más pequeño.
Jisung recapacitó un poco sobre si debería decírselo o no. Finalmente decidió.
—Mi madre me ha echado de casa...— Minho se quedó perplejo.— Estoy intentando salir adelante por mi cuenta, pero siento que de verdad ya no puedo más, ya no...— Y un gemido de dolor salió de su boca interrumpiendo lo que estaba diciendo. Minho lo apegó mas a su pecho.
—Dios, Jisung, ¿por qué no me lo has dicho antes?— Preguntó angustiado, Jisung seguía sollozando.
—No quería que pensaras mal de mi familia...— Confesó.
—Jisung, a mi no me importan ellos, me importas tú, quiero que tú estés bien, ¿entiendes eso?— El menor asintió levemente, sus labios formaban un pucherito después de llorar. —¿Qué has estado haciendo para ganar dinero estos días?— Jisung se quedó estático. ¿Debería decirle la verdad?
—Yo... yo he estado vendiendo mi cuerpo...— Confesó. Notó como Minho se tensó.
—Jisung, tú no tienes la necesidad de hacer eso. Yo te puedo dar todo lo que desees, puedo hacer que tengas la jodida vida hecha. No vayas por ahí prostituyéndote, no lo hagas más, trabajaré para darte más de lo que necesitas incluso, te aseguro que no te faltará de nada,¿me has escuchado?— Reprochó.
—Minho, yo...—
—Jisung, ¿me has escuchado?— Repitió, Jisung asintió callándose.
Después Minho admiró de nuevo esos ojitos. Se dieron el beso que habían estado anhelando tanto por días. Al terminar el beso, Jisung colocó su mano donde la tenía Minho puesta en su cachete, entrelazandolas. Sus labios formaron un bonito puchero.
—¿Era verdad cuando dijiste que te arrepentías de haberme marcado...?— Preguntó con algo de miedo. Minho negó rápidamente y juntó su frente con la de Jisung.
—No, bebé. Estaba algo molesto, pero nunca me arrepentiría. Confío en que eres mi omega, te lo juro.— Aseguró, Jisung cerró los ojos con alivio.
—Te amo, Minho.—
—Te amo también, bebé.—
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Ya se pueden regresar las lágrimas que echaron en el cap anterior💪 Gracias por leer. 💗