Cuando te necesité

Capítulo 23

Maratón 3/5

POV Juliana

Abro mis ojos lentamente y siento una presión en mi lado derecho, cuando volteo, veo a Val durmiendo profundamente. Sonrío al notar que todavía tenemos las manos entrelazadas. Le doy un beso en la frente y muy despacio, con cuidado de no despertarla, me pongo de pie, tomo mi ropa, mi celular y voy al baño a prepararme para mi día.

Cuando termino mi baño y mi rutina de higiene matutina, salgo, escucho movimiento en la cocina y cuando voy, veo a Val preparando el desayuno. Regularmente, este es mi trabajo, pero verla en la cocina, tan hermosa y feliz, me hace feliz a mí.

Sigilosamente, me acerco a ella por detrás y la abrazo. La siento saltar del susto mientras le digo —Buenos días.

—¡Juls! Me asustaste. —dice con su mano en el pecho, luego se voltea y me dice con una sonrisa —Buenos días. ¿Dormiste bien?

—Excelente. ¿Tú?

—Muy bien, gracias. —la miro con una sonrisa y no me aguanto las ganas, le doy un beso delicado y al separarme veo que sonríe aún con los ojos cerrados.

—Hermosa —digo mientras acaricio su mejilla. —¿Qué haces despierta a esta hora?

—Me desperté hace un momento y al no verte asumí que te habías ido a clases. Cuando salí y escuche la ducha fue que me percate de la hora, así que decidí que hoy te iba a preparar el desayuno para poder desayunar juntas. —dice mientras me sonríe.

—Gracias, pero no debiste. Hacer el desayuno es mi trabajo, me gusta prepararlo para ti.

—Pues a mí también me gusta prepararlo para ti, así que vamos. Vamos a desayunar juntas.

Val toma algunas cosas y me señala otras para llevar a la mesa. Al sentarnos empezamos a hablar de los planes de hoy y luego de desayunar suena mi celular, veo que es Mariana. Raro que me llame tan temprano en la mañana, pero contesto a ver que necesita.

—Hola Mari. ¿Todo bien?

—Si mensa, te llamo porque necesito tu ayuda con algo la próxima vez que vengas. ¿Vas a venir antes de la visita mensual a papá?

—No creo Mari, tengo muchos trabajos pendientes y no creo que pueda salir de la universidad en estas 2 semanas. Pero dime que necesitas.

—Ok, Parsons acaba de publicar que los que quieran aplicar al próximo año pueden empezar ahora. Solo debo enviar 3 de mis mejores diseños antes del 1.º de noviembre y esperar respuesta para ver si me aceptaron y tomar el examen de admisión.

—Ok, pero aún no veo donde necesitas mi ayuda. —mientras hablo con Mari, termino de desayunar con Val y me hace señas que va a hacer su higiene matutina.

—Pues además de enviar mis diseños originales, tengo que confeccionarlos y...

—Oh, no, claro que no. No me vas a usar de conejillo de indias Mari.

—¡Por favor Juli! Mamá no quiere ser mi maniquí, así que eres mi mejor opción. Tú tienes el cuerpo perfecto para mis diseños. Además, lo que tengo diseñado es para personas de tu edad en mente.

—Ay Mari, ¿Por qué me pones en esta posición? Sabes que odio ser tu maniquí.

—Vamos, será divertido. Solo necesito tus medidas para empezar a confeccionar mis diseños y listo. Así solo tendrás que medirte los diseños cuando vengas, tomamos unas fotos y listo.

—¿Fotos...? ¿Como que fotos? No vas a tomarme fotos para nada. Suficiente es que te sirva de maniquí.

—Juli, tengo que confeccionarlos, enviar los vestidos hechos y fotos de una modelo usando mis vestidos.