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⚠️ 𖥦 TRIGGER WARNING: Conductas ligeramente agresivas. Gritos etc. (no golpes/agresión física.)

─ Al Haitham

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─ Al Haitham.. ─ el hombre rubio había entrado a la casa, estaba algo serio. Usualmente no le hablaba con un tono tan bajo, solía ser más escandaloso. Incluso sus manos se mantenían en calma.

El escriba ojeaba un libro antiguo en tranquilidad, dedicándole una mirada al arquitecto, esperando a que hablase.

─ Hoy fuí a abonarle a mi deuda con Dori. ─ dijo, sin añadirle más detalles. Parecía costarle.

─ Mhm. ─ hizo un pequeño sonido para que prosiguiera. Ya tenía el presentimiento de como sería el resultado de aquella conversación, se preparó mentalmente para ello desde que se atrevió a hacer cosas que quizá no debía.

─ La deuda está completamente saldada.. el recibo no tenía un nombre que conozca, pero por casualidad, es tu letra. ─ mientras más avanzaba esa "conversación" la tensión crecía en el ambiente, cosa que podía acabar mal, o muy mal.

─ Hay mucha gente en Sumeru, podría ser cualquier persona que no sea yo. ─ contestó, tratando de ser evasivo. Sus dedos se deslizaron entre las páginas, tratando de aparentar que le restaba importancia. En su interior se sentía algo.. inquieto.

Hubo un corto silencio, mientras el ceño del rubio comenzaba a arrugarse, parece que aquello en vez de ayudar, empeoró todo, y no de forma leve.

─ Tu letra, para pagar esa deuda había que ser adinerado, y ¡oh, sorpresa!, lo eres. Por último, conoces perfectamente mi situación. ─ con cada segundo comenzaba a sonar algo más enojado. ─ No me trates como a un estúpido que no se da cuenta de nada, Haitham.

─ Nadie te trató como tal, lo eres de por sí, Kaveh. ─ contestó de forma tajante al no saber como escapar. Comenzaba a irritarse. Las discusiones serias le generaban estrés, no eran comparables a los dimes y diretes que tenían de vez en cuando por mero vicio o entretenimiento.

Kaveh, soltó un gruñido, no eran los usuales que escuchaba durante sus pequeñas riñas, era uno más agresivo, que reflejaba frustración, penitencia, sobretodo enojo e ira. Sus puños se apretaron levemente, antes de contestarle.

─ Escúchame bien. ─ espetó alzando un poco la voz.

Aquel libro se cerró con fuerza, generando un pequeño estruendo en la sala. Con calma y respirando hondo, lo posicionó al lado suyo, regulándose, ya que estuvo al borde de lanzarlo. Era algo sensible a los gritos, y sin sus auriculares se volvían el pleno infierno para él.

Bᥲᥴk h᥆ᥣᥱ ᥲᥒd h᥆r꧑᥆ᥒᥱ᥉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora