Minho es el chico alfa repetidor que se pasa las clases de inglés durmiendo, y cuando habla es solo para decir cualquier ridiculez.
Su profesor, harto de sus estupideces, lo pone junto a Jisung, el omega más brillante en inglés con acento británico...
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Minho soltó a Jeongin de inmediato y fue detrás de Jisung, quien previamente cerró la puerta del baño detrás de sí, o bueno, casi. Casi, porque Minho consiguió poner su pie antes de que la cerrara.
—Vete.— Dijo, intentando hacer fuerza para poder cerrar la puerta por completo, pero Minho logró abrirla sin parecer hacer esfuerzo alguno. Después de Minho entrar en el baño, cerró la puerta.
—¿Qué te ha pasado, Sung?— Preguntó calmado, pero eso hizo el efecto contrario en el otro. Se mantenía terco sin responder, giró su cabeza para no tener que mantener contacto visual con el otro cuerpo. Minho chasqueó la lengua. —Jisung.— Llamó. Y al no obtener respuesta, se acercó al menor y tomó su mentón con firmeza, haciendo que el pequeño lo mire.
—Jisung, respóndeme y mírame cuando te hablo, ¿entiendes?— Jisung quería gemirle como una perra ahí mismo por el tono se voz que utilizó el otro. Pero no, tenía que seguir enfadado con el mayor. Lo miró de mala gana, suspirando.
—¡¿Que que me ha pasado?! ¡Hombre, no es bonito verte estar tan pegadito a otro omega!— Chilló, Minho suspiró.
—¿Por qué eres tan celoso?—
—¿Por qué tú estás tan pegado a ese?— Reatacó.
Y es que a Minho en realidad le encantaba cuando Jisung se ponía así de celoso. Él quería que Jisung solo lo quisiera para él, y no lo comparta con nadie. Y eso era lo justo que el pequeño hacía. Por eso sonrió.
—¡Encima te ríes! ¡Minho, tomátelo enserio, joder!— Reprochó al mayor, empezando a golpearlo en el pecho. Minho dejó que el omega siguiera con su rabieta por unos segundos.
Pero después lo estampó contra la pared, comenzando a besarlo brutamente. En sus brazos y manos ya se podían hacer notorias las venas. Dirigió sus manos hasta los muslos del pelinaranja, elevándolo de ahí y lo cargó en brazos, teniendo de soporte la pared. Jisung enrolló sus piernas en la cintura del Alfa, sus dedos se enterraron en las hebras castañas del mayor.
—Demuéstrame que solo me quieres a mi.— Pidió en un susurro (que parecía un jadeo) entre el beso.
Minho no dió respuesta, estaba demasiado ocupado devorándole los labios. Hizo menos fuerza para bajar un poco al menor, haciendo que quede el culo de este justo en la entrepierna de Minho, donde había una gran erección ansiando por ser aliviada. Jisung se frotaba con descaro contra el pene erecto, emitiendo algunos gemidos justo en el oído del castaño.
—¿Estás buscando que te folle el culo, Jisung? ¿Eso es lo que quieres?— Habló agitado el mayor. Jisung automáticamente asintió, acto seguido se mordió el labio inferior con fuerza para no soltar un gran gemido necesitado, pues el mayor le había dado una buena palmada en su culo. —Respóndeme cuando te hablo.—
—¡Sí, Minho! ¡Quiero que me folles el culo hasta que no pueda soportarlo más! ¡Hasta que acabe destrozado! ¡Destrózame, Lee Minho!— Y eso fue suficiente, Minho empezó a arrancarle la ropa una por una. El culo de Jisung estaba excesivamente mojado, su palpitante entrada pedía ser llenada en cuanto antes. Jisung se sostenía con las manos de los hombros del Alfa, y su espalda recargada sonre l pared.
Aunque la entrada ya estaba o lucía bastante bien lubricada, Minho se escupió en dos de sus dedos, para después introducirlos sin piedad en aquel agujero. Mierda, Jisun se correría sin haber tenido una polla dentro aún. Pero es que el mayor era tan dominante, hacía lo que quería con él, sin preguntarle, sin antes pedirle permiso. Le gustaba ser dominado por Minho, quería obedecer siempre a Minho. Gemidos necesitados salían sin permiso desde el fondo de su garganta.
—Silencio.— Ordenó Minho, siendo prontamente obedecido. Jisung optó por colocarse sus manos en la boca y acallar todos aquellos chillidos ahí.
Jisung estaba siendo un multiorgasmico con esos dos simples dedos, sentía aquel cosquilleo en el vientre que lo avisaban de que se correría rápido. Una corriente eléctrica recorrió su cuerpo, dándole punzadas desde los dedos de los pies hasta su cabeza, produciéndole varios espasmos. Minho notó esto, y decidió dejarlo al borde del orgasmo cuando salió de él, robándole un jadeo por la sensación de vacío.
Minho desabrochó su cinturón con su mano libre, ya que con la otra sujetaba a Jisung sin esfuerzo alguno. Tomó las muñecas de Jisung juntas y las ató a presión para dejarla inmóviles.
—No quiero escucharte, no uses tus manos, cállate tú.— Impuso con voz demandante. —Jisung, ¿lo has entendido?—
—S-sí...— Tartamudeó.
—¿"Sí" que?—
—Sí, Minho.—
—Eso es.—
Rápidamente se bajó los pantalones hasta los tobillos, alineó su venoso miembro con la entrada de Jisung, y de una sola estocada entró. Embistiéndolo profunda y violentamente. Jisung cerraba su boca, ahogando esos chillidos mezclados de dolor y placer en su garganta, haciéndolo menos audible. Lloraba en silencio, nublado por el gusto. Minho jadeaba y sonreía satisfecho.
—Mi niño es un buen chico.— Dijo, como si estuviera premiándolo.
Unas cuantas embestidas mas sirvieron para correrse pronto. Jisung estaba tan perdido que sus ojos se iban para atrás y los dejaba en blanco. Minho estaba más que satisfecho con la sumisión del otro. La habitación llena de feromonas alteradas, era algo que los cegaba. Convirtiéndose en uno solo.
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