Siempre serás el único (Yizhan +18)

Montaña rusa; parte 1

- ¡Mamá!

Cuando Yibo vio a su madre tan elegantemente vestida en el vestíbulo de la casa, corrió hacia ella con una gran sonrisa en sus labios, recordándole a ella con esa simple acción, aquellos escasos momentos felices que tuvieron alguna vez cuando su pequeño hijo aún era demasiado inocente y no tenía idea de todo lo que era capaz su propio padre.

- Mi Leoncito adorado, aquí estás, te extrañe mucho.

Después de un breve pero cariñoso abrazo, Yibo retrocedió para coger la mano de Zhan que se había quedado a una apropiada distancia a contemplar tan tierna escena.

- Mama, él es mi novio.

Los ojos de Yibo se iluminaron al decir esas palabras, al tiempo que Zhan se esforzaba por no parecer tan nervioso como se sentía.

- Hola, Qué... qué tal señora, Soy Xiao Zh...

Ante de siquiera lograr terminar de hablar, la madre de Yibo lo había acogido en un cálido y tierno abrazo.

- Xiao Zhan ¡bienvenido!

Conmovido por el gesto, Zhan le permitió tal demostración de afecto y contuvo su nerviosa respiración tanto como pudo.

- Gracias, que... que amable.

La madre de Yibo le miró sonriendo, parecía estar llena de ternura y real aprecio por aquel hermoso desconocido frente a ella.

- Yibo, hijo, creo que te quedaste algo corto con tus descripciones, él sin duda es mucho más guapo y adorable de lo que me contaste.

Demasiado feliz y orgulloso, Yibo sonreía sin poder ni querer evitarlo, estaba absolutamente fascinado por como su madre y su novio, las únicas dos personas amadas e importantes en su vida, por fin se estaban conociendo.

- Es que es muy difícil decirlo con palabras Ma', por eso tenías que verlo con tus propios ojos.

El rubor en las mejillas y lóbulos de Zhan eran evidentes, no es que fuera desagradable ni mucho menos escuchar tales elogios, pero sin titubeo podría asegurar que eran demasiado abrumadores.

- Zhan, oh disculpa ¿puedo llamarte solo Zhan?

- Por... por supuesto.

- ¡Maravilloso! Gracias Zhan, sabes, Yibo me dijo que te gusta mucho comer cosas dulces, así que Darren y yo preparamos un sin fin de cosas deliciosas para ti, ¿te gustaría comer algo ahora?

Zhan observó a Yibo, quien les sonreía de una manera tan expresiva, que no le cabía ninguna duda de que al final del día sus mejillas dolerían mucho, dejándose contagiar por su latente emoción, este se limitó a devolver solo una tímida sonrisa antes de contestar.

- Me... me encantaría señora Wang.

- Dime mamá, eso me encantaría, piensa que ya somos familia.

De alguna forma esa palabra se sintió un poco dolorosa en su interior, el tiempo había pasado, ya habían pasado unos años de haber perdido a su madre, sin embargo, nunca dejaría de serlo y mucho menos de extrañarla.

- Mn - Afirmó Zhan con una forzada sonrisa.

La señora Wang le tomó de la mano al igual que a su propio hijo y los llevó feliz al salón que había preparado exclusivamente para agasajarles.

- Mami, ni siquiera para mi cumpleaños preparaste tantas cosas ricas.

Yibo noblemente corrió la silla para su madre y su novio.

- No seas infantil y déjame consentir como yo quiera a mi querido yerno.

Una carcajada juguetona salió de la boca de Yibo, mientras Zhan sonreía tímidamente tomando el asiento que su novio le había cedido.