Capítulo 9

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Perspectiva de Marina

Canción: The Greatest, Sia.


          Sale por la puerta y escucho como coloca el seguro. Estoy que echo humo por la cabeza, es un maldito cretino Egan Nikolaou. A veces se comporta como un hombre aterrador y otras como un niño tonto.

          Pensé que se molestaría por lanzarle la comida, jamás se me pasó por la cabeza que me respondería, pero ahora aquí estoy, cubierta de ensalada. Sin importarme mi aspecto me vuelvo a sentar a la mesa y como la comida que aún queda. Debo hacerlo con mis manos, pues el cabrón no me ha dejado cubiertos.

          Después de quedar satisfecha y limpiarme la ensalada del cuerpo, sé que es momento de ponerme en acción. El bruto dijo que asistiría a un evento y luego volvería por mí. No sé por cuánto tiempo más estaremos en Alcander, pero debo actuar de prisa e idear un plan de escape antes de que pueda trasladarme su país. Eso quiere decir que, tristemente, solo cuento con este preciso momento para planificar todo. Tengo que aprovechar que no están conmigo ni Egan ni Hiroki.

          Debo pensarlo muy bien, pues de seguro dejó seguridad en el edificio.

         «Tendré que crear una distracción»

          Me dirijo a la puerta y compruebo que se encuentra cerrada por fuera.

          —Pero que maldito — digo entre dientes —. Si hubiera una emergencia, me muero aquí encerrada.

          Eso último me da una idea. Si hay una emergencia, los guardias no tendrían otra alternativa que abrir las puertas y dejarme salir. Pero ¿qué emergencia podría haber? Alzo mi vista hacia el techo y veo el detector de humo.

          —Bingo — digo sonriente.

          Iniciaré un incendio en la habitación, me esconderé en algún lugar de la sala y cuando suenen las alarmas y los guardias ingresen, intentaré escapar. Espío por la ventana y realmente estamos muy alto.

          «Son muchos pisos» me digo a mí misma.

          Si corro al pasillo, lo más sensato sería bajar por las escaleras en vez de esperar el ascensor, pero eso sería muy tardado. Quizás podría bajar algunos pisos por las escaleras y luego apretar el botón del ascensor.

          —Mmm... es muy posible que el bruto dejará a más de un guardia. Si son dos, probablemente se dividan y uno baje para buscarme por las escaleras y el otro por el ascensor — analizo la situación.

           Si es así, debo correr por las escaleras al menos unos cinco pisos, para luego coger el ascensor. Deberé rezar por escoger el ascensor vacío y no en el que se encuentre bajando el guardia.

          «Necesito bajar esos pisos sin ser vista»

           Para eso requiero que los guardias se queden la mayor cantidad de tiempo posible en la suite. Intentaré trabar la puerta de la habitación con algo y así, mientras ellos se enfocan en abrirla, me dará tiempo de bajar por las escaleras.

          Una vez que llegue al lobby, correré fuera del hotel y me ocultaré en las calles, hasta dar con una estación de policías para poder denunciar a todos estos malditos.

          Sé que mi plan tiene muchas falencias y debería pensarlo mejor, pero no tengo mucho tiempo. No sé cuándo volverá Egan, debo actuar ya.

          Doy vueltas por toda la habitación y el salón buscando algo que me ayude a iniciar el incendio. Finalmente, en el baño, cerca de unas velas aromáticas, encuentro un paquetito de fósforos de cortesía.

El Demonio que OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora