En 'Instantes de Tinta', cada página es un lienzo donde los pensamientos se entrelazan con la tinta para dar vida a emociones y experiencias cotidianas. A través de versos efímeros y metáforas vibrantes, este poemario te invita a sumergirte en un mu...
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¿Puedes imaginar nuestro último día juntos, cuando el sol se despida en el horizonte y el cielo se tiña de tonos dorados y rosados?
En ese momento, nos acercaremos a un majestuoso árbol, cuyas ramas se alzan hacia el cielo como brazos abiertos, invitándonos a contemplar su belleza, su fortaleza y su grandeza. Nos maravillaremos ante su tronco robusto, que ha soportado los embates del tiempo y las estaciones, y sus hojas susurrarán al viento secretos ancestrales.
Luego, nos dirigiremos al mar, donde las olas acariciarán nuestras piernas y el aroma salado impregnará el aire. Nos sumergiremos en sus aguas cristalinas, dejando que nos envuelvan y nos hagan sentir parte de su vastedad infinita. Allí, mientras flotamos en la serenidad del océano, observaremos el cielo extendido sobre nosotros, adornado con nubes etéreas y estrellas titilantes. El sol, en su despedida, derramará su luz dorada sobre nuestras cabezas, creando un halo mágico a nuestro alrededor.
En ese último día, nuestros pensamientos se dirigirán a aquellos que nos han sostenido en momentos difíciles, a nuestros seres queridos que han sido nuestra fortaleza. Recordaremos las sonrisas que nos han dado fuerzas para seguir adelante, y en cada una de ellas encontraremos la esencia misma de nuestro caminar en este mundo.
Al mirarnos en el espejo en ese día final, aceptaremos nuestras imperfecciones y abrazaremos nuestras virtudes. Nos sostendremos en un abrazo cálido y amoroso, reconociendo que en cada error y en cada acierto hemos forjado nuestro camino. En ese instante, nos aceptaremos en nuestra totalidad, sin reservas ni juicios.
En ese último día, nos adentraremos en el laberinto de la vida con valentía y determinación. Nos dejaremos llevar por la belleza de las palabras y nos perderemos en su encanto eterno. Cada página será un nuevo horizonte por descubrir, cada verso será una melodía que acariciará nuestros corazones.
Y cuando llegue el final, cuando el último día se desvanezca en la lejanía, nos despediremos con gratitud y serenidad. Agradeceremos por cada experiencia vivida, cada lección aprendida y cada emoción compartida. Nos despediremos con la certeza de que nuestro paso por este mundo ha dejado una huella, un destello de luz que perdurará en el recuerdo de aquellos que nos han conocido.
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