ONE-SHOTS

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2018

Los años habían pasado entre los portugueses y ese año había comenzado el alejamiento en cuanto a lo romántico. El sexo y los besos eran cada vez menos frecuentes y sobre todo los últimos 5 meses, que tenían loco a Jose, que buscaba una explicación.
A medida que Rui se alejaba Jose más lo buscaba, se le hacía raro que últimamente no cediera a sus provocaciones porque pasaron años, clubes, esposas, novias, ciudades pero ellos siempre se mantuvieron como amantes. Los encuentros fue lo único que no cambio en sus vidas, siempre encontraban un momento para estar juntos y olvidarse del mundo, a pesar de los sentimientos "no correspondidos" por el otro pero en esos meses Rui le esquivaba los besos, no tenía la iniciativa de que pasara algo, se alejaba de los toques y tampoco los provocaba, lo trataba literalmente como su mejor amigos nada más.
Jose por todo esto tenía sus dudas, pasó semanas pensando que lo que le sucedía al menor hasta que un día, antes de dormirse, se le vino a la cabeza la peor duda que podría haber tenido su corazón ¿Rui tenía a alguien más? Esa sola pregunta, que surgió de la nada, internamente lo mato.
Estuvo un tiempo fijándose y analizando el comportamiento del menor hasta que una noche, después del entrenamiento y de que Rui le hubiese rechazado una cena, decidió seguirlo, estaba casi seguro que se encontraría con alguien.
Cuando cada uno partió a su casa y Jose se dispuso a seguir de lejos el carro del menor con el suyo, sin levantar sospechas estuvo manejando 15 minutos pero de un momento a otro empezó a reconocer el camino. Pasaba lentamente por las calles, sin perder de vista al contrario mientras se ponía nervioso, casi sabía a donde estaban yendo y le rogaba a Dios estar equivocado, era imposible lo que estaba pensando.
10 minutos después, lamentablemente, llegaron al lugar que tanto temía: la casa de Aitor.
El vasco estaba viviendo en la misma ciudad en Inglaterra ya que también estaba en un club de allí. Regularmente se veían y hablaban, Jose siempre lo considero como uno de sus mejores amigos por lo que cruzaba los dedos porque esa noche se hayan juntado a comer y no ser la persona que enamoró a Rui.
Sentado, siendo consumido por los nervios, vio como el menor se acercaba a la puerta de la casa con una caja en la mano, rogaba por que fuera un regalo de amigos y algo más.
Se acordaría toda su vida como le dolió el alma cuando vio a Rui esbozar una sonrisa cuando Aitor le abrió la puerta, en la lejanía se veía la felicidad de los dos antes de que el vasco lo tomara de las mejillas y le diera un beso en la boca, mientras Rui con su brazo libre lo rodeo por la cintura para luego entregarle la misteriosa caja, lo más probable es que fueran bombones.

Las lágrimas le rodaron por las mejillas, era cierto que Rui tenía a alguien y ese alguien era su amigo, lo peor es que los conocía a los dos y eso fue la parte que más lo lastimó, sabía que ninguno de los dos iba a salir con alguien más por el simple hecho de poder tener un polvo o algo por el estilo, tanto Rui como Aitor eran de los que amaban y amaban en serio por lo que interiormente sintió, en ese momento justo, que a Rui lo había perdido.
Todas sus teorías y deseos se habían hecho añicos en un segundo, pensó que Rui tendría a algún o alguna amante momentáneo, que querría un rato y luego volvería a ser el de siempre pero al ver lo que vio se dio cuenta lo errado que estaba.

Mientras tanto en la casa del vasco, los dos entrenadores pasaban una noche hermosa, habían comido una cena que Aitor había preparado, Rui le había regalado bombones y ahora veían una película abrazados en el sofá.
Hacía masomenos 5 meses que salían, se habían vuelto a ver después de mucho tiempo y luego de un par de salidas a tomar café se dieron cuenta que sentían cosas por el otro. Rui fue el que más rápido lo asumió, al final a él le gustaban los hombres desde antes, por lo que no tuvo problema en coquetearle desde un principio, en cambio Aitor era la primera vez que sentía cosas por un hombre por lo que dudo al comienzo pero no fue muy difícil que cayera ante el encanto del menor, había sido victima del hombre más lindo y gracioso que había conocido.
Por todo esto Rui se alejó románticamente de Mou, se había enamorado de Aitor y no era una forma de decir, sentía exactamente lo mismo por el que por Jose cuando lo conoció, era el mismo amor y él mismo sentimiento solo que en el vasco sí encontró lo que Mou no le pudo dar, prioridad.
El vasco desde el minuto 1 se entregó a él, no puso peros ni prejuicios en su relación a pesar de estar descubriendo que capaz era homosexual, afrontó sus sentimientos como hombre y lo amo, simplemente eso, lo amo sinceramente.