Minho es el chico alfa repetidor que se pasa las clases de inglés durmiendo, y cuando habla es solo para decir cualquier ridiculez.
Su profesor, harto de sus estupideces, lo pone junto a Jisung, el omega más brillante en inglés con acento británico...
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La pareja tenía cuatro meses viviendo juntos, y Jisung no podía estar más feliz. No le faltaba de nada con el mayor, Minho acabó el bachillerato y comenzó a trabajar en una empresa, Jisung recuperó nuevamente sus calificaciones y seguía en sus estudios mientras que trabajaba en una cafetería/bar los fines de semana. Minho adaptó su casa para que Jisung se sintiera más cómodo allí. Eran como una pareja corriente, Minho iba a trabajar y Jisung lo esperaba en casa, haciendo las tareas domésticas. Valoraban su esfuerzo por igual, nunca había discusiones sobre quien hace más o quien hace menos.
En fin, volviendo al tema, Jisung llevaba unos días algo extraño. Se mantenía muy pegado a Minho, y hacía rabietas cada vez que tenía que irse. Algo como ahora, que Jisung no quería soltar a Minho de su abrazo y dejarlo ir a trabajar.
—Bebé, vamos, tengo que irme...— Insistía, pero el otro se mantenía demasiado terco.
—¡No!— Dijo como un niño pequeño. Se aferraba más a su cuello. Minho rió, Jisung era adorable.
—¿No?— Preguntó y Jisung negó con su cabecita. —Bebé, se me hace tarde...— Vió como el pequeño lo miraba con ojitos de cachorrito y sus mejillas abultadas. Era difícil negarse a Jisung.
—Quédate, pooorfiii.— Suplicaba. Minho cerró los ojos mirando a otro lado, él no se podía resistir a aquel chico. Suspiró.
—Mira, te prometo que cuando llegue a la noche te daré todo mi tiempo, ¿bien?— El mayor le sonrió a su novio, tratando de convencerlo. Jisung asintió algo descontento e insatisfecho. —¿Me vas a dar un besito antes de irme?— Dijo y puso los labios en forma de pico, haciendo reír al menor, quien después dejó un casto beso en estos.
Ambos sonrieron, Minho dejó a Jisung entre sus prendas de ropa donde impregnó feromonas de nido, dejando que el menor se acurruque en estas. Cuando iba a soltarlo, Jisung lo tomó de la manita.
—Bebé, ya hicimos una promesa.— Reprochó. El pelinaranja lo soltó de inmediato y se encogió enfadado, dándole la espalda a Minho.
Minho echó una risa por lo caprichoso que era Jisung a veces, pero es que así le encantaba.
—Te amo, bebé.— Dijo para salir de la habitación.
—Y yo, mi amor.— Respondió en menor bajito, pero Minho lo logró llegar escuchar y esbozó una sonrisa satisfecha.
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Jisung despertó a la tarde casi noche. Joder, había estado durmiendo todo el día y no hizo nada de la casa. Se levantó con muchos dolores en las piernas, casi sin poder levantarse de la cama. Algunos quejidos incómodos salían de su boca. Estaba algo acalorado, así que nada más poder levantarse se dirigió hacia el baño para darse una ducha de agua fría. Pero nada, no se le quitaba ese calor. Su entrada también se encontraba algo caliente, produciendo esa esencia algo viscosa, su lubricante.
Inmediatamente fue a la cocina con algo de dificultad y revisó el calendario. Mierda, su celo estaba por llegar en cualquier momento.
Una fuerte punzada le dió en la cabeza, le dolía demasiado. Se sentó algo aturdido en el sofá. Estaba goteando del sudor, tenía mucha calor. Su cuerpo estaba ardiendo. Se deshizo de sus ropas rápidamente, el simple contacto de su piel rozando el sofá ya lo hacía gemir. Sintió como se mojaba en abundancia.
Recordó que el mayor el mes pasado le compró algunos juguetes para satisfacerse si su alfa no estaba, así que fue directo a aquel cajón donde Minho los guardaba, apesar de que sabía que Minho se lo tenía prohibido sin pedirle permiso antes.
Encontró una serie de dildos, vibradores, plugs, cadenas, esposas, algo que parecía un collarín con cuerda... con los que podría divertirse un rato. Él nunca había usado esos juguetes, pues su alfa siempre estaba para darle placer. Pero esta vez el muy maldito se fue, dejándolo solito.
Decidió que usaría un dildo rosa de en la base ponía "16cm".
"Eso no es nada comparado a la polla de Minho" Pensó. Pero tampoco le quedaba otra.
Se colocó a horcajadas sobre una gruesa almohada, frotándose antes en ella. Encorvó su espalda, levantando su culo y miró hacia atrás, posicionandose aquel dildo alineado en su entrada. Poco a poco fue bajando hasta quedar sentado sobre él y comenzar a saltar. Gemía y chillaba desesperado, mientras olisqueaba las prendas con las feromonas de Minho, deleitándose en ellas. Necesitaba a su alfa, ansiaba tener a su alfa.
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Minho llegó algo agotado del trabajo. Cuando entró se dió cuenta de que Jisung no estaba en la planta de abajo, que no olía a productos de limpieza ni tampoco a la deliciosa comida que prepara el omega todos los días para él. Miró hacia los lados, deshaciéndose de su maletín. Se percató de que había ropas de Jisung tiradas sobre el sofá, extrañándolo.
Subió las escaleras, su habitación estaba con la puerta cerrada y se escuchaban algunos ruidos comprometedores.
Al entrar no se esperaba tener a su omega saltando sobre una polla de plástico mientras que tenía otra metida en la boca.
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Me voy a dormir hehe, se quedan con las ganas :> Gracias por leer. 💗