𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑 | Michael Jackson

Cap: 12 | 𝐕𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐚 𝐭𝐢, 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐈

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Residencia Jackson Pembrooke
Manhattan, New York
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FLORENCE

1 mes después

Terminé de acomodar mis maletas sobre la cama mientras disfrutaba de una taza de té caliente, el frío comenzaba a hacerse presente en Nueva York así que mantenerme abrigada y tomar algo caliente era la mejor solución de todas.

Nerviosa y ansiosa eran las palabras correctas para describirme, mañana es la inauguración oficial de mi nueva joyería en Italia, por lo que viajaría con Isabella para cortar el listón rojo y expandir este gran negocio que me ha lanzado a la industria de la alta joyería en varios estados, y ahora en Europa. Me sentía tan orgullosa de lo que con mi mejor amiga hemos logrado que no me cabía la emoción en el pecho.

Fue un mes muy diferente, pues, mi matrimonio no ha sido completamente pésimo al menos estas últimas semanas. Michael ha estado tranquilo, sereno y por lo que me cuenta su nuevo secretario comienza a adaptarse a la editorial, no hemos discutido o peleado por absolutamente nada y tampoco hemos mencionado el nombre de la otra mujer por aquí.

Admito que me daba cierta paz al menos poder llevarnos bien, por nuestro beneficio y el de Mía, ya que últimamente nuestra hija nos mantiene felices, siempre estamos con ella, pasamos tiempo viendo películas los tres, salimos a cenar y regresamos a dormir todos juntos.

Creo que por primera vez en mucho tiempo parecíamos una familia normal, sin amantes, sin hijos ilegítimos, sin aventuras, ni nada. Michael no lucía molesto conmigo por haberle puesto un ultimátum, pareciera que ha superado el problema.

Todo pareciera normal.

—Señora Jackson, ¿llevará alguna especie de aperitivo para el viaje?, con gusto se lo preparo ahora mismo— Vicky, una de las chicas que ayudaban en la cocina me alcanza en el pasillo de arriba.

Le sonreí amable negándome.

—No te molestes, Vicky, cenaré algo en el jet, sabes que mi esposo siempre tiene algo para comer allí— respondí caminando juntas de regreso a la cocina, iría por un jugo.

—Entendido, señora. Por cierto, el señor me pidió que le preparase una maleta para viajar también, dijo que iría con usted y la señorita Mía a Italia.

—¿Qué?— frené en seco mis movimientos, cerré el refrigerador dejando la jarra de jugo sobre la barra e impresionada miré a la chica— ¿En serio dijo eso?

Ella asintió y me ayudó a servir el jugo trayéndome un vaso de cristal.

—Si, enseguida subiré a la habitación antes que se me haga tarde, el señor indicó que tiene que estar todo listo antes de las 6 de la tarde.

Fruncí mi ceño levemente encontrándome confundida porque no pensé que Michael quisiera acompañarme, en realidad, ni siquiera me había dicho nada o tocado el punto, incluso me sorprende que quiera llevar a nuestra hija también sabiendo que tiene escuela mañana.

—Gracias por avisarme, Vicky— le sonreí un poco tomando el jugo recién servido.

—Me retiro, oh, el señor Davis le mandó un arreglo de flores esta mañana, lo dejé en la sala— la chica termina de decir mientras sale de la cocina.

¿Ahora Bruce me envía flores?, ¿qué estaba pasando hoy?

Fui directamente hacia la sala en busca de aquel arreglo, por supuesto que lo divisé enseguida porque era muy lindo, llamativo y bastante grande, estaba sobre la mesita de centro, me acerqué a verlo.