POV Valentina
El segundo día en este paraíso, despertamos en nuestra habitación con el sonido suave de las olas rompiendo en la playa. Abro los ojos para encontrar a Juls viéndome y sonrío.
—Buenos días, chiquita.
—Buenos días, mi amor.
Me acerco y la beso, nos damos cariñitos por varios minutos, antes de ir al baño y darnos una ducha. Vamos a desayunar al restaurante y al terminar Juls y yo decidimos explorar la isla y aprovechar al máximo el día de hoy. El sol brillaba en lo alto mientras comenzábamos nuestra aventura.
Comenzamos con una emocionante excursión en kayak a través de los manglares. Juliana y yo reímos mientras luchábamos un poco por mantener el equilibrio, y nos maravillamos de la belleza natural que nos rodeaba. Estuvimos alrededor de dos horas contemplando la naturaleza mientras remábamos. Después de nuestra pequeña aventura acuática, almorzamos en un pintoresco restaurante junto a la playa. La comida era deliciosa, y disfrutamos de mariscos frescos y una vista impresionante del océano.
Por la tarde, decidimos relajarnos en la playa. Mientras estaba acostada tomando el sol, Juls decidió ir a nadar un rato. Mi tranquilidad se vio momentáneamente interrumpida cuando un chico se acercó a mí
—Hola, hermosa. ¿Cómo estás?
Abro mis ojos levemente y lo veo sentado en la tumbona de Juls con una sonrisa coqueta. Me sentí un poco incómoda por su atención, iba a rechazarlo de la manera más amable posible, pero no me dio tiempo a hablar cuando Juls llegó a nosotros deslizándose graciosamente hacia la tumbona.
—¿Puedo ayudarte en algo? —le preguntó con voz firme.
El chico pareció un poco sorprendido por la interrupción de Juliana, pero insistió en seguir la conversación —No, solo quería invitar a esta hermosa chica a cenar esta noche. Si quiere, claro.
Él sonríe hacia mí y miro a Juls, quien no pudo evitar fruncir el ceño, claramente incómoda con la situación. No puedo evitar morder mis labios divertida al ver sus celos aflorar.
—Gracias, pero estamos bien solas. Además, como puedes ver, estamos celebrando algo especial —señaló, poniendo un brazo alrededor de mis hombros y dándome un beso.
El chico finalmente se puso de pie, aun sonriendo, y se disculpó antes de alejarse. Juliana esperó hasta que estuvo lo suficientemente lejos antes de inclinarse hacia mí y besarme apasionadamente, en un gesto de posesión y amor. La miré con una sonrisa divertida.
—¿Celosa, mi amor? —pregunté con una risita.
Ella rió entre dientes y asintió —Un poco, sí. No soporto la idea de que alguien más te mire de esa manera o te coquetee.
Juls me abrazó con fuerza y yo me acomodé en sus brazos, aún estaba un poco mojada y fría, pero no me importaba —No tienes nada de qué preocuparte, mi amor. Tú eres la única persona que me importa que me mire de esa manera.
Ella besa el costado de mi cabeza —Eres la razón por la que este año ha sido el mejor de mi vida, Val. Te amo.
—Yo también te amo.
Decidimos quedarnos en la orilla de la playa para ver el atardecer. Sentadas en la arena, observamos cómo el cielo se teñía de colores dorados, rosados y naranjas. Era un momento de paz. El sol se reflejaba en el agua cristalina, y entrelazamos nuestros dedos mientras contemplábamos el horizonte.
La noche nos encontró en la terraza de nuestra casa de playa, que estaba decorada con luces tenues y velas. La cena fue espectacular, con platos exquisitos y una botella de vino para celebrar nuestro amor. Las conversaciones íntimas y las risas llenaron el aire mientras recordábamos momentos especiales de nuestro primer año juntas.
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Cuando te necesité
Hayran KurguValentina ha pasado por desgracias, al igual que Juliana, y el destino buscó la manera de unirlas cuando el edificio de Juliana tiene que ser demolido por la universidad. Esto la obliga a mudarse con Valentina y sus 4 personalidades. Una historia de...