Marvel's The Spectacular Spider-man III

Parte 11- Conflicto.

Sentía el mundo caer ante sus pies, sus oídos ya no captaban más que murmullos por parte de las personas frente a él, captando únicamente sonidos llenos de felicidad. Estaba confundido y, más que nada, asustado, su rostro pálido le delató. Trató de respirar, agradecido de que los demás estaban dándole la espalda. "Eso es increíble, Otto." Una nueva mención al apodo fue lo que sacó al joven de su trance, volviendo a organizar las facciones que borrosas se habían mantenido, cerrando varias veces los ojos hasta volver a la realidad. "¿Otto?" Ahora fue su turno de hablar, musitando la incógnita que en su corazón se hallaba. Se repetía que no podía ser, que no era la versión de su universo de aquel villano al que le dio una nueva oportunidad. No quería creer que esa fuera la realidad. "Ah, cierto. No los he presentado." El hombre en discordia habló. "Alice, él es Peter. Peter, ella es Alice, mi cuñada." El castaño se obligó, conteniendo el respirar, a contestar a la mano que dulcemente se fue acercando a su cuerpo, tomándola con suavidad en un apretón. "Por fin conozco al famoso Peter Parker. Es un gusto. Otto me ha hablado mucho de ti." La suave y dulce voz le dirigió la palabra correspondiendo con una sonrisa. "Es un gusto, señorita Alice." Con el peso del mundo le contestó. Quería salir corriendo, hacer algo al respecto para que esa persona quien le había tratado tan bien y, más que nada, le brindó comprensión y cariño cuando nadie, no era aquella que trajo el inicio del caos a su vida. "Esto hay que celebrarlo." Octavio, dando un paso hacia adelante, intervino en el primer encuentro de sus seres queridos. "Claro, veré que podemos pedir. Le preguntaré a Mary." La mujer se fue, haciendo un ademan de bienvenida a Peter con la mano. Mientras él no dejaba de respirar con dificultar, actuando de la mejor manera posible en un escenario donde la presión en su pecho se hacía más y más presente. "Entra, anda, Peter." El de cabellera abundante le llamó. "Eh... Perdón... Bueno." Balbuceando Peter perdió el don del habla. "Tengo que estar en otro lugar ahora mismo..." Encontrando fuerzas en su voluntad apretó su mano oculta en su espalda dando un paso hacia atrás. "¿Tienes otro compromiso más importante que celebrar el hallazgo del siglo?" Le cuestionó jocoso el científico. "Sí..." No muy convencido Peter se giró para quedar de perfil. "¿Cómo cuál?" Volvieron a cuestionarle. "Mi... Novia." Siendo lo primero que se le vino a la mente, a sabiendas de que el mayor conocía su trasfondo familiar, terminó por darle la espalda. "Oh. No sabía. Bueno, tienes que contarme todo después, Peter. Anda, ya nos vemos mañana en el laboratorio." Comprensivo le despidió, no cerrando la puerta o entrando a su hogar hasta que la figura de Peter Parker abandonó su vista, sin saber que nada más cruzarse con la soledad salió disparado por sus telarañas.

