Unknown [Fred Weasley]

10

Erin salió de la sala común de Slytherin con paso firme, dejando atrás la tensión y la confrontación con Draco. Necesitaba un respiro y un lugar tranquilo donde pudiera relajarse y despejar su mente. El sonido de sus pasos resonaba en los pasillos vacíos mientras se dirigía hacia el Lago Negro, donde esperaba encontrar un ambiente algo más sereno.

El camino hacia el lago estaba iluminado por la tenue luz de las antorchas que colgaban de las paredes de piedra. Las sombras danzaban a su alrededor, creando una atmósfera misteriosa y reconfortante al mismo tiempo. Erin respiró hondo, tratando de liberar la tensión acumulada en su cuerpo.

Cuando llegó a las orillas del Lago Negro, una suave brisa acarició su rostro, trayendo consigo el suave aroma a humedad y naturaleza. Los reflejos de la luna se deslizaban sobre la superficie del agua, creando un espectáculo de luces plateadas que parecían danzar al ritmo de las suaves ondas.

Allí, bajo el cielo estrellado, Erin divisó a dos figuras familiares. Harry y Neville estaban sumidos en una conversación profunda. Al ver a Erin acercarse, ambos chicos levantaron la vista y le ofrecieron una cálida sonrisa, como si hubieran estado esperando su llegada.

Erin había conocido a Neville una noche que Ginny la invitó a pasar el rato en la sala común de Gryffindor. Era un chico muy amable, y como a ambos les gustaba la naturaleza no tardaron en hacer buenas migas.

-Hola, Erin. ¿Todo bien? -preguntó Harry, notando la expresión cansada y enfadada en el rostro de la joven.

-Estoy mejor ahora. Acabo de tener un encontronazo con Malfoy en la sala común de Slytherin, pero he preferido salir antes de que las cosas se pusieran peor. -Respondió Erin, dejando escapar un suspiro de alivio.

Neville asintió comprensivamente y compartió su propia experiencia.

-Yo también he tenido mis problemas con algunos de los Slytherins. Es triste, pero parece ser que hay pocos que no son sumamente estúpidos. De hecho, a veces pienso que Alex es la única en toda la casa que se comporta diferente, al menos si la comparamos con Malfoy, ¿verdad? -Erin asintió y sonrió, agradecida por la amistad que había encontrado en Alex, una miembro de Slytherin que rompía con todos los estereotipos de la casa de las serpientes.

-Sí... Me ha ayudado bastante a adaptarme en Hogwarts. Es agradable encontrar a personas que no te juzgan por tu origen o familia. -Harry escuchaba atentamente toda la conversación entre sus amigos. 

La conversación se desvió hacia el Torneo de los Tres Magos, tema que ocupaba las mentes de todos los estudiantes de Hogwarts.

-Hablando de problemas, ¿cómo llevas la primera prueba? ¿Tienes alguna estrategia en mente? -Preguntó la rubia al de gafas. 

Harry se frotó la nuca, mostrando cierta preocupación en su rostro mientras pensaba en las inminentes pruebas del Torneo de los Tres Magos. Erin podía ver cómo su amigo estaba cargado de incertidumbre y ansiedad.

Erin llevaba pensando en el pobre Harry y en toda la parafernalia del torneo desde que el pelinegro salió elegido como uno de los campeones de Hogwarts. Su mente se inundaba de pensamientos y preguntas sobre el Torneo de los Tres Magos. Aunque no participaba en este, no podía evitar sentirse inquieta por lo que estaba por venir y por lo que su nuevo amigo tendría que soportar.

-La verdad es que no tengo ni idea de lo que nos espera en la primera prueba. -hizo una pausa para pensar lo que diría a continuación. -Espero que no se hayan pasado con las pruebas, porque no me apetece morir con catorce años, siendo sincero. -empezó a juguetear con algunas briznas de hierba, arrancándolas e intentando trenzarlas. 

-Estoy segura de que todo saldrá bien, Harry. Los organizadores del torneo deben tener precauciones y medidas de seguridad para asegurarse de que nadie resulte gravemente herido. Además, los profesores y el director Dumbledore estarán vigilando de cerca las pruebas. Dudo mucho que os pongan en peligro, no creo que quieran cargar con el peso de la muerte de un adolescente sobre sus hombros. -Erin intentó infundir ánimo y tranquilidad en Harry, consciente de la preocupación que lo embargaba. Esperaba transmitir confianza a su amigo.