Tres Corazones [Basada en el Mundo de Harry Potter]

Tercer Corazón [Parte XIV]:

Nota: Hay una mención a Dios. Perdón si te incomoda.

[***]

El matrimonio. Según el buscador más grande e importante del mundo, se conoce como la unión de dos personas mediante determinados ritos o formalidades legales y que es reconocida por la ley como familia. Por lo general, esta unión se hace gracias al amor, aunque siempre hay algunas excepciones. Ginny nunca se había sentido tan dichosa de formar parte del pequeño porcentaje que se casaba por amor. ¿Cuántas veces sucedía eso al año? Solo esperaba que el destino la siguiera llevando por el mejor camino, como había hecho hasta ahora.

Mientras planeaba aquella simbólica unión, recibiendo ayuda de los mejores organizadores de bodas que el dinero podía pagar, además del de su madre y mejores amigas, la pelirroja no asimiló lo nerviosa que se iba a sentir ese día. No fue capaz de probar bocado desde que su madre la despertó temprano en la madrugada. Por la tradición de las despedidas de solteros, Harry y ella tuvieron que separarse, Ginny se quedaría en la casa familiar con sus amigas, cuñadas y madre para celebrar un poco, mientras Harry y los demás hombres ocupaban del departamento de la pareja de comprometidos.

Ginny hubiera querido que compraran de inmediato su casa, porque eso fue lo que planearon antes de que ella se fuera al campeonato de voleibol, pero debido a su compromiso prefirieron atrasar esa compra tan necesaria y solo concentrarse en los planes de boda.

Todo en ese día debía salir como lo planeado, y si era sincera, Ginny jamás se había sentido tan perfeccionista. Lo había sido bastante durante su adolescencia, cuando quería demostrar que era la mejor para no decepcionar a sus padres divorciados, y también lo había sido en la universidad. Había cambiado bastante desde entonces, y viendo su vida en retrospectiva tampoco podría creer lo que estaba pasando.

Fleur fue la encargada de su preparación física en general, fue bastante difícil porque tenía que cuidar de Victoire al mismo tiempo, pero las demás chicas ayudaban. Luna y Hannah, que también viajaron para el gran día, eran las encargadas de entretener a la bebé, y lo hacían bastante bien mientras su madre estaba ocupada. Ginny pidió que todo fuera lo más sencillo y privado posible, desde la ceremonia, hasta la recepción y su propia imagen. No quería nada extravagante y ya tendría tiempo para darse lujos durante el matrimonio.

Por esa petición, Fleur consiguió un vestido de novia tradicional, de color blanco y algo sencillo, pero con algunos detalles brillantes plateados al final de la falda y un velo hecho a la medida para Ginny. Por suerte, la pelirroja se había acostumbrado a los tacones, porque la francesa no se restringió con ellos y le consiguió los que tenían mayor altura en el mundo —no de forma literal—. Para el peinado, Molly sugirió que hicieran un moño alto para que el velo encajara mucho mejor, y Fleur aceptó tal opinión.

Estuvieron trabajando todo desde la primera hora de la mañana. Si bien la ceremonia sería al anochecer, debían tener todo preparado, en especial a la novia, que era en lo que más se demorarían.

A medida que se acercaba el momento, Hermione y Angelina se esforzaron en hablarle a Ginny sobre diferentes temas para que se distrajera, mientras Fleur continuaba arreglándola. Pero la verdad es que Ginny no les prestaba atención, fingía hacerlo. Estaba muy nerviosa aunque no quisiera admitirlo, y no podía parar de imaginarse cómo saldría todo, ¿las flores que escogió para los centros de mesa fueron los correctos, encajarían con la demás decoración? ¿El lugar que habían escogido se veía tan perfecto como en las fotos? ¿Las organizadoras hicieron un buen trabajo con la demás decoración? ¿Sería tan mágico como habría imaginado?

De niña había visto programas de televisión y películas en donde la protagonista se casaba, y todo parecía tan fantasioso que no podía creer que estaba a punto de sucederle lo mismo. ¿Harry estaría igual de nervioso?