✨Cap de mis bbs Rui y Aitor✨
Rui se encontraba en la oficina de Jose, el portugués había hecho un viaje de negocios por lo que lo había dejado a cargo del club. Rui hacía tácticas para el próximo partido cuando de repente se abrió la puerta.
- Hola - decía Aitor adentrándose a la oficina con un tupper en la mano - te traje esto - dijo sonriente.
Rui levantó la vista y le correspondió la sonrisa, era inevitable para el hacer eso ya que estaba secretamente enamorado de su amigo - ¿Que es? - pregunto mientras recibía el regalo.
- Un postrecito - respondía Aitor, estaba acostumbrado a traerle siempre cosas dulces que cocinaba.
- Ay Aitor me harás engordar - le decía Rui riéndose pero en realidad amaba esos detalles.
Aitor también se rio y bromeó con el, sentandose delante del escritorio y viendo como el portugués empezaba a comer lo que había hecho.
- ¿Tu no comes? - pregunto el menor con la boca llena, recibiendo una respuesta negativa por parte del vasco - Prueba un poco - decía parándose para quedar al lado de donde estaba sentado Aitor - Ten - le dijo ofreciéndole un poco con la cuchara - No tengo hambre Rui - reía Aitor pero el portugués incisivo le acercó el postre tomándole el mentón e hizo que abriera la boca, teniendo por resultado un Aitor sonrojado que masticaba la tarta mientras lo miraba a los ojos.
Sus interacciones siempre eran así, cargadas de tensión, contacto físico y un ligero coqueteo, desde que Mourinho los presentó existió ese magnetismo entre ellos, no se despegaban un segundo del otro yendo juntos para todos lados, compartiendo cualquier cantidad de momento y risas.
Luego de comer la tarta siguieron su día normal, entrenaron con los jugadores y todos partieron hacia las duchas. El cuerpo técnico tenía su propio vestuario así que ahí se encontraban todos, Aitor se estaba duchando mientras escuchaba como Silvino y Rui gritaban y molestaban al resto. Los dos portugueses estaban jugando con un balón en el medio de las duchas, molestando al resto de los entrenadores que reían y entraban a las ducha, huyendo del desastre porque cada vez pateaban con más fuerza -¡Silvinooooooo! ¡Ahí te va!- gritó Rui y pateo el balón apuntándole a su compañero, Silvino al ver que el balón venía directo a él se agachó, esquivándolo pero en ese mismo instante todos sintieron un ruido metálico, el balón le había dado a la única ducha libre y la había roto - ajajaja que gilipollas - Reía Silvino, el ya se había duchado pero Rui no, todavía estaba sucio y ahora tendría que esperar a que alguien terminara de bañarse - agh cabron ¿Porque no la detuviste? - se quejaba Rui pero Silvino le pateo de vuelta el balón y huyó.
Rui era alguien sin paciencia, no esperaría a que alguien termine así que se dirigió a la ducha de Aitor y le habló detrás de la cortina - Ey Aitor, ¿Puedo pasar? Me quede sin ducha - se suponía que era una pregunta normal, eran hombres y estaban acostumbrados a verse desnudos en los vestuarios pero aún así esto sonrojó a Aitor, no sabía como decirle que no porque le daba vergüenza pero al mismo tiempo le gustaba la idea - eh si Rui - respondió muy nervioso.
Al escucharlo Rui se saco los pantalones y el bóxer, corrió la cortina y entro pero casi se le baja la presión al ver lo que vio, Aitor estaba de espalda a él, desnudó y mojado, dejando expuesto su cuerpo ligeramente trabajado. El portugués veía como el pelo se le pegaba a la nuca por el agua y como el agua bajaba desde su cabeza hasta la curvatura de su espalda baja, lo estaba admirando sin disimulo hasta que salió de sus pensamientos - em aquí tienes shampoo - dijo Aitor girándose para verlo, Rui rápido alzó su mirada y tomó el pote, dando un paso más para meterse debajo del chorro, no quería que se diera cuenta que le estaba mirando el culo.
Aitor por su lado vio como el menor se le ponía al lado y comenzaba a mojarse, no quería mirar pero esta tentación se lo hacía imposible así que de reojo empezó a fijarse en cada detalle del portugués, si bien ya lo había visto desnudo ahora podía apreciarlo más, tenía cada músculo y hueso del cuerpo bien marcado, con venas que resaltaban en cada uno de sus brazos, el pelo largo se le pegaba en la frente por el agua y también tenía culo hermoso a decir verdad, sin casi vello en ningún lado del cuerpo daba una imagen demasiado fina y suave, tentándolo a tocarlo.
Rui se dio cuenta que lo estaba mirando y rápidamente lo salpicó con agua en la cara, sacando a Aitor de sus pensamientos. El agua tenía shampoo por lo que le hizo arder el ojo - Mierda Rui - decía resfregandose y salpicándolo de vuelta - No seas nena - respondió riéndose y le tiro un mechón de cabello. Aitor con los ojos tapados todavía, sintió el tirón y le puso la mano en la cara - Báñate y ya - le dijo apartándolo pero Rui le tiro de vuelta el cabello mientras se reía. Aitor lo empujo y comenzaron a forcejear, Rui estaba especialmente molesto por lo que le tiraba las orejas y la nariz mientas el vasco lo tomaba por las muñecas tratando de sacárselo de encima. Al estar en la ducha con el agua saliendo todo estaba obviamente mojado y pasó lo que era lógico, se resbalaron cuando Aitor pisó el jabón, perdió el equilibrio y para no caerse se apoyó en los hombros de Rui, que por el movimiento brusco también casi se resbala y terminó abrazándolo de la cintura.
Quedaron demasiado cerca, con sus pieles mojadas tocándose, sintiendo el calor corporal del otro mientras se miraban a los ojos. Ninguno supo que decir en ese momento, el agua los empapaba y ellos solo podían mirarse, tener al otro así generaba que sintieran mariposas en su estómago. Rui fortaleció su agarre para acomodarlos mejor y Aitor le pasó el pulgar por la frente, corriéndole el pelo. Se podría decir que de seguir así eso hubiese terminado en un beso pero las voces de sus compañeros rompieron esa atmósfera y los hizo soltarse.
10 segundos después salieron de allí, se secaron y fingieron demencia, no querían hablar de lo sucedido porque ambos creían que habían asustado al otro.
Se supone que cada uno se iría de ahí a su casa pero a Rui le había gustado demasiado estar tan cerca de Aitor por lo que no perdería oportunidad para repetir ese momento, tenía que hacer algo.
En el estacionamiento antes de irse el portugués lo alcanzo - Ey vasco - dijo sacudiéndolo por los hombros - ¿Haces algo hoy? - Aitor al escucharlo se sobresaltó y trató de disimular su nerviosismo, no podía quitarse de la cabeza lo que había pasado en las duchas - No lo creo ¿Porque? - decía rascándose la nuca - Porque es viernes hombre, hagamos algo - dijo alegre el portugués. Tardo para convencerlo pero lo logro, saldrían a tomar algo con todos los entrenadores del Madrid a un bar.
La noche llego y todos estaban en el lugar, era un bar sencillo, sin mucha gente y eso todos lo agradecían, no tenían ganas de cruzarse ni con aficionados ni prensa que hablara del club.