Prefacio

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Perspectiva de Egan

Canción: In My Blood, Shawn Mendes

2 años antes.


          No sé cuánto tiempo llevo aquí sentado. Me encuentro totalmente absorto en mis pensamientos mientras admiro el oleaje del mar. Estoy completamente ebrio y no tengo idea de cómo llegué a la playa.

          He viajado a Palios junto a mi padre y mi mejor amigo para ser presentado como la nueva cabeza de la familia Nikolaou. Después de la ceremonia me embriagué hasta más no poder, solo quería ahogar este horrible sentimiento. Salí casi corriendo del lugar, todo me abrumaba y quería gritar muy fuerte.

           La verdad es que me alegra sacar al idiota de mi padre de su puesto, pero eso significa que ya no hay vuelta atrás, ahora es real. Esta será mi única realidad y jamás podré escapar de este mundo. Llevaré la corona convirtiéndome en uno de los malditos cinco grandes de la mafia y mis manos siempre estarán manchadas de sangre.

          Cierro mis puños con fuerza, sintiendo que voy a explotar, cuando una música me distrae. Desvío mi mirada del océano hacia una pequeña pérgola, donde veo una chica bailando. Me quedo embelesado, parece que estuviera flotando, un ave volando. Nunca había visto ni sentido algo parecido. La chica me logra traspasar sus sentimientos con su baile; libertad, fuerza y coraje.

         Ni siquiera noto que mis pies han comenzado a caminar hacia ella. Es como si tuviera un imán que me atrae.

         «¿Quién eres pajarito?»

          La canción termina y ella frena sus movimientos, quedándose con sus ojos cerrados, disfrutando del momento. Cuando los abre los detallo a profundidad, uno es de color azul y el otro café. Su mirada tiene una intensidad que me hace desearla como nunca he deseado a nadie. 

          Sé que decirlo es algo raro e incluso patético, pero creo que ella está aquí por mí. Creo que ella está bailando solo para mí, para entregarme un mensaje. Quiero acercarme, preguntar su nombre y conocerla. Definitivamente quiero verla bailar otra vez.

           Voy a hablarle cuando la voz de Hiroki me trae de regreso a la realidad.

          —¡Aquí estás cabrón! —dice pasando su brazo por sobre mi hombro —. Fue difícil encontrarte, creí que estarías vomitando en un basurero. Vamos, tu padre nos espera.

          —Joder, sólo quería estar solo por un momento— respondo frotándome el cabello—. Vale, vamos.

          Vuelvo a centrarme en la pérgola, pero ya no está la chica y tampoco suena una canción.

          «¿Fue una alucinación?»

          —Rápido Egan, no quiero que tu padre se enfade—reclama Hiroki.

          La música aún resuena en mi cabeza mientras camino confundido hacia el vehículo que ha llegado para llevarnos al hotel.

          «Gracias pajarito. Espero volver a verte», pienso antes de caer dormido sobre el asiento. 

Canción: Unstoppable, Sia

Canción: Unstoppable, Sia

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El Demonio que OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora