Capitulo 15- UN PASO AL FRENTE

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A pesar de ser miércoles, Jungkook se encontraba en su habitación, metiendo en cajas y un par de maletas prestadas por Taehyung todas sus cosas. Desde que había recibido la noticia de que tenía que irse una semana y media atrás, pasó por las cinco fases del duelo. Durante la negación, no podía creer que aquello le estuviese pasando a él. Al pasar a la ira, estuvo varios días maldiciendo a cada segundo a la administración del edificio: A ratos, gritaba improperios al aire por avisarle con tan poco tiempo. A ratos, cerraba con fuerza los cajones de la cómoda tras vaciarlos por completo, pensando en lo injusto que se sentía. Así fue navegando una a una todas las fases, hasta llegar a la aceptación, mientras recogía sus pertenencias aquel día. 

Mientras doblaba las camisetas del cajón para meterlas en el poco espacio disponible que quedaba en una de las maletas, pensó en que era increíble cómo en apenas un año había pasado de poder meter sus cosas en una caja, a necesitar varias cajas y maletas, y ayuda para moverlo todo.

Sin embargo, en paralelo a todo este proceso, había estado entrando en otro duelo interno. Su novio le había dado una llave de su casa, pero no le había pedido que se mudase con él. De nada habían servido sus quejas en voz alta ante lo difícil que estaba resultando encontrar un sitio adecuado para vivir, o sus quejas por los precios, o el evidente disgusto que mostraba en cada una de las visitas a pisos compartidos que habían hecho. 

Lo peor para Jungkook era que Taehyung lo había hecho todo absolutamente perfecto con él, por lo que no tenía ninguna excusa que justificase enfadarse con él. Había buscado soluciones a cada problema que aparecía por el camino, le había acompañado a ver los posibles pisos para compartir y le había apoyado durante todo el proceso. Pero el hecho de que Jungkook viese problemas en apartamentos perfectamente válidos el hombre lo había asumido como parte del enfado por lo injusta que era la situación, y no como algo más.

Pero apenas quedaban días para que tuviese que dejar la habitación en la residencia, y aquello se había traducido en que no tenía un sitio donde vivir todavía. Taehyung y Hoseok ya se habían ofrecido a acogerle si finalmente no encontraba nada a tiempo, pero no quería irse a vivir con Taehyung si el hombre no quería vivir con él, y tampoco quería invadir la casa de la familia Jung. 

Así que, con un suspiro, terminó de cerrar con cinta la última de las cajas y se preparó para salir de camino a la primera de las visitas del día. Tras media hora de transporte público, la sonrisa cuadrada del hombre que le miraba mientras subía por las escaleras mecánicas de la estación iluminó aquel día gris otoñal para él, contagiándole de su alegría.

— ¡Mi amor, vienes muy poco abrigado!—exclamó cuando Jungkook llegó donde él estaba, rodeando con cariño su cintura para darle un breve beso en los labios.

— No esperaba que bajase tanto la temperatura de golpe y ya tenía guardada toda la ropa de invierno—confesó el chico, riéndose mientras empezaba a caminar.

— Espera, espera—le detuvo el hombre, quitándose su bufanda y enrollándola en el cuello del chico— No quiero que te pongas enfermo. Yo puedo subirme el cuello del abrigo.

Con una sonrisa tímida, Jungkook sintió cómo se derretía una vez más por la dulzura del hombre, siempre intentando cuidarle como su bien más preciado. Los dedos de Taehyung buscaron enlazarse con los de Jungkook mientras caminaban, y al hacerlo sintió al chico dedicarle una sonrisa tan tierna que necesitó apartar la mirada un instante.

Para el hombre, aquel peregrinaje por todo Seoul para encontrar un apartamento para su novio estaba siendo una experiencia muy dulce, pero también bastante amarga, ya que una pregunta le picaba en el fondo de su cerebro, sin ser capaz de formularla. 

Por supuesto, le encantaba acompañarle para ayudarle en todo lo que necesitase, y también poder conocer un poco mejor sus gustos. Aunque en eso último, el hombre no había conseguido entender mejor a su chico de ojos estrellados. No comprendía qué quería decir que unos armarios de cocina fuesen "demasiado blancos", qué había de malo en que su futuro compañero de piso fuese alérgico al melocotón, o por qué resultaba algo imperdonable que el sofá estuviese apoyado en la pared opuesta a la puerta de entrada. 

La mazmorra de las 3 AM [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora