No encontraba en sus ojos miradas de ningún tipo.
intentaba atravesar, como lo había hecho siempre, sus pupilas y llegar hasta lo más profundo de su ser, pero no había caso. Graham se iba.-no lo entiendo, no te entiendo...
-Damon, haces que todo sea más difícil
-¿difícil? ¡nos estás abandonando! ¿podes pensar en Simón? él te adora, ¿que le voy a decir?
-por favor...
-¿podes pensar en mi?
Graham cerró la maleta y miró al hombre que amaba desde hacía más de siete años.
estaba allí parado, con grandes ojeras en sus ojos, llorando asustado y sintió como su corazón se volvió una miniatura.-mi familia...-murmuró. estaba perdido, la cabeza rebalsaba de pensamientos
-nosotros-le interrumpió Damon llorando-nosotros somos tu familia, somos tu esposo y tu hijo, y nos estás dejando...
-voy a pasarte dinero, no les va a faltar nada-respondió él poniéndose de pie
-¡me importa un carajo tu plata! no la necesito, te necesito a vos, siempre fue asi
-por favor, perdoname
-¿cuando me dejaste de amar?
-nunca
-entonces no seas estúpido, quedate en nuestra casa,con nuestro bebé
-tengo que hacer esto, Damon-le dijo sintiendo como cada letra de esa frase le rompía la garganta.
Caminó hasta la puerta escuchando a Simón llorar y el impulso le gritó que volviera, pero no lo hizo, atravesó el umbral y se fue de casa.