Capítulo 4

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POV Valentina

«La verdad me cae bien Juliana, es linda y se nota que se preocupa por lo que pensamos de ella» dice Valeria. «Pues a mí no me interesa lo que pueda pensar o lo que sienta y si es linda o no, no me gusta la invasión de nuestro espacio» dice Belinda.

«Le daré el beneficio de la duda, solo porque no llegó como si no importamos, toco la puerta aun teniendo la llave del apartamento y está respetando nuestro espacio» dice Emma. «Me gusta su actitud y creo que será interesante nuestra convivencia. ¿Qué piensas tu Arlette?, estás más callada de lo usual» digo tratando de incluir a Arlette a la conversación.

«No he convivido lo suficiente para crear una opinión sobre ella, pero si se ve que es interesante. Solo espero que no trate de psicoanalizar nuestro comportamiento» dice Arlette por medio de señas.

Luego de 20 minutos conversando entre nosotras, Juliana entra a la cocina y saluda, pregunta si necesito ayuda para terminar la comida, pero le digo que no, casi termino así que le digo que tome asiento, sirvo la comida y llevo los platos a la isla, trato de hacer esto más informal y no como un interrogatorio.

—Espero que te guste la pasta, no quise hacer algo tan elaborado, además de que tengo que ir a hacer las compras de la semana. —le digo mientras me siento en uno de los taburetes.

—No hay problema, amo la pasta y si quieres te acompaño a hacer las compras, considerando que también cocinaré en algún momento. —me dice un poco divertida. —Así que Valentina, ¿Qué te motivó a aceptar este arreglo con la universidad? —pregunta antes de llevarse un bocado de pasta a la boca.

Deja salir un gemido que me eriza la piel y me pregunto qué otras cosas la harán gemir así. En cuanto tengo ese pensamiento me sonrojo y escucho a Emma decir «Oh vaya, esto será interesante» con una sonrisa de lado.

—¿Todo bien Valentina? —pregunta Juliana al ver que no respondo. —No dudes en decirme si te hago sentir incómoda de alguna manera o mis preguntas te molestan. Tiendo a ser muy curiosa y a veces eso saca lo mejor de mí.

Rápidamente le respondo. —No, no está mal tu pregunta, no me ofende o me hace sentir incómoda. Muchas veces me pierdo en mi mundo hablando con las chicas y tiendo a olvidar al mundo exterior. —le digo para que entienda un poco mis idas mentales. —No pienses que estoy loca o algo, tampoco que voy a asesinarte mientras duermes, no somos psicópatas o algo por el estilo. —me golpeo en la cabeza mentalmente, no puedo creer lo que acabo de decir.

Emma y Valeria se están partiendo de risa con todo esto, Arlette está avergonzada a más no poder y Belinda solo está negando viendo como hago todo mal.

—Pues... eso suena a algo que una asesina diría, pero tranquila, sé defenderme perfectamente. Así que cuida tu trasero si tratas algo conmigo. —dice Juliana fingiendo ser intimidante. Bueno, al menos se toma esto con humor. Otra persona ya estaría corriendo fuera de aquí.

—Lo siento, no estoy acostumbrada a tratar con personas tan a menudo, para eso tengo a Lucía conmigo, así que voy a ser una vergüenza andante por un tiempo. Espero me perdones. Y respondiendo a tu pregunta, creo que es bueno para mí conocer personas nuevas, además no iba a dejarte en la calle solo por no compartir el dormitorio.

—No tengo nada que perdonar, y tranquila, probablemente me burle un poco de tu vergüenza, trato de tomar todo con humor y no amargarme la vida. Si espero que me perdones por eso y por favor déjame saber si te molesta. Por otra parte, gracias por no dejarme en la calle. Tampoco es que no tengo adonde ir si hubiera pasado, mis mejores amigos tienen un apartamento cerca y mi hermano vive a 10 min de aquí. Pero prefiero quedarme en el campus, siempre quise experimentar la vida universitaria hasta el final, así que gracias por dejarme cumplirlo.

—No hay de qué. —le digo con una pequeña sonrisa. «El decano definitivamente mintió. Espero que le vaya mal en lo que resta de año» dice Belinda, molesta por la intrusión.

—Oye Valentina, si no te molesta, me gustaría saber quiénes son Emma, Belinda y Lucía, ya que las mencionaste antes. No tienes que responder si no quieres. Es solo que, como vamos a convivir, me gustaría conocerlas o al menos saber un poco de ellas.

Veo que Juliana me habla con cautela, como si no quisiera asustarme u ofenderme. Y me gusta que sea así, pero también quiero que gane confianza tratando conmigo y las demás. Aún nos queda año y medio viviendo juntas.

—¿Está bien si te hablo de ellas más adelante?. Aún no me siento en condición de hablar abiertamente contigo sobre cada una y tampoco me gustaría dejarte a medias. Si nos vas a conocer, pues, es mejor que nos conozcas a todas.

—No te preocupes, entiendo perfectamente. Gracias por ser honesta conmigo. Espero que sea así siempre, me gusta que la gente vaya con la verdad por delante al hablar conmigo. Así que siempre me puedes hablar con la verdad, aunque pienses que me va a doler o incomodar. ¿Ok?

—Claro, no te preocupes —le digo con un poco de alivio porque no me presionó para hablar. —De la que sí te voy a hablar es de Lucía, ella es mi mejor amiga, no es una de mis identidades. —veo comprensión en sus ojos cuando hablo de ella. —Lucía es todo lo contrario a mí, es bastante extrovertida y social. Es todo un petardo. Pero así la quiero. Nos conocemos desde los 10 años, ella conoce cada parte de mí, así como yo conozco todo de ella.

—¿Y por qué no vive contigo aquí? —pregunta curiosa.

—Porque ella ama su libertad y vivir sola. No ha vivido con sus padres desde los 15 años, la echaron al saber que es lesbiana y se fue a vivir con mi familia. Luego, cuando entramos a la universidad decidió vivir en un dormitorio sola y no ha querido tener compañera desde entonces.

—Wao. Es bastante admirable y la entiendo bastante en cuanto a la libertad. Que bueno que te tiene en su vida. Yo siempre quise vivir la experiencia universitaria por mis padres. Ellos se conocieron en la escuela, se casaron antes de entrar a la universidad y mi madre tuvo a mi hermano joven, así que no pudieron vivir esa experiencia. Siempre nos han impulsado a mis hermanos y a mí a vivir todo al máximo. Creo que es una de las razones por la que vivo tan intensamente las cosas.

—Es lindo que tus padres te impulsen a ser mejor en la vida. Mis padres son así mismo con mis hermanos y conmigo. Siempre han tratado de darnos lo mejor en la vida, respetando nuestros deseos, claro. Así que entiendo perfectamente como te sientes. —le digo recordando a mis padres y sintiendo las ganas de visitarlos. Especialmente a mi papá. —Oye, voy a salir, tengo que hablar unas cosas con Lucía. Así que volveré en la noche. Aquí está mi número, envíame un texto si necesitas algo. —le digo mientras escribo mi número en un papel y se lo doy.

—Gracias, voy a limpiar la cocina y tal vez salga también, tengo ganas de ver a mi hermano. —me dice con una sonrisa. Eso me deja ver que quiere mucho a su hermano, tal vez a su familia en general.

—Está bien. Nos vemos luego Juliana. Fue un placer conversar contigo. —le digo mientras voy caminando a la puerta.

—Igualmente Valentina. Nos vemos luego. —y salgo en dirección a ver a Lucía.

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KC😊✨

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