𝓡𝓥 ━━━ La pequeña Alejandrina Victoria, al ser rechazada por su madre Victoria de Kent, es amamantada por la princesa Maeve de España.
Huyendo de su madre y el mayordomo de esta, se refugiaba en la casa de Alfred y Maeve en las afueras de Londres...
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2 de Diciembre de 1819. Casa de Campo Kirkland, afueras de Fuego, República Oscurana.
Alfred se encontraba terminando de doblar una ropa de el y de su esposa, siempre compartía oficio con su esposa sobre los deberes de la casa, ambos creían en la igualdad y por eso lo hacían igual.
Su esposa se encontraba cosechando algunas cosas para guardar en el almacén para el invierno, que seguramente iba a caer nieve, junto a sus hijos que siempre ayudaban en la casa
Aún seguían teniendo a Victoria con ellos ya que Eduardo permitió que la niña pasarán las festividades navideñas con ellos.
— Mhm...— Victoria se encontraba gateando tranquilamente hasta que se quiso levantar—. ¡Baba!
Aquello hizo voltear al de ojos azules encontrándose con la pequeña de pie y empezando a caminar un poco
— Aww ven bebé, yo te ayudo — tomo su manita y le ayudo a caminar un poco hasta que se cayó.
La pequeña empezó a llorar porque choco contra la madera del piso. — ¡Papá! — exclama llorando.
— Awww mi princesa, dijiste tu primera palabra y si, soy tu papá— la cargo y le dió un besito en la mano haciéndola reír un poco.
La pequeña llevaba una especie de body blanco y no el camisón blanco que llevaban los bebés de esa época, ya que según Maeve quería que su pequeña esté bien cómoda. Así que tenia una colección que le hizo su madre adoptiva.
— Hambre...— pronuncia la pequeña balbuceando un poco.
— Está bien mi niña, te voy a dar tu comida — la sentó con cuidado en una sillita y le empezó a dar de comer, aunque dejo que por ella misma aprendiera a comer, le daba risa como se manchaba—. Eso es mi niña, ves, mira como comes ya sola...Aunque te gusta tomar la leche de tu mamá — le limpio un poco.
— ¡Llegamos! — exclama Mab entrando con la cosecha seguido de sus hijas.
— Mami! — exclama Victoria haciendo que la chica se emocioné.
— M-me dijiste mamá...— se quedó sin palabras la ojigris y la cargo—. Eso es pequeña, dijiste tus primeras palabras — besa su mejilla.
— ¿Que tal las cosechas?
— Muy bien, todas están buenas y perfectas condiciones para que las demás aguanten el invierno — comenta Anthony y bajando con Cailin para guardar las cosechas.
— Me alegra eso, esperamos que aguantemos el invierno no?.
— Si, es suficiente para que aguanten el invierno — dice Maeve acomodando a la pequeña en su asiento—, y además que las carnes ya estan preservadas y todo eso.
