Cap. 22

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Narra Auron~

Caminamos en silencio siguiendo atentamente a Vegetta, podía escuchar al grupo de adolecentes hablando un poco detrás de mi. Mire por encima de mi hombro para mirar a Lana siguiendo el camino tranquilamente de la mano de Samuel, la mire mal y ella solo se encogió de hombros.

- Déjalos - hablo Luzu parándose un poco para pasar del lado de Willy al mío.

- Es muy chica para tener novio - informe por milésima vez, el castaño soltó una risa burlona antes de tomar mi mano con tranquilidad.

- Deja a Lana ser adolcente por cinco minutos - lo mire unos segundos, solté un bufido, pero no me separe. Vuelvo a asomarme mirando a la castaña mirarnos con una sonrisa triunfante.

- Estas ilusionando a Lana - dije acomodando un poco el protector de mi espada que colgaba del lado derecho de mi cintura, esta ilusionando a Lana y a mi.

- ¿A que te refieres? - hice un seña y el miro de reojo a la menor, soltó un ligera risa - Como si no fuera nuestra hija.

- Luzu - reprendi, el castaño solo sonrió aun más.

El resto del camino fue muy tranquilo en realidad, me quedé quieto cuando llegamos a la orilla de lo que es él poblado en ruinas. Había algunas manchas que quiero pensar que no son sangre seca en la roca, cosas tiradas por todos lados y la madera de los suelos o techos estaba quemada. Espero hasta que Lana se acomoda junto a nosotros, puedo sentir su incomodidad y la mía, Luzu a diferencia de nosotros aparece más a la defensiva que incómodo.

La menor fue la primera en tomar paso de nuevo, nosotros la seguimos. Ambos nos miramos de reojo antes de sacar nuestras respectivas armas, empuñe la espada observando a Lana cargar su arco. Supongo que el resto también sintió lo pesado del ambiente porque para cuando los mire todos estaban con sus hijos caminando a paso lento y precavido.
Me pegue más a mis niños, me encarge de poder sentir completamente la presencia de ambos incluso caminando, algo en una de las casas causo un ruido y todos apuntamos en su dirección, de entre las paredes salió un gato negro que nos miraba con incertidumbre, Lana fue la primera en bajar su arco para acercarse un poco.

Suspire bajando la espada, la chica se agacho para intentar tocar la gato mientras yo llevaba la mano a mi pecho, me van a causar un infarto un día de estos. Malditos hijos de puta un susto más y me iría antes de que el titan pueda venir por mi.

- ¿Todo bien? - asentí, Lana regreso unos segundos después con el gato en sus bolso. El felino de ojos verdes solo sacaba la cabeza y parecía estar cómodo.

Seguimos hasta llegar a la entrada de la iglesia, sentí algo recorrer mi espalda y me obligue a tomar valentía.

- Chicos - grito Luzu soltando mi mano y llamando al resto de nosotros.

- Chicas - grito Lana también apartándose de mi, me quedé quieto un segundo - división en los equipos ya plateados.

Ambos grupos se acomodaron rápidamente y verlos en formación me hacía sentir que estaba viendo un ejército. Hecho mi cabello para atrás para luego acomodar la pechera que me hacia sentir algo asfixiado ahora mismo, hace años que no usábamos armadura.

- Todos en silencio, no quiero escuchar más que el sonido de las hojas y ya saben que gritar en caso de emergencia. No quiero ninguno encima de otro y espero que este en posición defensiva en todo momento - los adolecentes se enderezaron ante las palabras de Luzu - Ante la mínima sensación de ataque los quiero en defensa agresiva, ¿Lana?

La menor agarro aire entrando en su papel.

- Intente mantener silencio en todo momento, no quiero que apunten animales que parezcan inofensivos. Y me gustaría recordarles - su expresión parecio endurecerse - que deberían recordar quienes somos sus compañeros y quienes están a su lado.

Supongo que eso era por algo que ocurrió entre ellos porque los menores asintieron mirándose unos segundos, me dirigui a mi posición mirando a mi niña y a Luzu acercarse. El mayo se mantuvo en su papel pero la menor si se acercó aún manteniendo el porte, me  miro antes de quitarse una cadena que nunca había visto.

Era una cadena plateada con una piedra oscura en el centro, parecía tener algo escrito atrás. Me agache cuando note su intención, lo paso por mi cabeza antes de acercase un poco y susurrar.

- Es para la suerte, papá - sonrió pasando su mano por mi hombro - con cuidado.

Tome su mano y bese la palma, ella se sobre salto.

- Ustedes también y dile a tu padre que se ve guapo como general - ella sonrió antes de asentir y alejarse.

Se alejo y yo me acomode con Vegetta, el mayor me miraba de reojo con una sonrisa.

- ¿General?

- Callate calvo - nos acercamos antes de tomar fuerza y abrir la puerta de un empujón.

Le puerta dio contra el piso dejando ver que el interior estaba completamente conservado, mire las grandes bancas que estaba en el centro del lugar. Había pinturas de paisajes en las paredes y los vidriales eran de lo que parece ser el sol, la luna y un eclipse, no podía negar que era hermoso.

Caminamos en silencio observando el altar en la parte superior, Vegetta me hizo una seña para que yo me adelantara. Me acerque con cautela, me asomó mirando las velas que parecían no haber sido encendidas en años, pero una especie de cerrojo debajo de la mesa fue lo que me llamó la atención.
Cuando note las escritos plasmados en la especie de trampilla sentí que estaba de nuevo en la oficina de Lolito abriendo una trampilla que se llevó a Lana en un segundo.

- Mierda.

Del futuro al presente. - LUZUPLAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora