POV Damon
Intenté olvidar lo mejor posible la discusión con Graham, no podía dejar que eso perjudique a Simón de ninguna forma, pero además me debilitaba a mí, él y yo nunca habíamos peleado de esa forma, yo nunca había golpeado a nadie, era algo nuevo que no quería en mi vida ni en la de mi hijo y pensar en ello me ponía triste.
El tiempo siguió pasando entre el trabajo, los abogados y la paternidad; a veces estaba tan cansado que a penas apoyaba la cabeza en la almohada caía rendido en sueños profundos sin recordar que día era.
Aquél día fue uno de esos. Desperté y Noel no estaba conmigo. era temprano, pero ninguno trabajaba ese día, lo único que debía hacer era llevar a Simón al jardín y después volver a meterme en la cama con Noel, era todo lo que quería.
Me estire para apagar la alarma y escuché el murmullo en el pasillo, Noel le decía a Simón que debía permanecer callado para sorprenderme.Inmediatamente me tape y cerré los ojos fingiendo dormir para no arruinarles la sorpresa a mis chicos.
Escuché la puerta abrirse y los pasos lentos de los dos acercándose a la cama.
apoyaron algo en la mesa de noche y luego sentí el cuerpo de Simón subiendo junto a mí para luego abrazarme inundando mi nariz con su habitual perfume de coco.-¡feliz cumple papi!-gritó encima mío aún con sus bracitos a mi alrededor
Ni siquiera recordaba que era mi cumpleaños y tardé algunos segundos en hacer los cálculos mentales, pero así era, ese día cumplía años.
Abrí los ojos y los vi a los dos junto a mí, habían preparado un desayuno sorpresa solo para mi (aunque Simón terminó comiendose las galletitas de chocolate que habían horneado).
junto al desayuno había un dibujo de Simón, éramos nosotros dos rodeados de dinosaurios.Abracé a mi hijo y le agradecí, y mientras él encendía la televisión del cuarto para ver sus caricaturas, Noel me besó.
-feliz cumpleaños, bebé
-creo que justamente bebé no soy-le dije sonriendo antes de besar de nuevo esos labios que me encantaban
-sh, dejame mimarte, lo mereces
Él se sentó a mi lado, dispuesto a beber su café matutino, y sus palabras rebotaron en mi mente unos minutos.
"ser mimado" "merecer ser mimado" no me había dado cuenta el tiempo que había pasado desde la última vez que alguien me había mimado, y ni siquiera consideraba merecerlo, era un poco triste.Los tres desayunamos hablando de la celebración de la noche. yo no había tenido tiempo en organizar nada, pero una cena en casa de Noel estaría más que bien pese a que Simón no estaría allí.
Más tarde preparé a Simón para el jardín y me aliste yo mismo, me había olvidado de que esa tarde había quedado en salir con mi hermana.
Cuándo estuvimos listos nos subimos al auto de Noel, que iba a su casa pues tenía algunos asuntos, y al llegar a la puerta del jardín Simón se cruzó de brazos.
Desde que tenía el pelo corto se negaba a ir al jardín, sentía vergüenza.
los primeros días le permití faltar, pero ya no podía hacerlo. había intentado que entendiera que el pelo iba a crecer y que más allá de eso, el corte no era feo, pero él sufría por sus rulos.
le había comprado un gorro de lana que tenía dos orejitas como las de un oso. a él le había gustado pero me parecía que llevarlo al jardín le avergonzaba, así que ahí estaba, con su gorrito puesto y totalmente negado a bajar del auto.-no quiero
-hijo, tenes que ir al jardín, te compré el gorrito
-es tonto-gritó quitandoselo