Cap. 18

139 16 0
                                    

- Tranquila, es solo la sensación - soltó Auron intentando calmar un poco el ambiente.

Después de unas horas más de recorrido decidimos pararnos a descansar un poco, aprovechamos para comer o tomar agua.
Me senté en un roca junto a Luzu, había decidido que si las probabilidades de morir en esto eran altas debía aprovechar todo lo posible del tiempo que me queda.

Iba a coquetear con Luzu, ser abierto con Luzu, mimar a Lana, conocer por completo a Lana y a ser más amable conmigo en ese aspecto.

- Papá - la castaña se sentó frente a nosotros, parecía cansada y comía un poco de carne seca - creo que vamos a tener que pasar la noche aqui.

El mayor saco su reloj notando que ya estaba por caer la noche, suspire. Nos pusimos de acuerdo y nos recargados en una pared para dormir un par de horas, acomode el pelo de la castaña.

- ¿Crees que ya este dormida? - susurre para el castaño a mi costado, el de quito la chamarra para cubrir a la mejor con ella.

- Si, debe estar cansada - por inercia observe los brazos descubiertos del castaño, no pude evitar sonrojarse ante las repentinas idea que eso me causo- ¿Pasa algo?

Levante la vista topandome con los ojos del mayor, sonreí con burla. Claramente me había atrapado mirándolo, tosi falsamente antes de fingir buscar algo entre mis cosas.

Para la mañana siguiente ya estábamos praricamente en el final del camino marcado, entendimos cuando parar al ver una especie de arco de roca que parecía sostener la parte superior se una puerta de madera oscura.

- Atrás de mi - pidió Luzu empuñando su espada con firmesa, por inercia saque la mía también lo cual casco que Lana nos imitara cargando su arco.

El mayor avanzo y con un movimiento rápido abría la puerta con fuerza, dentro había algunso cofres y lo que creemos que era un cáliz.
Seguimos el paso del castaño adentrándonos detrás de él, los tres escaneamos con cuidado casa rincón del lugar.

- ¿Deberíamos abrir los cofres? - pregunto la menor mirando uno figamente.

- Supongo que si - ambos nos acercamos haciendo algo de fuerza sobre la tapa de madera, dentro del primero había libros bastante deteriorados.

Me tome el tiempo de mirar una por una las portadas, todas hablaban de titanes oscuros, la construcción de los pueblos, ruinas antiguas y una especie de Titan que era capaz de consumir la energía del resto de Titanes dándole un poder casi ilimitado.

- Debimos traer más mochilas.

***

Narra Lana ~

Observe el resto de los cofres mientras mis padres peleaban por mover los libros antiguos sin dañarlos más. Solté aire sintiendo la presión en mi cráneo de nuevo, apareció hace un par de días y aparecía en los momento menos oportunos.

Toque mi cabeza sin dejar de hacer mi tarea, al dolor llegaba a ser tan insoportable que sentía que me mis ojos podrían salirse y cuando estaba segura que me desmayaria simplemente se detenía, como si no pasara nada más.

- Estoy seguro de que este lugar estaba más oculto, Auron.

- Quizás solo estas medio ciego, debe ser por la edad - lo escuche discutir sintiendo las punsadas, cerré los ojos obligándome a agarrar aire.

- Callate zorra - entonces no aguante mucho y me deje caer sobre la madera.

Debía haber aceptado que Samuel viniera con nosotros, él y Mal se quedaron a buscar rastros por la superficia mientras el resto intentaba hablar con sus madre en busca de alguna enemistad que pudiera escalar de nivel.

- Son casi de la edad - solte con molestia, me gire mirándolos. Auron me miro con los ojos muy abiertos.

- ¿Te sientes mal? - pregunto Luzu acercándose un poco, solté un manotazo al aire cuando intento tocarme.

- No me toques - solté con molestia, me dolía todo y sentí las paredes mirarme.

- Mi niña deberías...

- Que te alejes - solté mirando por encima de nosotros, los ojos verdes en la puerta me hicieron soltar un jadeo.

Por inercia tome una flecha y apunte contra la roca, ambos adultos alzaron las manos con preocupación.

- Lana, amor - intento hablar Auron, pero mi vista segui clavada de tras de ellos.

- Esta viéndome - Luzu fue el primero captar girando su cabeza, mirando por encima de su hombro.

Cuando noto lo que yo veía, sus ojos se tornaron del rojo intenso y jalo a Auron para alejarlo de la puerta.

- Aparta - ambos ahora apuntábamos a la puerta, una sonrisa se dibujo entre la oscuridad y yo solté la flecha.

La sonrisa desapareció junto con los ojos, la flecha rebotó causando que se diera contra la madera y que el dolor re apareciera, solté el arco intentando retener un chillido.

Papá se acercó hasta a mi sosteniendome con fuerza contra su pecho, me escondí entre sus brazos mirando a mi padre acercase a la puerta para segurarse de que se había ido.

- Esta bien, esta bien - paso su mano por mi espalda dándome más soporte.

Luzu cerró la puerta con brusquedad antes de lanzarme a nuestro costado con velocidad. Sentí se mano posicionarse en mi cabeza causando que soltara un grito ahogado.

- Mocosa, espera - giró su mochila sacando y volteando cosas, de esta saco una aguja que mojo en un líquido oscuro y con ella pincho mi brazo.

Solté un quejido, Auron me abrazo con más fuerza. Entre cerré los ojos mientras escuchaba el corazón de mi papá latie aceleradamente contra su pecho. Entonces detrás de él las vi, había palabras talladas en la piedra que solo eran visibles si las mirabas desde cierto ángulo.

- En la piedra - señale el lugar, pero lo que sea que me dio Luzu comenzó a hacer más efecto.

Cerré lo ojos sintiendo los dos pares de brazos sostenerme con firmeza, podía sentir lo cálido de la presencia de Auron en mi pecho y lo pesada de la presencia de Luzu en mi espalda, así que me deje ir mientras escuchaba la voz de pelinegro en susurros.

- Esta bien, mi niña. Estamos aquí.

Del futuro al presente. - LUZUPLAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora