Era una noche helada y con viento en Madrid. En el Bernabéu, dónde se había estado trabajando todo el día, solo quedaba Mourinho y Rui.
Jose estaba armando tácticas en pizarras y anotaciones en papeles en su oficina cuando entro su amigo a buscarlo, al sentir la puerta no dejo de hacer su trabajo hasta que Rui hablo - Mou, necesito que me ayudes - le contaba apoyado del marco de la puerta, mirándolo con media sonrisa.
Jose entendió a qué se refería por lo que dejó su papeles y bolígrafos en la mesa y se dispuso a mirarlo - ¿Ahora? - pregunto riéndose, a lo que el otro levanto los hombros en forma de afirmación.
Para ponerlos en contexto, los dos se conocían hacia un poco menos de 15 años, eran los mejores amigos que habían y coincidían en que el otro era su persona favorita. Pero su relación paso de nivel cuando luego de ganar la champions con el Inter, Rui estando borracho y caliente por la victoria, le pregunto a Jose si lo podía ayudar con su excitación. Y así fue como esa noche, encerrados en el vestuario, tuvieron sexo poseídos totalmente por la euforia de la victoria.
Con el pasar del tiempo estás peticiones por parte del menor fueron recurrentes, cuando estaba necesitado lo buscaba para aliviarse y Jose nunca se oponía.
Y eso pasó esa noche, aunque la necesidad por parte del menor, está vez, venía por otro lado. Acababa de salir de un divorcio tormentoso que le había estado consumiendo la energía los últimos 3 meses y recién el día anterior se libero completamente. Se sentía exhausto y quería algo de relajación, necesitaba algo que lo haga sentir bien.
Este cansancio Mou lo notaba por lo que fue hasta donde estaba Rui, apoyado con su hombro en la puerta, y le corrió los mechones de pelo de la cara - ¿Que quieres? - le susurraba, sabía que dependiendo el humor, Rui pedía cosas distintas en la cama, a veces necesitaba sexo fuerte y otras que su amigo lo tratara con amor. - Lento, quiereme un rato - le respondió poniendole la frente en la clavícula, era verdad lo de que se sentía cansado mentalmente.
Mou al recibir la respuesta le beso en cabello y lo llevo de la cadera hasta la punta de la larga mesa que había en la oficina, haciendo que apoye las dos manos en el borde del mueble.
Se posicionó atrás y cerró sus brazos alrededor de su cintura, formando un abrazo y comenzando a besarle el cuello.
Rui cerró los ojos y comenzó a girar para el costado su cabeza, dejándole más descubierto el cuello.
Cómo lo había pedido, todo era lento, los besos, las caricias y los roces. Luego de esta pequeña previa el mayor bajo los pantalones de los dos. - ¿Lento entonces? - ronroneaba en el oído ajeno mientras el menor solo asentía, dándole luz verde para continuar.
Jose preparo su miembro y lo posicionó en la entrada de Rui, antes de comenzar la penetración le puso una de sus manos en el abdomen y con la otra agarro una de las manos que tenía en la mesa.
Comenzó a entrar lentamente mientras Rui se tensaba un poco, apretando su mano y cerrando los ojos. El ritmo de las embestidas que daba eran como a Rui le gustaban en esos momentos, lentas pero duras. Mou levantaba sus caderas con fuerza y bajaba despacio haciendo que Rui se ponga en puntas de pie con cada embestida nueva.
El menor soltaba un ~ah~ cada vez que Mourinho lo llenaba y se aferraba con fuerza a la mesa. Tenía la cabeza baja y sus ojos cerrados, concentrándose plenamente en el placer que le estaban dando.
En una de esas embestidas Mou le comenzó a acariciar el miembro, que estaba demaciado sensible al no haber tenido atención en lo que iba de la noche, lo que hizo que Rui flaqueara en su agarre y termine con sus codos sobre la mesa.
- Agh Ru-Rui estoy... Agh cerca - gemia Jose agarrándolo del pelo - ¿Adentro? - le preguntaba irónicamente porque siempre lo hacía.
El menor también estaba cerca y era un desastre, estaba sudando, jadeando, tenía el cabello todo desordenado, con pequeños mechones pegados en su frente y rasguñaba la mesa.
Cuando las embestidas se tornaron más fuertes pero casi igual de lentas, avisando sus orgasmos, Mou junto su pecho con la espalda de Rui. Los dos jadeaban y gemian mucho el nombre contrario.
Unos minutos más con este ritmo y se vinieron juntos, Jose adentro y Rui sobre su estómago, quedando un rato largo en la misma posición.
- Gra-gracias Mou... Te necesitaba - dijo Rui, con una sonrisa que el otro no pudo ver. - gracias a ti ¿Ya estás mejor? - pregunto dándolo vuelta y haciéndole el cabello para atrás, quería ver mejor su cara. Estaba ruborizado y sonriente. - si si - le confirmo.
Los dos se acomodaron la ropa y fueron a caminar por las afueras del club, con Rui pasándole un brazo por el hombro y Mou sosteniendolo de la cintura.
Fumaron un par de cigarrillos en silencio, disfrutando la noche y su compañía, con Rui robándole besos en la oscuridad a su mejor amigo.
