Eran las 10 de la noche en Barcelona, en un departamento de la ciudad se encontraban Jose Mourinho, segundo entrenador del Barça y Pep Guardiola, capitán de ese equipo.
Era un lugar pequeño, masomenos lo que podía rentar el portugués y el motivo por el que estaban los dos allí, en una situación tan íntima, era porque hacía unas semanas que estaban saliendo, por así decirlo.
La realidad es que los dos eran hombres con sus respectivas mujeres y una relación tradicional, como debía de ser ante los ojos del mundo y al mismo tiempo eran amantes entre ellos. Se habían conocido en el 96 con la llegada del portugués al club y hoy, 3 años después se habían convertido en algo más.
Todo empezó como una amistad normal, entre los dos había química, pero con el tiempo esto cambio. El catalán cayó rendido ante la personalidad fuerte y altanera del segundo entrador y Jose no se pudo resistir a la belleza y la noble manera de manejarse por la vida de Pep.
Por eso esa noche estaban ahí, Mourinho con su seño fruncido viendo y analizando papeles sin parar, sentado en una silla mientras bebía algo de vino y Josep estaba del otro lado de la mesa aburrido, viendo como el portugués no paraba de escribir cosas.
- Mouuu - decia el menor queriendo llamarle la atención pero solo recibió un "mmm", ni lo miro. Decidió caminar hasta donde estaba José y apoyar su mano en los papeles que lo tenían tan ocupado.
- Vamos Josep tengo que trabajar - decía Mourinho tratando de mover esa mano que lo molestaba.
- Ya haz trabajado bastante, préstame algo de atención hombre - se quejaba Guardiola pero el otro seguía queriendo moverlo de ahí así que forcejearon un poco hasta que Mourinho se levantó, quedando cara a cara.
- ¡Josep! ¿Me puedes decir que necesitas? Así puedo seguir - lo reto el mayor.
- A ti - dijo seriamente mirándolo a los ojos, algo que dejó callado al portugués, que normalmente es bastante descarado, pero la respuesta lo tomo por sorpresa.Ante el silencio Pep se agachó un poco para tomarlo en un beso pero José movió su cara, haciendo que su boca termine en su mejilla - No Josep... Tengo cosas que hacer - decía sin moverse el portugués pero de repente sintió como le daban vuelta la cara y lo besaban.
Tardo en corresponder pero a decir verdad también quería, el catalán lo traía loco y más cuando estaba así, con sus brazos enredados en su cuello tomándolo con delicadeza pero queriendo más de el.
Siguieron el beso pasando por toda la casa hasta llegar a la habitación, la situación ya se había tornado fogosa por lo que se arrancaban la ropa el uno al otro. Mou separándose un poco de Pep, que le besaba el cuello, se terminó de sacar los pantalones quedándose con su cinturón entre las manos.
- Josep está muy mal que me distraigas mientras trabajo - dijo serio empujando al catalán cerca de la cama y formando una especie de correa con el cinturón - ahora verás -.
Se posicionó frente suyo, lo tomo fuerte de las caderas, dándolo vuelta y empujándolo a la cama. Los dos estaban prendidos fuego por lo que rápido puso a Pep en cuatro y le paso el cinturón por la cabeza, asegurandolo en su cuello cuál perro.
El catalán soltó un gemido alto cuando Jose tiro fuerte del cinturón ahorcandolo, para después acomodarse en su entrada y empezar a resfregar su duro miembro ahí.
Pasaban los segundos pero no entraba, algo que hacía desesperarse a Pep que se movía hacia atrás ansiando más, quería que lo penetren duramente - Mou entra por favor -- Shhh ¿tanto quieres que te folle? - decía Mourinho besándole y mordiendo su espalda.
Sin previo aviso tomo las caderas y penetró duro, llenando el cuerpo ajeno y haciendo gritar a su amante, sabía muy bien que le gustaba el sexo agresivo, algo demasiado contrario a su personalidad melosa.
2 minutos después se agarró del cinturón y comenzó a tirar combinando el agarre con los movimientos de las embestidas. Pep lo único que hacía era gemir y jadear al sentir la presión en su garganta, que lo obligaba a tirarse hacia atrás, y las embestidas furiosas que le daba el mayor. Cómo estaban solos no se reprimían a la hora de los sonidos, Pep rogaba por más y Mou hacía ruidos cada vez que las paredes del catalán le apretaban el miembro palpitante.
Media hora después los dos seguían, estaban sudados y al borde del orgasmo, la posición había cambiado, Pep se había parado sobre sus rodillas para quedar pegado al pecho de Mou y poder besarlo por encima del hombro, todavía era ahorcado del cinturón al que su amante se aferraba con fuerza, los dos sentían que ya estaban por acabar y lo hacían saber gimiendo muy fuerte el nombre del otro sobre su boca.
En otro lado de la casa:
Matilde, la esposa de Mourinho entraba a la casa, había vuelto antes de Portugal ya que no tenía mucho que hacer allí. Camino un poco por la casa pero al no encontrar con su marido comenzó a llamarlo. En la planta baja no estaba por lo que subió a las habitación, estará durmiendo pensó ella.
Mientras más se acercaba más ruidos escuchaba, al principio pensó que era el televisor que estaba fuerte pero luego distinguió que eran gemidos, Jose estaba con una mujer teniendo sexo en su habitación. Rápidamente se aproximó a la puerta de dónde provenían los sonidos y la abrió lentamente, el panorama no se lo hubiese imaginado jamás.
- ¡~agh~! ¡~agh~! ¡José ahí! ¡~agh~! ¡Más fuerte! - gritaba Guardiola masturbandose casi llegando, Jose al oír esto tomo con fuerza el cinturón, haciendo que Pep se tirará más sobre el y dió más embestidas rápidas, acabandole dentro con un grito ahogado, acción que hizo que Pep se viniera temblorosamente en el mismo momento que Jose, siendo víctima de uno de los mejores orgasmos de su vida, se diera vuelta y viera a su mujer en la puerta.
La mujer los había atrapado no solo teniendo relaciones sino en el precisó momento donde los dos tenían su orgasmo.
- ¡Matilde! ¿Que haces aquí? - dijo sorprendido Jose haciendo que Guardiola se percate de la situación. Ninguno de los dos lo podía creer, trataron de acomodarse pero el contexto no les permitía hacerlo rápidamente, Pep estaba atado del cuello y Mou para taparse primero tuvo que salir de adentro del español y las vistas eran claras.
- Mourinho eres un hijo puta y encima maricon ¡¿Que mierda haces teniendo sexo con un hombre?! - soltó furiosa la mujer.
- No Matilde no es lo que crees - dijo Mou poniéndose los pantalones y acercandose a su esposa, acto poco inteligente porque Matilde la pego una cachetada que le dejo la mejilla marcada.
- Yo me largo - soltó yéndose lo más rápido posible de ahí.
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Y???? Les gustó?? Por fin escribo un Mou x Pep
¿Mou como estaba Pep cuando entro tu mujer?: