8. Descanso del énfasis

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Narrador Omnisciente:

¿Dónde? ¿dÓNDE? ¡¿DÓNDE COJONES LOS DEJÓ?!.

Su cabeza estaba hecha una maraña y los besos de Foolish sobre su frente y mejillas mientras se mantenían acurrucados cerca de esa fogata en medio del bosque solo ocasionaban que se alejase más de las respuestas que precisaba.

Karim dormía sobre las piernas del pelinegro, estaba extremadamente agotado. Foolish y éste se fueron a pescar mientras Vegetta organizaba una estructura provisional en la que pasar las siguientes noches. Ahora su vida se basaría en un movimiento constante, ¿qué eran, nómades? ¿Otra vez estaban empezando de cero en la isla?.

Las chispas del fuego se sincronizaban con los sonidos que el semidiós dejaba con sus labios sobre sus mejillas. No podía, su corazón también iba a reventar como una de esas brazas calientes.

—Foolish, s-stop.

—¿Why?.

—Me estás poniendo bobo, bobo.

—Awwww.

—No, "awwww" no, estoy tratando de pensar. Además tengo al niño, ten un poco de respeto por favor.

—Karim sabe que yo te quiero a ti, no importa.

—No es por eso, a él le incomodan en general los ambientes de mucho cariño, de tan solo abrazarlo ya se anda empalagando y hace muecas. Like...— Imitando las expresiones de su niño, el tótem se reía con agudeza por lo bajo.

—Conmigo no hace eso.— Expresó él, acariciando las orejas del mitad lobo.

—Ah, ¿así que mi hijo se queja solo conmigo? Esto es horrible, me siento ofendido.

Cruzando sus manos y frunciendo el entrecejo, el héroe dirigió su vista hacia su prometido quien se veía concentrado y enternecido por las expresiones relajadas del niño.

Hace mucho tiempo no veía esa parte relucir en él, era como si Foolish y Karim se hubiesen acercado más en el tiempo que él estuvo ocupado lidiando con todo lo de afuera. No sabía muy bien de lo que se perdió pero el resultado a su vuelta le parecía bonito.

—Él te quiere mucho, me lo dice eeeeehhhmm ¿indirectomente?.

—Sip, creo que veo lo mismo cuando te mira a ti, ya te quiere.

El sonido de sus respiraciones mezcladas con las chispas de la fogata, de los grillos y búhos ganó altitud cuando se quedaron callados en ese lapso.

Vegetta abrigó a Karim con la cobija y se levantó del tronco que compartía con el semidiós para llevar al niño hacia la carpa, acomodándolo y brindándole un besito sobre su cabeza antes de cerrar no en su totalidad su lugar de descanso.

Las estrellas permanecían cubiertas por las nubes y la capa de Foolish aún seguía siendo parte de su atuendo junto con las heridas que no pudo esconder. Su magia seguía bloqueada y no sabía cuándo es que regresaría. La necesitaba, estaba deseando dar con el paradero de los libros y seguir con la investigación.
Desde que Leo se fue no ha tomado vacaciones ni un solo día, solo ha comenzado a descansar por unos momentos más prolongados gracias a la vuelta de Foolish.

Volviendo a sentarse sobre el abeto rebanado aproposito, sus ojos se centraron en el fuego mientras disimuladamente aceptaba el contacto que la mano del tótem inició, así sin mediar conversación aún.

Vegetta pasó la saliva unas veces y pensó ya no en su propia situación sino en la general. La culpa por arrastar a las personas que quería a toda esa locura le carcomió todo el sueño de ayer y mientras Foolish y Karim dormían él se encargó de preparar sus cosas para partir hacia un sitio en donde pudiesen resguardarse los tres juntos. Si tuviese la magia podría haber tomado la forma que inventó del supuesto tutor de Karim para así acercarlo a él a la casa de un amigo y que sus caminos se cortasen el suficiente tiempo para que las cosas se calmasen, pero no, todo tenía que ser cada vez más complicado.

WELCOME HOME, AGAIN. [FOOLIGETTA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora