Nunca lograré captar lo que desea decir este maldito reloj. ¿Por qué marca esa maldita hora de las 10 PM? ¿Qué clase de infeliz seré para sufrir esto? Tener que aguantar el maldito sonido de la alarma por la mañana, tener que fingir esas malditas 6 horas, pensar en mi sentido de vivir o ¿acaso estoy exagerando?
¿Cómo puedo seguir si estoy tan roto, como aquel robot que, a pesar de estar oxidado, sigue caminando hasta llegar a su destino? Solo seguiré esperando que el reloj pare, que pare para que el poco ánimo que me queda se esfume en un último momento. No merezco detener el tiempo, sólo podré esperar hasta que un último momento, incierto y silencioso, acabe.
Solo pido tu piedad y misericordia, solo quiero recordar esos tiempos en los que soy feliz. Escribo para que tengas compasión de un pobre ingrato.
Con cariño, Andrómeda.
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Cartas de Andrómeda
PoetryCartas de un cadáver, que solo busca que todos sus pecados sean perdonados y que todo su dolor termine.