"Otra vez me encuentro en este mundo oscuro, con edificios derrumbados y abandonados, con árboles muertos, con la luna devorada por las nubes negras, en donde solo estoy yo...y ellos"
Dos seres de luz y con forma humanoide se encuentran frente a nuestro espectador, ambos cubiertos por relucientes armaduras de tonos opuestos, el más pequeño de ellos, brilla con la intensidad de un amanecer celeste, formando a través de sus manos lo que parecen ser espadas de luz que usa para atacar a la entidad opuesta; una esbelta pero gran criatura con un brillo carmesí que parece absorber y opacar toda la luz que su oponente emite.
Aún así, sus espadas son sujetadas y luego destruidas como si de cristales se tratasen por las enormes garras de aquella entidad.
El ser desarmado de luz trata de alejarse del más grande, pero en tan solo un instante imperceltiple es apuñalado y atravesado por unas nuevas extremidades que sobresalen de la espalda de aquella entidad carmesí, y como si se trataran de alas marchitas, estás empiezan a aletear para elevar a ambos hasta los cielos.
Una vez posados sobre el tenue brillo de la luna, esta entidad suelta a su víctima herida, para acto seguido arrancarse una de sus "alas", volviéndola amorfa y alargada, tomando la forma de lo que parecería ser una lanza, cuyo extremo termina en un enorme colmillo dientudo y afilado, el cual usa para señalar la frente del malherido combatiente, y acto seguido atravesar su cabeza.****: ¡NOOO!
Un grito ensordecedor se escucha en la lejanía, evitando que nuestro espectador pueda terminar de ver lo ocurrido, pero cuando este regresa la mirada a la escena del combate.
Solo se encuentra la criatura de luz carmesí, la cual termina de ver cómo su rival se desvanece, y que después fijar su penetrante y agobiante atención en el espectador, y sin darle tiempo a pensar, este abalanza sobre él con unas intenciones desconocidas, pero que desprenden una sed de sangre indescriptible. Es en ese instante, que siente como algo lo sujeta con fuerza por la espalda y lo hace caer al abismo más profundo de la existencia, en donde solo puede gritar sin que nadie pueda oírle, hasta que unas cadenas salen de la oscuridad infinita, rodeanlo su cuerpo y...
**** : ¡AUCH!
Tras este leve grito de dolor, suena el contador digital de un reloj de mesa, el cual marca las 5:30 am, activando el despertador. Al mismo tiempo, un tenue brillo se azoma por la ventana de la habitación, que poco a poco va iluminandola y dejando ver una cama totalmente desordenada, y a quien sería su dueño, tirado en el suelo, frotándose la cabeza por el golpe que acaba de recibir.
***: Ay, debería poner una almohada en el piso...ya perdí la cuenta de las veces en este mes...
***: ¡Data! ¡Arriba! ¡Tenemos que llegar antes que los bebés despierten!
Data: ¡Voy...! Ya voy.
Respondió el joven de tez pálida mientras se limpiaba la basura vespertina de sus párpados, abriéndolos y dejando ver unos claros ojos azules, los cuales se maravillaban con la luz del amanecer.
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Mundo Digital: Cero Absoluto
AdventureHace tiempo, cuando me volví consciente de mis acciones me pregunté "¿Cuál es el motivo detrás de que la vida y el dolor vayan de la mano? ¿Que clase de injusto balance universal es este que atá a toda la existencia conocida y por conocer bajo el mi...