Epílogo

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POV Valentina

Siete meses habían transcurrido desde que liberaron a nuestros padres. Siete meses de trabajo duro, superar obstáculos y apoyarnos mutuamente. Hoy era un día que habíamos esperado con ansias, el día de nuestra graduación.

Eva, Lucía, Juliana y yo estábamos a punto de dar un gran paso en nuestras vidas. Me encontraba en mi habitación, mirándome en el espejo, con el corazón latiendo con fuerza. Sentía una mezcla de emoción y nerviosismo mientras me preparaba para este día que marcaría un antes y un después en nuestras vidas. «No lo puedo creer, Vale. ¡Al fin nos vamos a graduar!», escucho a Emma. «Estoy orgullosa de ti, de nosotras. Espero que en esta nueva etapa nos vaya de maravilla» señala Arlette.

Desde la habitación, podía escuchar a Juliana mientras reía y terminaba de arreglarse en la sala. Su risa, siempre tan contagiosa, era una de las muchas razones por las que la amaba. Era un recordatorio constante de que, incluso en medio de las tormentas, había un rayo de luz que iluminaba nuestras vidas.

El sonido de mi puerta siendo abierta me sacó de mis pensamientos, era mi mamá —Valentina, cariño, ¿necesitas ayuda con tu vestido? —preguntó con una sonrisa.

—No, mamá. Estoy casi lista, solo necesito ponerme los zapatos. —respondí con una sonrisa, aunque la emoción me hacía sentir un nudo en la garganta.

Terminé de prepararme y salí a la sala, estaban Lupe, Mari y Juls, mi amor. Me acerqué sonriendo y la besé, lo suficientemente intenso para mostrar mi emoción. Antes de salir del apartamento nos observé en el espejo del recibidor luciendo nuestras togas y birretes. Nos miramos con orgullo, sabiendo que estábamos a punto de dar otro paso juntas. Bajamos y nos subimos al auto para dirigirnos al auditorio donde sería la graduación, al llegar, Eva y Lucía esperaban afuera mientras nuestras madres buscaban a nuestros hermanos y sus asientos.

—No lo puedo creer, al fin vamos a acabar con esta tortura llamada universidad.

—Eva, no seas exagerada. No fue tan malo.

—Habla por ti Juli. Lo mejor que saqué de la universidad fue a Lu, así que me doy por bien servida.

Reímos al escucharla, y Lu la besa ligeramente para no arruinar su maquillaje. Al entrar al auditorio nos encontramos con nuestros compañeros de clase y amigos. Todos vestidos con togas y birretes, listos para cruzar ese escenario y recibir nuestros diplomas.

Antes de ir a nuestros puestos, mamá y Lupita nos ayudaron con los toques finales: arreglar nuestras togas, ajustar nuestros birretes y checar que no nos faltara nada. Papá y Macario no podían estar aquí, todavía estaban en arresto domiciliario, pero Max los tenía en videollamada para que estuvieran presentes de manera virtual.

El decano dio inicio a la ceremonia con un discurso inspirador sobre el poder de la educación y la importancia de perseguir nuestros sueños a pesar del miedo que podamos sentir en ese momento, no dejarnos llevar por él y dar ese salto de fe.

Finalmente, llegó el momento de la graduación. Uno a uno, los estudiantes subieron al escenario y recibieron sus diplomas. Lu fue la primera de nosotras en ser llamada, me puse de pie y aplaudí fuerte, orgullosa de que mi mejor amiga y hermana esté cumpliendo su sueño. Más adelante fue mi turno, avancé hacia el escenario con pasos firmes, sabiendo que Juls me miraba desde la audiencia con amor y apoyo. Al recibir mi diploma, no pude evitar sonreír con orgullo y sentir que había superado todos los obstáculos que me había puesto la vida. Tenía a las chicas, a Lu, a Eva, mi familia y la de Juls, pero sobre todo, la tenía a ella. La vi desde el escenario, verla de pie aplaudiendo, con una mirada de orgullo, solo me lleno el corazón.

Antes de bajar articulé un "Te Amo" y le lancé un beso a Juls, y como tenía de costumbre, lo tomó con la mano y lo colocó en su boca, eso solo me hizo soltar una risita. Se le hizo costumbre hace un tiempo, que cada vez que le lanzo un beso, ella lo toma y lo pone en su boca. Dice que mis besos son demasiado buenos para dejarlos en el aire. Amo las ocurrencias de mi novia, que puedo decir.

Luego fue el turno de Eva, sus padres estaban en la audiencia, yo y Lu los conocimos hace unos dos meses, vinieron de visita y al final decidieron quedarse definitivamente, extrañaban a Eva, era la única hija que les quedaba y estar lejos de ella les afectaba, así que dejaron todo para volver y no les puedo explicar la felicidad de Eva cuando se enteró. Ella había perdido a su hermano a causa de la esquizofrenia y él era su motor para estudiar, así que tener a sus padres en este momento era especial por varias razones.

Por último, fue el turno de Juls, la vi caminar hacia el decano con una mezcla de emoción y determinación en sus ojos. Cuando recibió su diploma, una ovación ensordecedora llenó el auditorio. Estaba más que orgullosa de ella. La vi guiñarme un ojo y sus labios musitaron un "Te Amo" antes de bajar del escenario e ir a su asiento.

Al finalizar la ceremonia, nos reunimos con nuestras familias y amigos. Abrazos, lágrimas y risas llenaron el aire. Nuestras madres lloraban de emoción y nos miraban con ojos llenos de amor, orgullo y alegría. Conversamos un rato con nuestros padres y prometimos ir a celebrar con ellos en algun momento esta semana.

Juls y yo nos abrazamos con fuerza, sabiendo que habíamos logrado algo que parecía inalcanzable hace tan solo unos meses atrás. Este día de graduación marcó el cierre de una etapa académica y el comienzo de un nuevo capítulo en nuestras vidas. Juliana y yo habíamos enfrentado desafíos, forjado amistades y demostrado que el amor podía superar cualquier obstáculo. Porque en estos siete meses tuvimos nuestros conflictos, no toda relación es perfecta.

Pero eso es una historia para otro día. Hoy tocaba celebrar y disfrutar con nuestros amigos y familiares el fin de una etapa hermosa, intensa, divertida y difícil. Pero que me trajo lo mejor que tengo en la vida. Mi chiquita.

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Un epílogo cortito, pero no quería dejarlas en la universidad😅

KC😊✨ 

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