Tercer Corazón [Parte XII]:

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—¿Esta es tu oficina? —preguntó Ginny, impresionada mirando a su alrededor.

—Mi nueva oficina —sonrió con algo de suficiencia Hermione.

Ginny admiró el lugar. Era una oficina bastante amplia y con cierta privacidad, contaba también con unos sofás para relajarse ademas del escritorio, la silla de magnate —como la llamó la pelirroja— y los estantes con muchos libros. Tenía muy pocas ventanas para su gusto, pero si Hermione se sentía cómoda, no tenía porqué opinar.

«Le va bien como abogado» pensó la pelirroja orgullosa, pues su mejor amiga había ascendido de puestos en el trabajo que le consiguió Hannah, y ahora tenía su propia oficina.

—Me gusta —asintió al final Ginny, sentándose de bruces en uno de los sofás—. ¡Sofá: aprobado! —Alzó el pulgar.

Hermione rió.

—¿Quieres café?... Espera, no se ni para qué pregunto. Siempre quieres café. ¿Tomaste en la mañana?

—Sí, Harry me compra todos los días.

—Siempre consintiendo a su princesa —se volvió a reír Hermione, regresando con Ginny sosteniendo una taza de café -que le entregó- para después sentarse enfrente—. ¿Cómo has estado últimamente, por cierto? Ambas hemos estado ocupadas para tener nuestras típicas charlas de chicas.

—Debemos hacer una pijama de nuevo —dijo Ginny emocionada, tomando un trago de su café.

—Ginny, tenemos más de veinte años...

—¡¿Y eso qué?!

—¡Somos adultas con responsabilidades, parejas, trabajos, cosas que hacer...!

—Hermione Jean Granger, vas a tener una pijama conmigo, e invitaremos a Angelina. Quieras o no. No me obligues a secuestrarte.

Hermione bufó ante la mirada aparentemente severa de Ginny. Ella nunca podía recibir una negativa como respuesta.

—Ojalá estuviera Luna... —agregó la pelirroja, haciendo una mueca con la boca.

—¿Cómo fue la despedida?

—Hace una semana que se fue y ya la extraño. Vivimos muchos años juntas y se siente raro. Pero ella está feliz. Me llamó ayer diciendo que conoció en persona a Rolf y habían dado el primer paso para tener una relación. Quieren ir lento, pero me envió unas fotos y se ven muy tiernos. Son bastante compatibles; seres pacíficos, que aman los animales y cuidar de ellos.

—Me alegro mucho por ella.

—Yo también —dijo la pelirroja sonriente.

—¿Y qué me dices de Harry y tu? Los he visto mas unidos estos meses después de su reconciliación.

—Ay, Hermione. —Ginny suspiró de forma soñadora y dejó a un lado el café—. Siento que lo amo, Hermione. Es el hombre perfecto. Si bien tenemos nuestras diferencias y la presión mediática sigue siendo abrumadora, hemos podido avanzar. Se queda mas días en mi departamento, y me di cuenta de que somos un buen equipo viviendo en un mismo lugar. No te extrañes si en un futuro muy cercano vivimos juntos.

—No me extrañaría de ninguna forma... Por cierto, y ahora que mencionas la presión mediática. Esta mañana pasé por el quiosco de la esquina para comprar mi periódico matutino, y mira lo que me encontré.

Hermione se levantó para sacar una carpeta bastante gruesa de uno de los cajones de su escritorio, y regresó con Ginny entregándole dicho objeto. La pelirroja soltó una risita cuando la abrió y vio un montón de revistas con ella como portada. En algunas aparecía con Harry, pero no eran demasiadas.

Tres Corazones [Basada en el Mundo de Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora