Recovery [Chanmin] ‧₊˚* ੈ

𖥻２５𖥻 Forget and forgive (3/3)

El sol se colaba suavemente a través de las ventanas de tela, iluminando la habitación con suavidad.

Chan no podía decir que extrañaba estar ahí, porque no lo extrañaba.
Estar dentro de su habitación se sentía más como un intento de sobrevivir que de disfrutar su vida.
La música y los pósters en sus paredes no eran una pasión, eran un escape a su realidad.
La manera en la que Chris recordaba su adolescencia dejaba mucho que desear hasta el momento en el que conoció a Han y, por supuesto, a Seungmin.
Ahí fue cuando él pudo decir que estaba finalmente viviendo.

Y hablando del rey de Roma, la bestia había despertado.

El castaño levantó la cabeza y lo miró aún con los ojos medio cerrados - Buenos días, Channie - Intentó acercar su cara a la contraria buscando un beso, pero el otro acurrucó su cabeza contra su pecho en un lindo abrazo.

No quería que sus pensamientos volvieran a tomar control de él. No con su precioso niño al lado.

- ¿Qué tienes? ¿Y mi beso? - Habló aún medio dormido y medio irritado

- Quiero que te quedes ahí. Me das seguridad estando así - El sentimiento de tenerlo acurrucado contra él era como el de tener un perro en su regazo. Era calmante sentir como movía ligeramente su cola.

El menor no se opuso a esto ya que él también se sentía cómodo en los brazos de su amado.

Seungmin no podía negar que en una gran etapa de su vida se sintió como un ser imposible de amar.
No le gustaba su cabello, su sonrisa, su cuerpo, su personalidad. Nada.
Llegó a creer que simplemente estaría solo de por vida y terminó estando tranquilo con esa idea.
En su cabeza sería mejor que nadie tuviera que soportarlo como una pareja y solo fueran amigos.
Pero con Chan todo era diferente.
Chan lo hacía querer sentirse amado.
Cuando él llegó a su vida, empezó a buscar su atención de inmediato.
Lo tenía como un perro siguiendo a su dueño, y las cosas no cambiaron desde entonces.

Seungmin siempre fue el perro leal de Chan, y ambos estaban más que contentos con la idea.
De todos modos, el perro es el mejor amigo del hombre.
Y la mejor compañía.

Ambos estaban acurrucados tranquilamente hasta que escucharon la puerta abrirse - Chrisssssssstopher are you awake?

- Nah, I'm still asleep, fuck off - Sintió la mano de Seungmin golpear levemente su pecho en descontento con su falta de respeto - What do you want? - Tomó la mano que descansaba en su pecho y la entrelazó con la suya

- Dad's cooking breakfast, he wants you to eat before you leave - Entró a la habitación y cerró la puerta detrás de ella

- Who said I'm gonna leave? - Hannah se quedó pensando un momento y se emocionó por segundo y medio - We're going back to the hotel after eating. We'll be there in a while - Acto seguido Hannah salió de la habitación con algo de descontento en su rostro.

Por más que Chan la amara, no quería quedarse en su casa y dejar a sus amigos en un hotel, solos y haciendo quien sabe que cosas.
Tendría suerte si regresaba y nadie había muerto o salido herido en uno de sus jueguitos.

- Deberías ser más amable con tu hermana. Tan linda que es ella - Seungmin levantó su cabeza para ver a Chan

- Más linda que yo no creo, ¿O sí? - Todo en la vida son juegos mentales.
Pero solo juegos, no abusos

(COF COF papá COF COF)

- Tú eres mi bebé lindo - Levantó sus manos para estrechar la cara de Chris - Mi niño-abuelo precioso, hermoso - Levantó su cara y estampó ambos labios en un corto beso

A todo esto Chan solo lo miraba sonriendo.
Nunca se había dejado tratar así. Su hermana tenía razón. ¿Qué hizo para hechizarlo así? Lo tenía pendejo. Pero pendejo por él y nadie más.