MICHAEL
—¡Florence!, ¡Florence!
La veo salir de la oficina con rapidez y furia en sus pasos, sin detenerse a oír mis gritos que la llamaban, gritos llenos de frustración porque cuando pensé volver a tener a estas dos mujeres en orden, parece que lo he arruinado otra vez.
Taylor me golpea el hombro con su puño, a lo que me muevo un poco y la miro colérico.
—Eres un idiota, y tu esposa y yo lo sabemos— escupió con recelo.
Respiré para no perderme en el enojo furtivo que comenzaba a crecer en mi sangre.
—Basta ya, no es el momento— le señalé la puerta exhausto. Fui hasta mi escritorio y tomé mis cosas para salir también de aquí lo antes posible, necesitaba solucionar esto.
—¿Lo ves?— la escuché reír sarcástica— ¡Corres siempre detrás de ella!, ¡¿Qué hay de mi?!
Su reclamo me frenó en seco frente a su postura necia, directamente la escrudiñe con mis ojos que simplemente no querían ver a nadie más por el día de hoy, y parece ser que los problemas abundan.
Taylor relamió sus labios y se cruzó de brazos en un intento de sobrevivir al momento. Suspiró.
—Michael, yo...
—Si corro detrás de Florence es porque simple y sencillamente es mi mujer— murmuré acercándome en su dirección, pegando mi frente a la suya en un arrebato de molestia interna que me atrapaba— ¿Comprendes?— alcé mis cejas.
Duramente tragó saliva, y su mirada se apagó enseguida.
—¿Y yo que soy entonces?— preguntó, en un hilo de voz que apareció de la nada.
Me encontraba muy enojado, por lo que le dediqué lo único que podía en este instante, una sonrisa seca e irónica.
—¿Ahora mismo?, un dolor de cabeza más, Taylor Williams.
Salí de la oficina gruñendo por la furia que se hallaba envolviéndome en cada rincón de mi cuerpo. En casa probablemente encontraría a una esposa con un bate de béisbol en las manos para asesinarme, y comprendería exactamente sus razones.
Pero, sin discutir, en mis adentros conocía todo de Florence, y se que esta vez no me dejaría el camino libre ni fácil para continuar con nuestras vidas.
Iba a darme un ultimátum, y temía que fuera lo que estoy pensado justo ahora.
¥
•✧•
Residencia Jackson Pembrooke
Manhattan, New York
•✧•La casa estaba en completo silencio, la gente de servicio en sus posiciones y nuestra hija en sus clases de ballet. Pronto se haría de noche, y si quería solucionar algo de esta situación debía de hacerlo ya.
Florence estaba aquí porque su auto está en la cochera.
¿Qué habrá sabido para aparecerse así en la editorial?
Busqué en el primer piso de la casa y no encontré a nadie más que no fueran el ama de llaves o las personas que ayudaban en la cocina a la niñera de Mía. Pregunté por mi esposa y me dijeron que estaba en la habitación.
Subí las escaleras a pasos apresurados mientras mi cabeza daba vueltas pensando y planeando lo que haría y diría en pocos segundos. Este embrollo me resultaba mas fácil antes de la tonta presión de mi padre por cobrar la herencia familiar y de saber que Taylor estaba nuevamente embarazada.
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𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑 | Michael Jackson
FanfictionLa prestigiada empresa editorial Jackson Enterprises era dirigida por el millonario y muy codiciado ejecutivo Michael Jackson, quien vivía una doble vida, casado con su esposa Florence criando juntos a una niña, mientras que al mismo tiempo mantenía...