El Plan no Fue Transmigrar || YIZHAN

Capítulo 23: ¿No Sientes Vergüenza de Decir esas Cosas?

Xiao Zhan sentía su corazón latir a mil, sobre todo después de todo lo ya vivido con Yibo. Es que las cosas simplemente no podían ser lo mismo. Algo nuevo brillaba desde su interior.

Algo llamado amor.

No como lo sentía antes, porque esta vez no habían barreras ni excusas. Se gustaban y no podían negarlo.

Incluso un ciego podía verlo. (Cof cof Xiao Xing Chen)

Xiao Zhan estaba distraído en sus pensamientos que no respondió a los insistentes llamados de Jiang Cheng hasta que este le diera un golpe en la parte posterior de la cabeza.

―¿En qué estás pensando tanto que no me respondes? ¿O de verdad te quedaste sordo?

Xiao Zhan se frotó la cabeza y volvió su mirada agraviada hacia él.

―Tu cariño es doloroso, sé más gentil ¿Quieres?

―Lo haría si prestaras atención ―suspiró y continuó ―aunque no nos guste, a ella parece hacerle feliz la idea. De todas formas no hay nada que pueda impedirlo ahora.

Xiao Zhan se sintió perdido por un momento. 

―¿De qué estás hablando?

―He estado hablando durante varios minutos, ¿Todo este tiempo no me has escuchado? ―se levantó furioso de su sitio dispuesto a salir pero antes agregó ―la boda será en tres días, más te vale estar presente.

Fue entonces cuando una luz se encendió en su cabeza. 

¡Yanli se iba a casar!

Sí, había vuelto a Muelle de Loto hacía algunos días y esa era la razón por la que sentía tanto dolor en el corazón. Extrañaba a Yibo.

Por otro lado, la trama estaba siguiendo su curso misteriosamente. Incluso si algunas cosas cambiaron radicalmente, otras simplemente al parecer eran inevitables.

Esa noche, Xiao Zhan fue a visitar a su hermana para hablar con ella.

Yianli estaba un pórtico que daba a un jardín con lotos, ella miraba la luna llena que brillaba iluminando todo, una vista espectacular. 

―Shijie...

Ella se giró y de inmediato una sonrisa se dibujó en su rostro que tenía un matiz distinto. Tal vez eran los nervios por la boda, o quizás la emoción que estaba conllevaba. Lo cierto era que su rostro brillaba de manera distinta. 

Había una felicidad enmascarada y Xiao Zhan lo dedujo al instante.

No hacía falta preguntar, y sin embargo, él se acercó a ella y tomó sus manos.

―¿Shijie, estás feliz?

Ella asintió y acarició delicadamente el rostro de Xiao Zhan.

―A-Xian se preocupa demasiado, estoy bien. Gracias por preguntar.

―Prométeme que serás feliz ―pidió posando su mano sobre la de su hermana ―que no dejarás que nadie te trate injustamente, y si eso sucediera, me lo dirías. ¿Verdad?

Yanli sonrió y asintió con ternura. Pese a ser menor, su hermano siempre había sido muy protector con ella, se sentía bien ser cuidada.

Las decoraciones en rojo y dorado hacían que la ya majestuosa Secta Lanling se viera a la vez imponente y alegre. Habían guirnaldas que colgaban alegremente de los balcones y los nombres de los novios eran el tema candente de conversación en varios kilómetros a la redonda.

La ceremonia inició y los novios caminaron frente a todos luciendo exquisitas vestiduras, todos ovacionaron la fiesta que daba inicio a un nuevo período de familiaridad entre Lanling Jin y Yumeng Jiang. 

Jiang Yanli y Jin Xizuan se inclinaron tres veces.

Nada pudo haber sido más perfecto, de lejos Wang Yibo miró incansablemente a Xiao Zhan hasta que este se sonrojó. 

Era como si pudiera decirle todo con la mirada. Que esa ceremonia algún día la compartirían ellos. 

Después de las formalidades que conlleva una boda, Jin Guangshan dio una largo discurso de agradecimiento e invitó a todos a beber durante 3 días en celebración al evento. Rebosaba de felicidad y eso se venía en su rostro orgulloso lleno de sonrisas.

Todos se acercaron a los novios a dar sus felicitaciones, familiares y amigos todos deseaban poder expresar sus bendiciones. 

Xiao Zhan, sin embargo, fue secuestrado de la fiesta. 

Cuando dejó de correr porque una mano pálida sujetaba fuertemente su muñeca, sintió una mano firme rodearlo desde la cintura.

Yibo lo había llevado a la entrada de una cueva rocosa no muy alejada.

―¿No temes que descubran nuestra ausencia?

―Bueno, no somos los novios... aún.

Xiao Zhan bajó el rostro entre sonrisas, estaba conmovido y avergonzado al mismo tiempo.

―¿No sientes vergüenza de decir esas cosas?

Wang Yibo levantó coquetamente su rostro sujetando su quijada.

―¿Acaso dije algo que no sea cierto? ―depositó un beso en su mejilla y susurró en su oído ―Gege, eres mío, no pienses en escapar.

Sus labios ansiosos besaron los de Xiao Zhan con dulzura, eran tan suaves y deliciosos. ¿Cómo resistirse a ellos?

Ambos buscaron el calor del otro, abrazándose con lujuria, la necesidad de poseer se intensificó tanto que casi los aturde.

Y cuando el control casi escapa de ellos, un fuerte grito se escuchó a lo lejos.

Se miraron a los ojos y sin decir nada se pusieron de acuerdo en ir a ver qué sucedía. El camino de regreso fue corto, pero el alboroto ya se había formado. Se escuchaban conversaciones a medias pero nada definitivo de lo que estaba pasando.

Xiao Zhan se adelantó corriendo, en su corazón temía por la seguridad de la Shijie de Wei Wuxian, si bien no era su hermana, era una mujer extraordinaria a quién debía proteger.

Mil cosas pasaron por su mente, la imaginación juega cruelmente en situaciones de alta tensión, y las divagaciones no hacían más que empeorar a medida que veía los rostros pálidos de las personas afines a la Secta Lanling Jin. 

¿Qué estaba pasando?

―¡Xizuan-shixiong! ―gritó con desesperación al no ver a su hermana ―¿Qué ocurrió? ¿Dónde está mi Shijie?

―Ella está bien ―respondió notablemente afectado.

A un lado la madre de Jin Xizuan lloraba a gritos, pero más parecía un llanto de rabia.

―Mi padre... él está... él ha fallecido.

Xiao Zhan no podía creerlo. Sus ojos se agrandaron tanto porque según la novela original este evento y la boda no estaban relacionados. ¿Cómo terminó ocurriendo su muerte mucho más temprano?

Xiao Zhan pensó que quizás la causa de muerte era distinta ya que por supuesto estaban en una boda, por más mujeriego, nadie creería que el día de la boda de su hijo pudiese haber hecho algo tan audaz. Jin Guangyao no sería tan tonto.

Sin embargo, se corroboró que esa sí fue la causa de muerte.

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Doble actualización por quienes no desean leer el delicioso ;)