Peter, en su arrebato de nervios y estrés acudió al único lugar que pudo asegurarle una tranquilidad, al menos, al conocer en concreto si sus sospechas eran ciertas. Balanceándose por la ciudad llamó, para saber el paradero del hechicero que protegía las realidades, llegando a su santuario ese mismo día cuando la media noche se marcó en todos los relojes de la ciudad de Nueva York, mostrando a un Peter, en traje, frente a Stephen Strange, con Wanda a su lado. "¿Hay alguna manera de saber si alguien es la versión del doctor Otto Octavius? ¿Lo recuerda? El sujeto de ocho extremidades, bueno, en realidad eran cuatro; sus piernas y brazos, pero además tenía cuatro tentáculos extras." En claro nerviosismo Peter comenzó a balbucear de más mientras seguía al hombre de la capa hacia su catacumba. "Era gracioso porque tenía ocho brazos y su nombre sonaba como pulpo en inglés. "Continuó sin razón alguna para la molestia del encargado del santuario. "No has cambiado nada, ¿Eh?" Musitó Strange una vez en la habitación donde todo había comenzado para Peter hacia más de tres años. Los pilares estaban tal cual los recordaba, así como las prisiones, vacías, no habían cambiado ni lo más mínimo, todo adornado por una extraña mesa mágica en el centro de todo. "¿Ya no han filmado más episodios aquí?" Fue la primera pregunta de Peter al colocarse frente a la mesa, sintiendo una extraña nostalgia al sentir que todo volvía a donde empezó. "¿Por qué piensas que es una variante?" La pregunta volvió por parte de Strange. "Bueno, fui a su casa y por alguna razón le llamaron Otto. Además, es un científico que conoce a alguien llamado Curtis, pero no Connor, sino Lancet. Pensé que era solo una coincidencia, pero bueno, es solo que conozco que tiene un proyecto en manos y, por como mi yo dos me contó, es algo que podría ser el equivalente a—"
"¿Cómo se llama?" Interrumpiendo Strange preguntó. "Octavio Ions."
"¿Octavio Ions?" Tratando de que lo afirmara volvió a preguntar Strange. "Sí ¿Lo conoce? Bueno, no es raro." Wanda, mientras la conversación pasaba decidió mirar el lugar caminando entre los pilares al ver, una vez más, el lugar que Peter tanto hablaba al recordar su pasado. "Hicimos algunos encargos a los laboratorios donde trabajaba ¿Sigue en Alcamex?" Como si fuera de lo más normal conversó moviendo sus manos sobre la mesa mágica frente a él. "No, abri— Wow" Sorprendido por ver al pedazo de piedra moverse Peter dio un paso hacia atrás. "Hola de nuevo." Jocoso le habló al objeto inerte." Abrió sus propios laboratorios. Ions Laboratory. "
"¿Sigue como empresa de terceros?"
"Sí, realmente no le gusta estar enfrente."
"Ah, lo entiendo muy bien." Una conversación mundana, eso era a ojos del tercer par que los observaba desde la lejanía. "Oigan." Les llamó la pelirroja captando su atención de inmediato. "A lo que vinimos." Enfocando su conversación de nuevo los hombres se vieron. "Entonces, crees que él es una variante. Veamos." Las manos del hechicero entonces comenzaron a realizar movimientos suaves para cuando en cada falange círculos mágicos se colocaron. "Entonces sí es posible saberlo." Concretó Peter observando detalladamente el movimiento de manos. "No como tal."
"¿Entonces?" Volvieron las incógnitas por parte de Peter. "Hemos aprendido mucho sobre el multiverso en estos últimos años. Desde las incursiones que hemos detenido, hasta la contención de desastres pequeños que podrían ocasionar aún más colisiones interdimensionales. " Wanda, para el momento en que Strange comenzó a hablar sobre sus trabajos se colocó a un costado de los hombres bajando ligeramente la mirada por la mención de su pasado. "Aun así, saber si una persona es una variante de un universo de entre millones no es algo que estemos preparados para, aunque el buscar conexiones con cierto tipo de tótems y de ahí buscar relaciones para hacer conjeturas, eso, eso sí podemos." La explicación de Strange parecía seguir una línea que Peter no lograba entender o, más que nada, comprender la profundidad de todo, por lo mismo preguntó. "¿Tótems?"
"Así es." Contestó Wanda. "¿Y a qué se refieren con eso?" Volvió a preguntar. "A personas cuya su no existencia significaría un tumulto en la ley de la vida. Personas como Wanda, como yo, inclusive como Tony Stark. Personas que, como cualquier otra, estaban destinadas a existir y que su actuar cambió el rumbo de muchas más vidas. "Strange, levitando, cruzó las piernas comenzando a rodear a los tres individuos en una esfera de energía de colores amarillentos con anaranjados al borde. "¿Y quién será al que usen?" Preguntó Peter comprendiendo un poco más las explicaciones. "A ti." Aclaró Strange. "Tú eres la causa de muchas cosas, Hombre araña. Tanto buenas como malas, por lo que, si alguien puede determinar una variante en conexión a tu persona, eres tú." Con el trio de ojos cerrados Stephen se perdió el cómo Peter bajaba los hombros, conflictuado al enterarse de lo que significaba su existir. "No te confundas." Intervino Wanda. "Tu vida es como la de cualquier otro. Todos debieron nacer, pero sus muertes y sus vidas, eso, eso solo están bajo su propia persona, no bajo la mano de algo más allá." Con una sonrisa de comprensión Wanda observó al hombre tras la máscara que sabía perfectamente a que se refería. "Solo ellos deciden en que convertirse." Culminó Wanda observando como Peter se erguía. Conocía perfectamente su expresividad. "Lo encontré." Abriendo sus ojos Strange llamó la atención del par. "Otto Octavious..." Realizando más movimientos con sus manos trajo a su persona una pequeña esfera en donde, al lanzarla a la mesa, una mujer apareció. "Que yo recuerde era hombre." Dijo Peter confundido. "Todas las vidas de Otto están marcadas por dos instancias: su conexión con el Hombre araña y la muerte de su amor." Strange fue cerrando el campo de energía volviendo a la catacumba oscura del inicio con la única diferencia que la mujer seguía, en una forma astral y diminuta, en la mesa. "¿Sabes si algo así ocurrió con el Doctor Ions?" Le pregunto Strange a un Peter aún confundido. "No que yo sepa."
"¿Ni un solo indicio?" Insistió el hechicero. "Ha tenido desplantes de que su pasado no fue la mejor época, pero eso no quieres decir el fallecimiento de alguien." Contestó Peter. "¿Tiene algún nombre?" Fue turno del arácnido de preguntar. "Los nombres es en lo que menos nos podemos fiar ahora mismo, araña." Con todas las dudas, y aún más, Peter observó al hechicero, como si de alguna manera las dudas se aclararan con ello. "Lo investigaré." Concluyó bajando ligeramente la cabeza y el mirar por inercia. "Lo que dijo Wanda es cierto." Strange volvió a hablar provocando que el mirar del más joven se elevase. "Todos estamos destinados a la vida, pero lo que hagamos con ella estará solo en nuestras manos." Esa era la pequeña esperanza que Peter estaba buscando, el uno de sus seres queridos no se convirtiese en alguien que fuese capaz de crear caos, que no todo estaba escrito. Suspirando aliviado por fin pudo agradecer la ayuda de aquellas personas, saliendo del sótano acompañado hasta que con un ademan se despidió del protector del santuario hasta que una mano le detuvo. Era Wanda. "Todo saldrá bien, no te preocupes." Fue lo único que los oídos de Strange lograron captar, mientras que su mirar el acto amoroso de la caricia al rostro masculino por parte de la bruja. Los dejó ser, no queriendo interrumpirlos hasta que el de mayas se retiró del lugar. "¿Y eso qué fue?" Le preguntó Strange a Wanda mientras que el rostro del masculino acusaba a la otra, a lo que ella simplemente bufó.