EXTRAVIADO

Capítulo 8: Hospedados en el Rubí

Pasaba del mediodía cuando por las periferias de los senderos las casas se hacías cada vez más frecuentes, un claro indicio que se estaban acercando a la Gemma Escarlata. Este pequeño poblado era famoso por tener un extenso puerto en el inmenso río navegable y un pintoresco barrio rojo. En el puerto se encontraban todo tipo de embarcaciones, algunas destinada al comercio y otras para traslado de pasajeros. Era de amplio conocimiento que no todas aquellas embarcaciones eran legales o se dedicaban al trabajo honrado, siendo estas últimas la minoría del lugar, sin embargo, no se podían erradicar algunas zonas y lugares hostiles. El barrio rojo que se encontraba en las inmediaciones del puerto contaba con algunas atracciones como algunos espectáculos especiales, ferias de juegos y zonas de comida que daban un toque vistoso. Entre las casas que componían el barrio rojo se encontraba una muy especial, una casa donde era conocida por los Yokais para ingresar a cierta zona sin guardar apariencias, provocando que la entrada sea extraordinariamente privilegiada, "El Rubí" sin dudas es un lugar muy exclusivo.

Al llegar a la cuidad, Kyojuro y Akaza en forma femenina se dirigieron al puerto para reservar los boletos en la embarcación Wisteria. Siguiendo el plan, debían apartar una habitación matrimonial. Las habitaciones se encontraban reservadas casi en su totalidad, la proyección de Tengen en llegar el día anterior para conseguir los boletos fue muy acertada. Al llegar a la ventanilla para adquirir sus entradas, el cazador busco entre sus ropajes el dinero para pagar. "Muy buenas tardes, quiero comprar unos boletos para la embarcación de pasajero Wisteria"

El hombre de la ventanilla era un señor con anteojos vestido de uniforme, quien asistió y buscó entre las hojas de un cuaderno "Joven, quedan pocas habitaciones, ¿tiene preferencia por alguna?".

Kyojuro sonrió "He contraído recientemente nupcias, de preferencia una habitación matrimonial con mucha privacidad"

Los colores subieron en la cara del kitsune, bajo la atenta mirada del vendedor.

El señor solicitó sus nombres para apuntarlos en el libro, cobró el dinero al cazador y sonriendo hacia el rubio "Lo felicito por su compromiso, tiene mucha suerte de tener una esposa tan hermosa y delicada, espero que puedan disfrutar las instalaciones de nuestra suite de recién casados".

Kyojuro devolvió el agradecimiento, aunque las palabras "hermosa y delicada" estaban haciendo eco en los oídos de Akaza, enfureciendo al kitsune mientras se retiraban del lugar, pero la mano del rubio se deslizó por su cintura y lo atrajo a su cuerpo, cuando ambos conectaron sus miradas, Kyojuro acunó una de sus rojas mejillas "Amor, ¿te sientes bien?, estas algo roja ¿necesita algo para mejorar su estado?"

La ira del kitsune fue apagada en un parpadeo, recordó también que debía mantener el disfraz, bajó un poco la mirada "estoy algo sedienta".

El rubio miro a su alrededor y llevó a Akaza a una banca, "Espera un poco, traeré algo para beber y después nos iremos a almorzar".

Cuando el cazador salió en dirección a unos locales, el kitsune se llevó ambas manos al rostro, Kyojuro era demasiado atento, además de formal y educado, que era difícil distinguir cuando estaba actuando como un esposo ejemplar o cuando realmente era él. Soltó un bufido de frustración, esta situación no lo ayudaba con sus planes. Los minutos pasaron y él quería concentrarse para pensar en algo que pudiera ayudar en su situación, pero los murmullos y luego ver que era el centro de atención de muchas personas lo puso nervioso.

En eso tres jóvenes hombres se pusieron en frente de la peli-rosa, los tres tenían el pelo largo y lacio. Uno de ellos se acercó para hablar "Una bella dama no puede estar sin acompañante por estos lugares peligrosos, por favor, permítame estar a su lado para que los maleantes no sean tentados a ..."