Tercer Corazón [Parte VII]:

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—¿Y qué sucedió después? —preguntó emocionada Hannah, escuchando toda la historia que le contaba Ginny sobre su fiesta de la noche anterior, mientras se encontraban en la fila para comprar algo en la cafetería de El Profeta.

—El resto de la fiesta fue magnífica —continuó Ginny, que no podía ocultar su sonrisa—. No dejamos que la intervención de ese chico Malfoy y su grupo nos arruinara la noche. Bebimos un poco, yo conocí a Remus y su esposo Sirius...

—¿Qué tal son?

—Fueron muy amables. Nunca creí que me caerían tan bien, aunque Remus si tiene ese rostro amable en las fotos que vi.

—Cierto, que te molestaste en investigar sobre la familia de tu futuro esposo —bromeó Hannah, echándose a reír cuando vio el sonrojo de Ginny.

—¡No es gracioso!

Ginny rodó los ojos y se concentró en la fila, pues estaba a dos personas para pedir un café. Lo necesitaba para empezar bien el día.

—¿Por qué no admites que te gusta el jefe? —preguntó Hannah, pero Ginny la jaló por el brazo y la miró mal.

—¡Baja la voz! No quiero que rumores falsos se extiendan. Llevo poco tiempo trabajando y ya se ve sospechoso que Harry esté tan cerca de mi. —Ginny miró a su alrededor con cautela mientras hablaba, pues ya de antemano se había creado cierto recelo por su nuevo puesto conseguido tan rápido, como para añadirle rumores de un posible romance que por ahora eran falsos—. Ademas —añadió, suspirando pesadamente—, Harry no me gusta...

—¡Sí, claro!

—Y yo tampoco debo gustarle a él. Ya estás como Hermione, notando cosas que no están ahí.

—¿Y cómo explicas el que Harry Potter te haya invitado a su fiesta como su compañera y no como empleada?

—Tuve una mala tarde y quiso alegrarla. Ha sido muy bueno conmigo últimamente...

—Porque le gustas. Es muy obvio —afirmó Hannah sonriendo—. Todos en el periódico tenemos ojos y vemos la forma en la que te mira, cómo sonríe cuando estás ahí, cómo se preocupa por ti a todo momento, te acompaña y te cuida. ¿Quieres pedir algo mas que eso?

—Un poco de paz —respondió Ginny, desviando la mirada—. No quiero ilusionarme de ninguna forma porque voy a estrellarme contra el suelo. Será inútil, Hannah. No estoy destinada al amor.

—¿Cuantas relaciones malas tuviste? ¿Tres?

—Dos, pero son suficientes como para no querer tener nada que ver con el amor.

Ginny, al recordar a Dean sintió que su corazón se oprimía. La noche anterior no tuvo oportunidad de pensar en su desplante, pero eso no significaba que esa misma mañana lo olvidó todo, ni tampoco que no le había dolido. Su mente aun buscaba respuestas y si lograba tener unas, con lo poco que sabía, se sentía mucho peor que antes.

Dean estaba jugando con sus sentimientos, y ella se lo estaba permitiendo. De hecho, al buscarlo, había escrito involuntariamente una invitación para que lo hiciera. Tal vez él quería vengarse de ella por haberse ido, aunque Ginny ya se sentía mas arrepentida de esa decisión y se torturaba mentalmente por ello todo los días. No era necesario que se pusiera en el papel del karma.

Como empezaba a sentir el nudo en la garganta decidió fijarse en otra cosa.

—¿Crees que si salgo un momento a Starbucks me atenderán mas rápido? —preguntó, cambiando de tema.

Hannah, aun notando aquello, siguió el hilo de la nueva conversación.

—No lo sé, ¿pero y si Harry te necesita para algo? Es ya extraño que no esté contigo.

Tres Corazones [Basada en el Mundo de Harry Potter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora