El Plan no Fue Transmigrar || YIZHAN

Capítulo 5: ¿Qué tal si nos bañamos?

Regresaron a los Recesos de las Nubes casi al anochecer, todos estaban cansados, así que cada quien fue a su habitación.

A partir de entonces, después de clases Xiao Zhan desaparecía en las tardes aludiendo que iba a jugar por allí.

Jiang Cheng no estaba contento, pero nunca pudo frenar a su hermano de hacer lo que quería. Era un indomable. Al final sólo optó por asegurarse de que nadie más notara su ausencia.

Wang Yibo en cambio podía hacer lo que quisiera en las tardes. Su tarea era estudiar y hacer cumplir las reglas y con el tiempo le cogió el gusto a la autoridad que tenía.

Ambos se reunían casi en los límites del territorio de la secta donde casi nunca llegaba nadie y allí empezaron a estudiar varios libros de cultivo (no dual po favo) y ponerlos en práctica.

Al inicio fue difícil, ninguno estaba familiarizado, pero pronto las cosas mejoraron y descubrieron que sus cuerpos tenían habilidad innata.

En dos meses ambos podían usar sus espadas de manera decente aunque aún lejos de un nivel pro. También pudieron montar sus espadas.

Sus esfuerzos estaban dando frutos.

Todo sería más sencillo si pudieran libremente solicitar ayuda de alguien más.

Pero esa no era opción, se suponía que ya tenían un excelente nivel para empezar.

—Bo-di, descansemos, estoy agotado.

Wang Yibo se sentó a su lado y echó la cabeza hacia atrás. Su mirada en el cielo azul que poco a poco se iba apagando.

Eran cerca de las siete.

—Zhan-ge, ¿Qué tal si nos bañamos? Recuerdo que se decía que aquí hay una fuente termal que ayuda en el cultivo y la curación de heridas.

—Lo sé, pero esto es una montaña didi, esa fuente termal debe ser helada. Así que paso.

—Vamos Zhan-ge, no seas cobarde, tal vez nos sea de gran utilidad.

Xiao Zhan le dio una mirada sin expresión. Sabía que tenía razón, pero nunca antes se había atrevido a bañarse con agua fría.

Esto iba a ser una tortura.

Se dirigieron a la fuente y por fortuna no había nadie más. Se quitaron la ropa hasta quedar solamente con la última prenda que cubría sus joyas familiares.

Wang Yibo fue el primero en entrar. El agua estaba fría, pero al mismo tiempo había algo que la hacía tolerable, una especie de energía revitalizante

—Bo-di, ¿Qué tal está? ¿Está muy helada?

—Ven, Zhan-ge, no está tan mal como pensábamos.

Extendió su mano hacia su compañero y este comenzó a entrar lentamente en el agua.

—¡Mierdx! ¡Qué frío está! Mejor me voy.

Yibo lo detuvo abrazándolo por la espalda.

—Zhan-ge, espera un momento, te acostumbrarás pronto. La incomodidad pasará. (Juro que yo misma mal pensé esto 7u7)

Xiao Zhan frenó su intento de fuga. Pero ¿Por qué se tornaron rojas sus mejillas? ¿A dónde rayos viajó su imaginación? Afortunadamente Yibo no podía verlo o se burlaría de él sin piedad.

—Ya entendí, suéltame, ahora tratemos de meditar.

Meditaron una hora y los resultados fueron increíbles. La energía que fluía por sus venas espirituales era descomunal.

La fuente termal les dio un gran avance.

—¡Didi, creo que encontramos la piedra filosofal!

—Si, bueno, algo parecido. Debemos venir más seguido.

Ambos comenzaron a juguetear con el agua de tanta alegría. Hasta que Yibo perdió el equilibrio y cayó sobre Xiao Zhan sobre una roca.

Dolió un poco, pero sus cuerpos ahora eran más fuertes.

—¿Estás bien, gege? —preguntó muy cerca del rostro de Xiao Zhan.

Este asintió levemente. Ambos se miraron fijamente, como si el tiempo se hubiese detenido. Había un extraño magnetismo que hizo que ambos se acercaran más, sus respiraciones se mezclaron. Sus labios a pocos centímetros.

Hasta que unos pasos se escucharon muy cerca y rompieron el encanto.

Ambos abrieron los ojos, estaban desnudos en una posición que dejaba mucho a la imaginación.

Cuando se movieron fue demasiado tarde, alguien ya los había visto.

¡Qué vergüenza!

No hicieron nada, aun así Xiao Zhan estaba sumamente avergonzado.

—Wang Ji, joven maestro Wei. Así que aquí estaban.

Lan Xichen se recuperó bastante rápido de su shock inicial. Dio paso a un saludo normal mientras desviaba la mirada.

—Hermano —saludó Yibo, parándose correctamente.

—Zewu-jun —dijo Xiao Zhan.

Lan Xichen tosió levemente un par de veces.

—Esperaré a que se vistan para hablar —dicho esto caminó alejándose un poco para darles espacio.

Xiao Zhan y Wang Yibo se vistieron tan rápido como pudieron.

—¿Y ahora? ¿Qué le decimos? —preguntó Xiao Zhan preocupado.

—Gege, tengo una idea ¿Y si le decimos que estamos juntos? En la novela el hermano de Lan Zhan apoya su relación, además así podría ayudarnos a reunirnos sin necesidad de ocultarnos como amantes.

—No lo sé, ¿Y si arruinamos algo en la trama? Me preocupa que las cosas se salgan de control.

—También a mí, pero nos vio en una pose rara. Incluso si le digo que fue porque me caí. ¿Crees que lo creerá?

—¡Así fue cómo pasó!

—Ya sé, pero...

Se terminaron de vestir y fueron al encuentro de Zewu-jun. Este los recibió con una sonrisa que ninguno de los dos supo cómo interpretar.

—Hermano —dijo Yibo.

—Veo que tú y el joven maestro Wei se han vuelto muy cercanos. Me alegro por ti.

—Zewu-jun, puede que haya un malentendido. Lan Zhan y yo somos amigos solamente.

Lan Xichen sonrió aún más, nadie entendía qué estaba pasando por su cabeza.

—Maestro Wei, la felicidad de mi hermano es la mía. Puedo asegurarle mi completa discreción.

—Gracias Zewu-jun —dijo Xiao Zhan no entendiendo del todo el significado detrás de esas palabras.

—Bajemos, Wangji. El tío está buscándote porque tiene algo importante que hablar contigo.

—Mnh.

Los tres caminaron hasta donde se ubicaban los dormitorios. Wang Yibo le dio una mirada a Xiao Zhan y este supo que aún tenía algo de qué hablar, pero obviamente no podía decirse frente a Lan Xichen.

Zewu-jun se dio cuenta de su intención y con una sonrisa dijo:

—Joven maestro Wei, Wangji no tardará mucho en hablar con el tío. Sugiero que lo esperes para que puedan continuar su plática.

Wang Yibo agradeció que tuviera tan buena percepción. Asintió en acuerdo.

—Wei Ying, espérame en el Jingshi.

Xiao Zhan es sintió tímido, de alguna manera la situación se sentía muy extraña.

Lan Xichen, por su parte, se sorprendió por la invitación directa de su hermano. Sobre todo porque invitar a alguien íntimo a esas horas de la noche solo podía significar una cosa.

Tosió un par de veces antes de despedirse de Wei Wu Xian.