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Granja Williams Jean
Louisiana, Nueva Orleans
•✧•MICHAEL
Lily no se negó a mi abrazo, por el contrario me jugaba el no habernos visto en más de un mes, pero mi hija me necesitaba, lo tenía en claro.
Los padres de Taylor me dedicaron una mirada por encima del hombro de su nieta, algo no tan profundo pero tal vez me gritaban que no lastimara
o confundiera a la niña , probablemente más de lo que ya lo estaba.He de admitir que mi plática con Taylor fue tal cual la esperaba: dramática, desordenada, áspera, problemática. Era claro que no lo tomaría bien, pero nuestro rompimiento era necesario y el primer paso en mi plan para reconstruir mi vida.
Por ese lado, me sentía tranquilo, deseaba poder ir a decirle a Florence que lo hice, y comenzar a recuperar su confianza. Pero ahora, requería hablar con mi hija, y explicar todo de la manera más dócil posible.
Entré nuevamente al cuarto y cerré la puerta. Taylor se hallaba ahora de espaldas en la cama, limpiando quizás algunas lágrimas restantes.
Hice una mueca bajando a Lily al suelo, quien enseguida miró a su mamá en aquella posición, se acercó y tocó su hombro, con preocupación.
—¿Pasa algo, mami?— le preguntó, con algo de compasión.
Me senté nuevamente en el banco que jalé mientras discutía con Taylor, esta respiró muy fuerte y sin aún regresar a verme acarició el cabello de nuestra hija, negando al mismo tiempo.
—Estoy bien, mi amor— respondió— Papá debe decirte algo, ve con él.
Lily estaba tan extrañada de toda la situación, su madre llorando y yo aquí, neutro. La pequeña se volvió a acercar a mi y brincó para sentarse en la cama, adoptando una postura jorobada, algo vaga, y con un semblante triste. Mucho, para mi gusto.
—Te echaba de menos— me dijo, cuando decidió hablar, parecía estar siendo tímida pues no me miraba a los ojos, si no que jugaba con sus manos sobre sus piernas— Ya no recuerdo la última vez que te vi.
Observarla así era un obvio tiro a mi pecho, se percibía como una daga, porque mi único objetivo siempre ha sido ver por mis hijas, amarlas, darles todo lo que puedo. Y siento que con Lily he fallado mucho más de lo que he fallado con Mía.
Se que no soy un padre excelente, pero adoraba serlo, anhelaba nunca dejar de oír que me llamasen "papá".
—Lily, yo también te extrañé muchísimo— me acerqué un poco, tomando sus manitas, intentando hacer que me mirase— No tienes una idea de cuanto, princesita.
Ella alzó lentamente sus ojitos a mi, parpadeó varias veces, como si no pudiera creer que estoy aquí, frente a sí misma. Apretó sus labios.
—Pensé que ya no vendrías por nosotras, te veías muy feliz en la televisión el otro día— comenzó, sonaba igual a su madre, usaba incluso el mismo tono fastidioso— ¿Qué significaba eso, papá?
Apreté mis ojos tomando un poco de aire porque lo iba a necesitar, ocupaba olvidarme de Taylor llorando a un lado porque esto se trataba de nuestra hija y yo, era nuestra plática.
Y estoy dispuesto a solucionar su carita, aliviar su tristeza, reemplazarla con una sonrisa cuando le diga mis planes.
Eso buscaba.
—Se que tienes muchas ideas viajando en tu mente ahora mismo, hija, y se que estás muy confundida— relamí mis labios— Pero te prometo que es más fácil de entender de lo que tú crees.
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𝐋𝐀 𝐎𝐓𝐑𝐀 𝐌𝐔𝐉𝐄𝐑 | Michael Jackson
FanficLa prestigiada empresa editorial Jackson Enterprises era dirigida por el millonario y muy codiciado ejecutivo Michael Jackson, quien vivía una doble vida, casado con su esposa Florence criando juntos a una niña, mientras que al mismo tiempo mantenía...