Cap. 8

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Veo a la menor despedirse de Auron con un abrazo antes de encaminarse hacia mi, mire al mayor y parecía preocupado. Le sonrió intentando calmarlo, él se sonrojo levemente y se dio la vuelta para entrar a su casa.

- Pero que galán - ignore el comentario burlón de la castaña y me limite a caminar hasta casa.

Abrí la puerta para dejarla pasar, ella la sostuvo dejándome ver un anillo con una piedra roja en su mano. Por inercia tome su muñeca para verlo, se sobre salto ante el repentino contacto.

- ¿Dónde...

- Es mio, es mio. Me lo regalaron - hablo, su tono me hizo darme cuenta de lo asustada que estaba. ¿Te doy miedo?

- Lo siento, se parece a... - me callo antes de decir otra cosa, la deje en el piso de abajo y comencé a buscar entre los cajones de mi habitación.

Sentí que recuperaba el aire cuando vi la caja negra entre mis cosas, la abri dejando ver los anillos. Los dejé para regresar con la menor casi corriendo, la había tratado mal... de nuevo.

- Mocosa - ella estaba esculcando en mi cocina y había sacado algunos ingredientes - Lo siento, yo creí que...

- Da igual - adivine que eso no era verdad por qué nisiquiera me miro - supongo que yo también me pondría así, si lo viera en mano de otra persona.

- ¿Puedo preguntar de donde lo sacaste? - seguía sin mirarme y eso estaba generandome una sensación rara en el pecho.

- Usted me lo dio, pero era muy chica en ese momento - me acerque a la mesa para sentarme - así que lo dejé, después de unos años Samuel no sabía que regalarme por mi cumpleaños número 16 y usted sugirió el anillo, además de tomarlo como demostración de que aceptaba que estuviéramos juntos. Sabia cuanto lo quería, casi me desmallo cuando abrí la caja... creo que Samuel dejo el otro en casa.

Guarde silencio, ella siguió sacando cosas y fue cuando note que estaba haciendo pan. Me levanté y con mucho cuidado me acerque, comencé a ayudarla. Ella parecía sorprendida, pero me dejó estar junto a ella.

- Bueno, de nuevo lo siento - hable pasandole los ingredientes, ella negó.

- Esta bien, así pasa - seguimos cocinando con una platica mucho más tranquila, descubrí que estaba apunto de cumplir 18, sus colores favoritos eran el magenta y el negro, era parte del servicio militar de Karmaland, le gustaban las plantas y entre sus dos padres, prefería a Auron.

Podría intentar cambiar eso, quizás podría llevarme muy bien con ella. Me sonroje ante la idea de mi persona siento un "buen padre", era agradable pensar en eso.

- Vas a contarle a Auron - me miro con tranquilidad - ¿sobre esto?

- No, aun no somos amigos - alzo la ceja.

- ¿Aun? - me sonrió y no pude evitar regresarle la sonrisa, esta chica no perdía ni una.

- Lana - un grito proveniente de la puerta delantera nos paro en seco, nos sobresaltamos - Soy yo, Monica te mando cosas.

Dejé los platos y me encamine, abrí la puerta topandome a mi excompañero con ropa en sus manos. Su mirada se endureció cuando noto que era yo quien abría la puerta.

- ¿Qué pasó?  - me miro unos segundos antes de extenderme la mochila y la ropa.

- Monica dijo que le entragara esto a Lana, también dijo que si no se bañaba hoy no la recibiría mañana...

- ¿Quieres pasar? - sus ojos se agarraron ante mi pregunta - para que se lo des.

- Claro - me moví y el entro como si no le importara, camino hasta la sala donde Lana practicamente se lanzó sobre él - Mocosa, te traigo cosas.

- Papá, no tenían por qué - se separo de él para empezar a esculcar la mochila - Justo vamos a servir la cena, ¿se queda?

***

N. Auron ~

Mire a Luzu esperando a que el dijera que no, pero al igual que la menor este solo me miraba esperando una respuesta.

- Si no es molestia - la castaña me tomo de la muñeca y me llevo hasta la cocina, me senté observando a los dos castaños ir y venir sirviendo cosas.

Esa imagen genero un agradable calor en mi pecho, terminaron de servir la mesa y comenzamos a comer. Lana nos contó cómo planeaba buscar el rastro del pueblo que nos planeaba invadir más adelante. Yo comenté algunas cosas sobre la nueva sección de cultivos que estaban construyendo y Luzu hablo sobre la cantidad de monstruos que estaba saliendo actualmente de las curvas. Se sentía... agradable hablar pacíficamente con el mayor, extrañaba esa interracion.

- También creo que deberían restaurar la zona de pesca, el agua se la está llevando - asentí dandole la razón.

- Lana, ¿tu sabes pescar? - al no recibir respuesta ambos nos giramos para ver a la castaña recargada en la mesa, estaba plácidamente dormida aún que se veía incomoda.

Me ofrecí a cargarla hasta la habitación de invitados pero Luzu se negó, junte la mesa mientras el se acomodaba para levantar. Lo seguí hasta el segundo piso y abrí la puerta para que pudiera dejarla en la cama, le quite los zapatos mientras el castaño en la habitación buscaba una cobija. La acomodamos y salimos evitando hacer mucho ruido, bajamos las escaleras en un silencio comodo y luego nos hechamos a reír un poco, era una escenas curiosa.

- Supongo que es momento de irme - tome mi mochila, pero fui detenido por un carrapeo.

- Creo que es muy tarde, seria irresponsable que salieras a esta hora - lo mire unos segundos, ¿Estaba? - ¿Por qué no te quedas por hoy?

- Yo...

- Me sentiría más cómodo de ese modo, si te llegara a pasar algo Lana me mataría - asentí, fingiendo que compraba su excusa - vamos.

Me llevo hasta su cuarto y me ofreció un par de sabanas, estaba por salir cuando me detuvo.

- Duerme aquí, yo estaré en la sala - estaba por negarme, pero el castaño salio rápidamente de la habitación y me dejó con la palabra en la boca.

Me acomode sin mucho cuidado, la noche era fresca y las sábanas no eran suficiente, mire un poco la habitación. Me enderece mirando un saco oscuro en la silla junto al armario, parecía limpio así que me lo puse y me acomode nuevamente para dormir.

Del futuro al presente. - LUZUPLAYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora