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POV Damon

Después de lo que parecía ser la peor noche de toda mí vida,llegó la mañana.

Ninguno de los dos pudo dormir, estuvimos horas peleando, llorando, yo intentando entenderlo y él intentando explicar algo que no tenía ni pies ni cabeza.

-no lo entiendo, no te entiendo...

-Damon, haces que todo sea más difícil

-¿difícil? ¡nos estás abandonando! ¿podes pensar en Simón? él te adora, ¿que le voy a decir?

-por favor...

-¿podes pensar en mi?

Lo vi cerrar la maleta que había preparado y luego me miró a mi, pero en sus ojos no había nada, era como mirar a un abismo vacio.
yo estaba allí parado, afuera llovía y pese a que él me abandonaba no podía dejar de pensar que saldría a la calle bajo esa lluvia y que podía enfermarse, no podía dejar de pensar en eso.

-mi familia...-murmuró intentando explicarme algo inexplicable, lo había intentado toda la noche, pero yo no podía entenderlo, no podía aceptar que de pronto no nos quisiera más en su vida

-nosotros-le interrumpi, estaba llorando pero no por eso sonaba tranquilo o sumiso, estaba furioso-nosotros somos tu familia, somos tu esposo y tu hijo, y nos estás dejando...

-voy a pasarte dinero, no les va a faltar nada-respondió él poniéndose de pie

-¡me importa un carajo tu plata! no la necesito, te necesito a vos, siempre fue asi

-por favor, perdoname

-¿cuando me dejaste de amar?-le pregunté sintiendo un nudo bajando por mi garganta, no podía respirar y pese a que no quería escuchar su respuesta, la necesitaba, necesitaba que me dijera cualquier cosa, que no me amaba, que amaba a alguien más, algo, cualquier cosa que pudiera mínimamente justificar lo que estaba haciendo

-nunca

-entonces no seas estúpido, quedate en nuestra casa,con nuestro bebé

-tengo que hacer esto, Damon-me dijo, repetía eso como una lección escolar, de memoria, como si la hubiese estudiado una y otra vez

Simón tenía entonces dos años, era un chico alegre e independiente, no solía llorar casi nunca. sin embargo esa mañana su llanto proveniente de su habitación, la habitación que ambos le habíamos preparado con todo el amor del mundo, detuvo nuestra discusión.
Nos miramos, supimos que no era habitual ese llanto, era como si entendiera lo que pasaba.

-Graham, por favor,no sé que te pasa pero lo podemos resolver juntos, juntos ¿te acordas? podemos con lo que sea si estamos juntos

Intentaba aferrarme a la esperanza de que simplemente se quedara, pero sabía que no iba a pasar, ese hombre, el hombre que había elegido hacía ya más de siete años, con quien decidí casarme y formar una familia, había desaparecido.
Ni siquiera podía ver a quién era antes, no era ese empresario autoritario y frio, era un hombre completamente nuevo y cruel, parecía haberme desterrado de su mente.

-lo siento mucho

-no lo sientas, Graham, quedate

Lo vi debatir con su mente unos segundos más, y entonces simplemente salió de mi vista.
Me quedé allí, limpiandome las lágrimas rápido pues escuchaba los pasos de Simón acercándose.

-papi-dijo llorando mientras estiraba sus brazos para que lo tome entre mis brazos. lo hice y lo abrace, yo no podía derrumbarme, había asumido el compromiso de cuidarlo y eso haría, con o sin Graham.

PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora