A pesar de ser un viernes por la tarde y no tener que trabajar, Jungkook estaba sentado en pijama en la mesa del salón de su casa, con la mirada fija en un libro de texto. Estaba demasiado subrayado como para ser útil, pero le daba la falsa sensación de seguridad de que de esa forma la información entraría más fácilmente a su cerebro, como si el color amarillo insoportablemente brillante hiciese que los apuntes no solo quemasen su retina, sino también se quedasen impresos en el fondo de su cabeza. En un par de meses, Hoseok y él se presentarían al examen de especialidad, y a pesar de que muchos de los conocimientos prácticos ya los tenían interiorizados después de casi 10 meses trabajando en las urgencias del hospital, mucha de la teoría detrás de aquello les resultaba complicada, así que habían decidido empezar a estudiar con tiempo suficiente para no agobiarse demasiado, pero ir bien preparados. En las últimas dos semanas, su mejor amigo y él habían hecho de aquella habitación su base de operaciones, y absolutamente todo a su alrededor estaba relacionado con el examen: Taehyung les compró una pizarra blanca grande que colgaron en el espacio que antes ocupaba un cuadro, y en el que estaba escrito su plan de estudio para las siguientes dos semanas, para explicarse el uno al otro las cosas, o para dejar mensajes motivadores.
— ¡Buenas tardes, chicos! —exclamó Taehyung al entrar por la puerta del apartamento, cargado con unas bolsas de la compra en una mano y una bolsa blanca pequeña en la otra —¿Cómo lleváis el estudio hoy?
— ¡Cariño, te dije que me avisases para ir a la compra juntos! —exclamó Jungkook, levantándose de un salto de la silla para llevar él la comida a la cocina y colocarla.
— ¡Lo he intentado, pero llevas dos horas sin coger el teléfono! —protestó Taehyung, rodeándole la cintura rápidamente con los brazos para robarle un breve beso en los labios a modo de saludo— De todas maneras, no te preocupes, te he comprado el gel de ducha que querías y las bebidas energéticas.
— Mierda, no me había dado cuenta de que tenía el móvil en silencio, lo siento, como hemos hecho antes un simulacro de examen antes...—respondió él con un pequeño puchero.
Jungkook se acercó a recoger su móvil, que había dejado sobre la mesa de centro del salón, para leer las notificaciones pendientes. Una decena procedente de distintas notificaciones, un correo electrónico de su jefa recordándole que enviase un informe que tenía pendiente lo antes posible, un par de mensajes de Taehyung y...8 llamadas de un número desconocido.
— Joder, qué pesado—suspiró Jungkook, dejando caer el móvil al sofá.
— ¿Qué ocurre? —dijo Taehyung, entrando en el salón con una bandeja con un par de cafés para ellos y unos dulces para que merendasen Hoseok y Jungkook.
— Nada, que llevo todo el día recibiendo llamadas de un número desconocido y no para de llamar.
— Joder, sí que son insistentes en estafarte a ti y solo a ti, ¿no? — dijo Hoseok riéndose.
— Es raro... ¿Has mirado de quien es ese teléfono? —preguntó Taehyung— Léemelo y lo busco online.
Jungkook buscó nuevamente la llamada perdida, y se lo dijo a su pareja para que lo buscase. Tras unos segundos, la sonrisa de Taehyung desapareció, y tomó aire antes de mirarle a los ojos y responder con seriedad.
— Es el teléfono de un bufete de abogados... de Busan.
— ¿Pero qué...? —dijo Jungkook— ¿Crees que mis padres me habrán denunciado?
— No lo sé, pero no pinta bien. Deberías devolverles la llamada. ¿Quieres que te acompañe? —preguntó Taehyung.
— Déjalo, yo me encargo—respondió el chico.
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La mazmorra de las 3 AM [TERMINADA]
FanfictionJungkook es un estudiante universitario que debido a problemas económicos se ve obligado a trabajar como repartidor con su bicicleta y una mochila. Pero una mañana, un pedido de productos de una tienda erótica le lleva a entrar en La Mazmorra de las...