No fuiste capaz de mencionarlo.
Tus manos temblorosas sobre mí y el miedo que expresaban tus ojos me hicieron saber que suplicabas en silencio que dejara de amarte.
No podías lastimar a alguien que solo quiso hacerte feliz, pero era demasiado tarde y nunca tuviste el valor de frenar la pasión que se desataba al tocar tu piel o al besarte.
Tenías no solo la certeza, sino la convicción de que te amaba.
¿Sabes qué?
Es algo que nunca lograste hacerme sentir, y aún así te hice parte de mí.
Te hice mío.¡Somos culpables!
Por besarte, por permitir que me besaras.
Por tomarte de la mano, por dejarte tomar la mía.
Por amarte y tú... por no amarme.Nunca fui para ti, pero yo anhelaba como un ciego la luz que tú podrías haber sido para mí, y aún deseaba más ser para ti.
Que amaras mis ojos y no solo a ellos, sino también mis arrebatos.
¡Somos los más culpables!
Por permitir que me amaras sin amarme.
Por disfrutar lo que es ser amado y no amar.
Por siempre preferir ser quien deja, en lugar de quien es dejado.TÚ Y YO SOMOS CULPABLES.
YO POR AMARTE Y TÚ POR NO HACERLO.
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Samuel David Alania
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INSTANTES DE TINTA
PoesíaEn 'Instantes de Tinta', cada página es un lienzo donde los pensamientos se entrelazan con la tinta para dar vida a emociones y experiencias cotidianas. A través de versos efímeros y metáforas vibrantes, este poemario te invita a sumergirte en un mu...